Headache (Uruki)

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*Lemon*

— ¡Maldita sea! –una vez más, Uruha estaba molesto por el comportamiento que tenía Ruki en el escenario, luego de acabar un concierto él fue el primero en retirarse después de negarse a beber con los chicos como siempre. Entró al camerino y encontró un par de pulseras que el enano había estado buscando hace tiempo.– Me las vas a pagar, enano.

Es así, como el pato vendió tres de sus preciadas pulseras por internet.
Ruki se la pasó buscando semanas enteras hasta que Aoi le dijo la verdad y durante una grabación, lo sacó a la luz.

— ¿¡No puedes hacer algo bien!? ¡Llevamos horas repitiendo ese maldito solo Uruha! ¡Además de que me tendrás que pagar mis pulseras! –Ruki arrojó los auriculares por los aires mientras los demás lo miraban asustados.– ¡definitivamente eres un jodido dolor de cabeza! ¡Desgraciado!

— Iré a tomar aire. –simplemente el castaño salió del estudio para no seguir escuchando sus comentarios. Hacia días que los dos no podían tolerarse, nadie sabía porqué pero era segura la extinción de la banda si ellos seguían así.
Luego de esperar veinte minutos afuera del estudio, Aoi salió para ir con Kouyou por un helado como quería.

— ¿Estás seguro de que no sabes por qué Takanori es así contigo? –preguntaba su compañero después de dar una lamida al helado de frambuesa; el castaño negó silenciosamente y miró al frente.

— Vamos al nuevo bar cerca del estadio.–comentó despreocupado.

— Tenemos una agenda demasiado apretada como para estar jugando ¿sabes? Ve tú si quieres. –Aoi se despidió de su amigo y fue directo a su casa.

— Como sea.

Esa misma noche, Kouyou se dirigió al bar que mencionó su amigo. Para su sorpresa, era un bar para homosexuales; aún así decidió quedarse y probar un poco, tal vez pasar la noche con alguien.

— ¡Te lo digo! Él es un fastidio, es un pesado y... –un chico se quejaba en la barra con el bartender y tomaba una copa de Moskowskaya* con la botella a su lado; luego de beber directamente de ella volteó hacia donde estaba el castaño. Se levantó subitamente y lo señaló, con una mirada furiosa.– ¿¡Qué mierda estás haciendo tú aquí!?

— Perdón, pero éste es un lugar público... O algo así. –lo ignoró completamente, pasó a una mesa cerca de la banda de jazz que tocaba en el ambiente tan ameno a pesar de lo que era.
Ignorando aquello, Takanori se acercó de nuevo y lo tomó del cuello de su camisa, los demás lo veían como su pareja y pensaban que la escena era algo tierna. Se escuchaban susurros por todo el lugar o algunos suspiros, comentarios como "Oh eso es muy tierno" y "Vaya, amor jóven".

— ¡Se equivocan gente! ¡Él es un desgraciado! ¡Es una molestia para mí y mi cerebro! –decía el pequeño tratando de justificar sus actos, pero sólo se reían.– ¡te odio Kouyou Takashima!

— Yo también, muchísimo. ¿Pero por qué no darles lo que piden? –Shima agarró la barbilla de Ruki, lo besó por tres segundos haciendo que lo soltara, después se fue dejando a un sonrojado enano molesto en el lugar y a miles de hombres y mujeres suspirando.
Tiempo después de eso, Matsumoto se retiró pagando sus bebidas. Caminó por la calle sin rumbo hasta que se topó con la casa de Yuu; tocó la puerta, nada. "Seguramente se fue con Kai a beber o hacer algo asqueroso" pensó.
Caminó y caminó pensando solamente en los labios dulces de Shima.
Y sin saberlo terminó en la puerta de la persona quien menos quería en aquel momento.

— ¿Viniste a darme pelea de nuevo enano? –el castaño tenía una mano en su cintura. Takanori, con la cabeza gacha, pasó como si fuera su morada; después oyó la puerta cerrarse, se quedó inmóvil frente al chico.– y bien, ¿Hablarás?

— Ten sexo conmigo. –Ruki levantó la mirada, abrazó a Uruha rápidamente y después volvió a agacharse.

— Ok... Eso... Fue muy directo... –él trataba de apartarlo de su lado pero no podía.– la respuesta es no, enano.

— Kou... –Takanori lo tumbó en el sillón que había cerca, se sentó sobre sus piernas y comenzó a frotar su trasero sobre él.– por favor... Te estás poniendo duro.

— Y tú estás demasiado ebrio, apártate.

— No lo estoy. No para esto. –diestramente retiró el botón y el cierre de los pantalones para aproximarse a su miembro, lo tomó desde la base y masajeó por encima del bóxer.
Uruha soltaba bufidos al roce de las pequeñas manos, no podía evitarlo y le siguió el juego a su compañero.

— Sabía que no podrías resistir.

— Cállate, maldición. –Uruha sacó un preservativo de su pantalón y rápidamente se volteó para colocarlo, Takanori no se lo permitió.– ¿Qué?

— Déjame hacerlo. –le arrebató el lubricado condón y se lo introdujo en la boca, para ponerse de cuclillas y meter a sus labios  la erección de Kouyou.
Una vez puesto el preservativo, Shima cargó al pelinegro, lubricó sus dedos para prepararlo pero antes de que pudiera hacerlo, Takanori se adelantó y clavó el órgano de Kouyou dentro de él.

— Joder... Eres un experto pervertido. – bufó él con el pequeño enredando sus piernas en su cintura.

— Calla... Y continúa.

Él aceptó la petición de Taka-chan y lo embistió hasta que logró hacer que gimiera más alto. Se cansó de estar parado y salió de él para acorralarlo en el sofá, ponerlo de espaldas y penetrarlo nuevamente y con más fuerza. Ambos estaban disfrutando aún con las playeras puestas y el bóxer a medio muslo, el pequeño tratando de complacer a su compañero y viceversa.

— Por favor... Más... –soltó el chiquillo.– Shima...

Y así la marioneta obedeció, se sentó en el sillón y puso a Takanori sobre él para ir más profundo.– No te corras, hasta que yo lo haga, quiero que me sientas. –ordenó.

— S...sí. –el pelinegro obedeció como si fuera un niño.
Luego de unas embestidas más, Kouyou indicó que estaba a punto de acabar, fue entonces cuando Takanori arqueó su espalda y gritó.

— Ngh... Maldita sea... –bufó Kouyou y dejó que el otro se apartara.– nada mal... Nada mal.

— ¿Eso es todo? No no, te quiero para mí, entrégate a mí. –luego de vestirse rápido, él se acercó al mayor y lo miró a los ojos.– te quiero para mí.

— Pensé que me odiabas...

— ¡Olvida eso! –Ruki se puso rojo como un tomate después de abrazar a Uruha, quien reía en su oído.– definitivamente eres un dolor de cabeza.

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INSIDE BEAST (one shoots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora