Hace más de un año que no lo he visto, Tanabe se fue al extranjero. Prometió que volvería. Me encontraba con Akira y Yuu tomando un té en la casa de Takanori, obviamente sin su permiso ya que el enano no estaba.
— Seguro Taka-chan nos mata cuando vea el desastre que la iguana hizo en la cocina. –comentó Yuu.
— ¡Es su culpa por no tener el frasco del té en su lugar! –dijo Akira molesto. Yo sólo me limité a reír; abrieron la puerta y se escuchó un estruendo, sabíamos que el enano había llegado pero en lugar de decirnos algo respecto a porqué estábamos ahí corrió hacia mí y me mostró la pantalla de su celular mientras jadeaba.
— "Llegaré esta noche, diles a los chicos que se preparen... Y dile a mi pato que lo adoro." –Leí el mensaje en voz alta, todos de quedaron sorprendidos pero serios, yo tenía ganas de llorar.– ¿acaso es una broma?
— No... no lo es, llegó esta tarde. Los he estado buscando para avisarles pero no estaban en sus casas y no podía llamarles, necesitaba decírselos en persona. –Takanori no dejaba de jadear, le cedí el asiento pero me lo negó.– iré por algo de agua primero.
— ¡Yo la traigo! –se levantó Reita algo exaltado, todos menos Ruki rieron por lo bajo.
— Claro.
Al final, Ruki tuvo que entrar a la cocina por galletas, todos salimos disparados hacia la salida; menos el rubio que estaba en el baño, una vez que salimos de su casa se escuchó a lo lejos como gritaba a todo pulmón.
— ¡¡¡AKIRA!!!
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Después de media hora, los chicos se encontraban esperándome para ir por Kai al aeropuerto. Me estaba vistiendo para la ocasión, un traje negro con una corbata de moño. Cuando salí de mi habitación todos se quedaron impactados.
— ¿Por qué Reita tiene una venda en su nariz? –pregunté señalando al rubio.
— El enano me golpeó. –dijo en un tono infantil.– ¿pero por qué tú vas tan formal? No es una boda, sólo es un reencuentro.
— No importa, vámonos. Todos se encogieron de hombros y salieron detrás de mí, nos tomó casi media hora en llegar. Los altavoces anunciaban las entradas y salidas de los aviones, en inglés y en japonés; hasta que se escuchó la llegada del avión en el que iba Tanabe. Todos corrieron hacia donde indicaba la señorita en el parlante, yo me quedé esperando ya que no sabía la ubicación, nunca me gustaron los aeropuertos. Un niño con una paleta de caramelo de sentó a mi lado, lo miré de reojo y sonreí.
— ¿Quiere un poco, señor? –dijo el chico ofreciéndome otro caramelo, lo tomé y le agradecí por ello.– ¿espera a alguien?
— Sí, a un amigo muy querido para mí. –¿por qué le estoy contando ésto a un niño? Deben ser los nervios.
— Yo espero a mi tío Tanabe. –respondió el niño con una sonrisa.
— Tanabe... ¡Ah, ya recuerdo! ¡Kai tiene sobrinos!
— ¿Patito? –se escuchó una voz frente a mí. Ahí estaba, con su cabello teñido y sin cortar, con una mano en su cintura y un cubrebocas.– ¿viniste con mi hermano?
— Eh... No no no, vine con los chicos pero parece que no están. O me dejaron. –me rasqué la nuca y él me jaló del brazo para que me levantara, tomó a su sobrino también y lo dejó con su padre de quienes se despidió cariñosamente. Salimos del aeropuerto y él llamó a un taxi para ir directamente a su casa, se le veía apresurado, pero no pregunté. Una vez que estuvimos en su casa, la encargada de cuidarla se retiró inmediatamente después de que Kai le dijera que había depositado su pago en el banco. Dejó el equipaje a un lado de la puerta y subió a su habitación, segundos después me llamó.
— ¿Para qué me trajiste si... A...Ah...¡Cúbrete por favor! –él yacía plácidamente desnudo en su cama y yo, rojo como una cereza.
— Mejor ven. –se levantó y me apresó entre sus brazos, no supe cómo reaccionar cuando me besó y segundos después sentí su erección contra mi cuerpo.– no he tenido sexo en tanto tiempo…te extrañé patito.
— K... Kai... –empezó a despojarme de mi ropa lentamente, primero el saco, luego la corbata y la camisa hasta llegar a mis pantalones y mi ropa interior.
— Así te ves mejor.
— Eres un pervertido. Llegas y lo único en lo que piensas es en... –me interrumpió tirándome sobre la cama y besando mi cuello, no necesitó prepararme primero; solamente comenzó a embestirme sin permiso.– K... Kai... Ah~.
— Tú también eres un pervertido, si no, no dejarías que te haga esto. –dijo para comenzar a moverse, yo lo abracé y comencé a rasgar su espalda, él soltaba algunos gemidos y yo gritaba.– se ve que también me extrañaste.
— S... ¡Sí! ¡lo hice, te extrañé mucho! –dije mientras él me sentaba en sus piernas para que hiciera el trabajo.– no vuelvas a irte~
— No lo haré... Creo...que me corro.. Ugh.
— ¡Kai!
Ambos terminamos al mismo tiempo, pero él estaba insatisfecho así que después de tres rondas más terminamos agotados, sudados y satisfechos.
— ¿Quieres tomar un baño? –preguntó enredando una toalla en su cintura.
— Son las tres de la mañana Kai~ déjame dormir. –me cubrí con las mantas de la cama pero él me jaló y me llevó hasta la tina de baño.– por cierto...
— ¿Qué?
— Bienvenido a casa, Yukkun.
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Créditos del meme a su autor :v
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