Change (Reituki)

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*Genderbend*

— Enano, si de algo estoy seguro es que entiendo a las mujeres mejor que tú. –decía mientras tomaba un sorbo de mi cerveza, estábamos en medio de una grabación y todo se estaba tornando aburrido; como es costumbre comenzamos a hablar sobre chicas.

— Como digas, no creo que puedas llevar a una sola a la cama. –se estaba poniendo sarcástico, se tomó una foto con la nueva mercancía de Black Moral y la subió a Instagram.– te apuesto lo que quieras.

— ¡Bien! ¡Te apuesto mi virginidad a que puedo!

— ¿Y yo para qué quiero... Espera.... ¡Lo sabía! –comenzó a reírse, se cayó de la silla y Kai tuvo que levantarlo.– ¿Cómo esperas ganarme si aún eres virgen?

— Tengo mis métodos. Hasta el lunes, Takanori. –me retiré del estudio pero aún así pude escuchar la conversación con Aoi.

Si logra su objetivo entonces ya no tendrá nada que ofrecerme ¿puedes creerlo? Esa iguana.

— Estúpido Takanori.

Una vez llegué a casa busqué mi lista de contactos en la preparatoria, aparté a las chicas que eran más fáciles en ese entonces y para mi sorpresa algunas estaban casadas, otras habían cambiado de domicilio y hubo una muerta.

— Sobredosis de cocaína... Pobre Mel. –colgué el teléfono y me tiré en la cama, eran las tres de la madrugada cuando sonó mi celular.

Akira... –se escuchó una voz femenina del otro lado del parlante.– ¿Puedo verte mañana en el parque, a mediodía?

— ¿Te conozco linda?

— ¡Claro que me conoces imb... Digo, sí.

— Bien... Supongo que ahí estaré. –colgué después de que ella suspiró, era extraño ya que no conocía a una chica tan violenta.

Me presenté como ella me pidió. Tenía un helado en ambas manos, se estaban derritiendo los dos; estaba a punto de tirarlos cuando frente a mí se apareció una chica castaña con mechones rubios, buenas curvas -y gran estilo de la moda al parecer- me quedé atónito.

— Qué bien que vinieras.–dijo y cruzó los brazos.– ¿hasta cuándo planeabas dejarme esperar?

— Disculpa, pero yo soy el que llevo más de una hora aquí. Ten. –le di el helado ya hecho líquido.

— ¡Ugh! ¿Qué es esto?

— Es culpa tuya por no llegar antes, sabes... Me recuerdas a alguien.

— ¿En serio? ¿A quién? ¿Lo conozco? –se alteró demasiado, sus ojos brillaban y me estaba viendo desde abajo, dejando ver una parte de sus pechos.

— Eh... A un amigo, es un fastidio. Parece una mujer. –retiré la mirada y me levanté.

— ¡Muéstrame más respeto maldita iguana! –me señaló con una manicura perfecta, su otro puño estaba cerrado y me miraba con demasiado enojo. Fue en ese momento que comprendí.

—.... ¿Ruki?

— El mismo que viste y calza.

— ¿¡Qué mierda te ocurrió!? E... Es decir, estás guapísima...

— Déjame decirte que no fue una cirugía plástica. Desperté y ya tenía estas.... Estas... ¡Cosas en el cuerpo! Tuve que comprar ropa para dama.

— ¿Y por qué tan vulgar?

— No lo es, es linda. Las chicas definitivamente se visten mejor que nosotros. –dijo admirando sus piernas descubiertas por el vestido y su trasero.– en fin. Te llamé porque los demás no me creyeron. No debí decirles que era yo y menos con esta voz. ¿¡Cómo se supone que voy a cantar!?

— Inténtalo, seguro tu voz es la misma.–obedeció y cantó sólo un poco, tuve que cubrir mis oídos.– agh~ es muy aguda... Ay no... No no no Ruki no llores ¡No~!

— ¡Soy un asco! ¡No merezco vivir!

— V...vamos a caminar un rato, te compraré sudaderas nuevas o bolsos pero por el amor de mi mamá ¡cálmate!

— ¿Dijiste... Bolsos? –limpió sus lágrimas y me tomó del brazo con una sonrisa de oreja a oreja.– está bien, vamos.

— ¿Qué voy a hacer contigo? –dije rondando los ojos mientras caminábamos hasta las tiendas departamentales.
Entramos a una de lencería para chicas, yo estaba más que avergonzado; las chicas en el lugar susurraban a nuestras espaldas y descaradamente él me preguntaba "oye, ¿cuál se vería mejor en mí, el rojo o el dorado?". Mi martirio se acabó al salir de ahí, al poco tiempo me invitó a comer, luego jugamos videojuegos en mi casa y cenamos pizza.

— Debo confesar, que a pesar de ser una chica con grandes senos eres muy divertido.

— ¿No siempre lo fui? –dijo dándome un codazo en la costilla.– perdona por lo del local de lencería... Fue a propósito.

— Eres un...–me abalancé sobre él y comencé a tocar y estrujar su pecho a modo de juego...hasta que soltó un gemido.– Taka-chan~ eres un pervertido.

— N... No fue mi intención... Es que... Se sintió... Extraño. –se sonrojó y sonrió.– así que eso sienten las chicas... De verdad extraño.

— Hmm~ y qué pasará si...

— Qu...Qué... N.. ¡No! Akira... ¡Detente!

— No quiero~ Ryuka-chan~~

— N...¡no!

♣ ♠ ♥ ♦

Desperté a la mañana siguiente, o mejor dicho, desperté gracias a  los gritos de Takanori.

— ¡Akira! ¡eres un pervertido! ¡un total degenerado! ¡Te mataré!

— Es bueno en cierta manera oír tu voz masculina, Ruki.

— ¡Oh por mis brillos! – lo miré y aventé una almohada a su entrepierna.

— ¡Cubre eso, maldición!

— ¡Tengo bolsos nuevos!

— Eres un imbécil... Y una pasiva.

— ¡Oye~!

INSIDE BEAST (one shoots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora