Era una noche fría de otoño, las hojas caían sin preocupación y mientras tanto a un joven se le veía llorando.
Takanori Matsumoto estaba sentado en una banca de un parque solitario, su actual pareja lo había dejado; la excusa de la chica era que no quería un novio más bajo que ella, necesitaba a alguien que la protegiera y consideraba que Takanori no podría hacerlo.— ¡Maldición! Siempre es lo mismo contigo, dime ¿acaso no puedes hacer nada bien? –una voz masculina salía del otro lado del teléfono.– Ruki, olvídalo y vamos a beber o algo por el amor de Dios.
— Creo que se te olvida que soy menor de edad. Aoi-san lo lamento pero no beberé contigo, fue un error haberte llamado. –el pequeño colgó el teléfono y se levantó, caminó por las heladas y solitarias calles sin rumbo fijo hasta que llegó a una morada, tocó la puerta repetidas veces y nadie respondió; parecía que Reita no estaba en casa hasta que el pequeño recibió un mensaje del mismo: Ahora no enano, estoy teniendo mucha acción, por cierto te ves horrible desde la ventana.
— Estúpida iguana. –maldijo y continuó caminando con los auriculares puestos a todo volumen hasta la casa de Kai, llamó por celular antes de inportunarlo pero sólo se oía el mensaje pre-grabado del muchacho.– Tonto Kai, seguro que está ocupado.
Ya sin saber qué hacer, Uruha era su última opción. El problema era que no lo conocía bien, no tenía su teléfono ni la dirección de su vivienda; Takanori se daba por perdido al no tener a nadie que lo ayudara a superar su segundo rompimiento y como hazaña del destino al levantar la mirada, vio recargado en un árbol al que sería su salvación.
— ¡Kouyou! –corrió hacia él y se quedó sin aliento al llegar. El mayor le ofreció un cigarrillo antes de que pudiera hablar pero éste negó y pidió que lo acompañara.
— ¿Tú eres amigo del chico reptil? –dijo Uruha dándole una calada al cigarro.
— Sí, el mismo. Nos conocimos en una fiesta.
— Oh sí sí. Ibas con una chica, muy linda por cierto. ¿Cuál era tu nombre?
— Takanori Matsumoto. Pero mis amigos me llaman Ruki, y de ti no sé mucho Kouyou.
— Dime Uruha, dejemos las formalidades y cuéntame un poco más de ti ¿qué haces deambulando por la zona? ¿te perdiste? ¿dónde están tus amigos?
Taka se sintió confundido por tantas preguntas y pidió que fueran a su casa, ahí le contó el resto a Uruha, su situación y se quejó de lo idiotas que eran sus amigos, excepto Kai.
— Las mujeres son complicadas y eso es todo lo que debes saber. Niño, estás empezando a vivir así que debes dejar eso a un lado y... Simplemente, dejarte llevar. La vida es un juego, así de sencillo.
— Lo dices porque no tienes diecisiete.
— Lo digo porque ya he pasado por eso, es horrible al principio pero te acostumbras a la ida y vuelta de las personas, a codearse con la más alta sociedad o con la más inmunda calaña. Es normal.
— Gracias. –el chico sostenía un vaso de agua entre sus manos y mantenía la cabeza gacha. A pesar de que sus amigos no habían estado para él, con el sujeto a su lado se sentía seguro de sí mismo y capaz de hacer cualquier cosa.– es genial poder hablar con alguien a quien apenas conoces y te escucha perfectamente.
— Eso es a lo que me refiero Taka-chan, eso es vida y tienes que vivir, sin importar qué y quién. No dejar que nadie te frene y te diga que hacer y que no. Ellos son sólo basura. –el menor no pudo evitar lanzarse a sus brazos y llorar todo lo que pudo, el castaño no sabía qué hacer sólo le dio tres palmadas en la cabeza y lo correspondió.– odio a los chicos como tú. Son tan sentimentales, parecen chicas.
— Lo lamento pero es... Eres tan amable. –Takanori levantó la mirada y sonrió, Uruha hizo lo mismo y volvió a poner la cabeza del chico en su hombro. Su cara es tan linda, tiene una inocente mirada, espero que nadie se la robe... Antes que yo.
♣ ♠ ♥ ♦
Pasaron los días y ambos se volvieron más cercanos, Takanori había empezado a ignorar y a tratar mal a sus demás compañeros a excepción de Kai y a Uruha; a los chicos les pareció raro así que se reunieron para hablar con él al respecto pero por más que lo llamaron no contestaba el teléfono.
— Es imposible lidiar con él, desde que lo dejó su novia ha estado así con nosotros. –dijo Aoi.
— Chicos, recuerden que es el más joven del grupo. Pasa por una situación difícil. –comentó Tanabe.
— Lo dices porque no se molestó contigo. –habló de nuevo Aoi.– yo digo que es por no apoyarlo en eso, así son los menores y seguramente está con el pato.
— Eso no es bueno.
— ¿Por qué lo dices iguana? Acaso… ¿Estás celoso? –dijo Kai con un toque de picardía en su voz.– estará bien.
— Lo digo porque ese estúpido es un casanova y se mete con cualquiera, Taka está jodido su se acuesta con él ¡Si ese pato tiene sexo con el enano hasta puede que de suicide! –la cara de preocupación del rubio aumentaba cada que salía una palabra de su boca, después se levantó de la banca donde se encontraba y los otros dos lo siguieron.
Akira corría con su móvil en la mano para llamar a Uruha, Kai llamaba a Takanori y Aoi sólo los seguía detrás. Takanori respondió la llamada de su amigo y al saber esto los chicos se detuvieron.— ¿Takanori, dónde estás?
— Mh... ¿K.. Kai? Ah~ en este momento no puedo atenderte... –dijo y colgó.
— ¡Maldición! Chicos, hay que darlo por muerto.
Los demás se quedaron callados ante la noticia, caminaron sin rumbo y terminaron en la casa más cercana, que era la de Yuu; estaban desanimados y comenzaron a beber, ya no podían convencer a su amigo que Uruha estaba con él por interés. Brindaron repetidas veces por él.
A la medianoche tocaron la puerta, era el joven junto con el castaño.— Sabía que estarían aquí, he comprendido todo y quiero disculparme. Chicos ustedes son los mejores amigos que he tenido y no me gusta estar molesto.
Tras esto, Akira se abalanzó sobre Kouyou en cuanto lo vio entrar, Yuu y Tanabe trataron de apartarlo, cuando lo consiguieron Akira empezó a gritar:
— ¡Maldito imbécil! ¡Mejor déjalo en paz, si le haces daño te meterás conmigo!— Exactamente por ello vinimos ambos, Akira... El Kouyou que conociste ha quedado en el pasado gracias a su pequeño amigo. Por primera vez en mi vida me he enamorado y no pienso hacerle ningún daño. –abrazó al pequeño, Akira se relajó aunque no estaba muy convencido de ello.
Todos se sentaron a la mesa y comenzaron a beber ya sin preocupación alguna hasta que ambos, Uruha y Ruki se apartaron del grupo para hablar en la cocina. Reita se dio cuenta y los siguió de cerca para escuchar su conversación.— Me siento demasiado incómodo con tus amigos, más con Reita... No confía en mí.
— Dale una oportunidad, pero si haces lo que juraste no hacer más... Seguramente te dé una paliza. –Takanori comenzó a reírse y después tomó el rostro de Uruha entre sus manos.– yo confío en que no vas a hacerlo más. ¿Lo prometes?
— No, te lo juro.
Y detrás de la puerta un conmovido y ya convencido Akira le sonreía a la pareja.
♣ ♠ ♥ ♦
Qué tal~
Volví a editar el capítulo :v no me gustó el final inconcluso y así termina oficialmente :3
Está un poco largo pero creo que vale la pena xD
RR✡
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INSIDE BEAST (one shoots)
Aléatoiresólo one-shoot's de The gazette, yaoi, reader y más yaoi! espero que los disfruten porque yo me divierto al escribirlos n.n ***GAZEROCK IS NOT DEAD***