Shadow Of Love

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*Kai x Reader*

Fue hace un par de años, le recuerdo como si hubiera visto su sonrisa por última vez ayer.
Sus ojos brillantes bajo la lluvia y las estrellas, su cabello que irradiaba un resplandor especial, su dulzura y sus labios tan suaves, sus curvas; la manera de decirme "Te quiero" era incomparable, única al igual que ella y sus manos, las yemas de sus dedos y el roce de éstas en mi cuello o en mi espalda.
Y todo lo perdí por imbécil.
Ella era todo lo que buscaba en una mujer, (n) era perfecta.
Pasábamos por una alameda tomados de la mano, ella llevaba un vestido no tan pegado a su cuerpo, de color rosa pastel y con toques de brillo en la parte superior. Sus uñas estaban largas y decoradas ese día, llevaba un maquillaje natural y yo no podía dejar de ver... Mi teléfono celular.

— ¿No crees que este vestido me sienta bien? Tanabe. –me preguntó con una sonrisa mientras yo hacía sentado en la banca del parque, pensando "bien, terminaré esto, la llevaré a casa y tendremos una sesión rápida de sexo."

— Sí linda, lo que tú digas. –miraba mensajes entrantes del trabajo, de mis amigos y compañeros, de otras chicas.

— … Ya veo. –ella comenzó a caminar hacia una fuente de agua que tenía la figura de Venus justo en el medio, entonces se inclinó, tomó un poco con sus dos manos y me empapó el cabello.

— ¿Qué te pasa? ¡(n), estoy en medio de un asunto importante! ¡Maldita sea, mira mi teléfono! –me levanté furioso mientras su mirada alegre se oscurecía y yo me alejaba.
Ella se quedó inmóvil, no hizo nada y ni siquiera pidió una disculpa, porque nunca la necesitó, porque ella sabía que yo estaba teniendo un día difícil y sin embargo salí con ella.
Yo debí pedir un perdón antes de que ellos llegaran y me la arrebataran justo en mi cara.

— ¡Oye! ¡Deten el auto! –grité y corrí todo lo que pude detrás de la gran camioneta negra con las ventanas negras.– ¡Que alguien detenga esa maldita cosa! ¡(n)!

Un sujeto me mostró el dedo medio desde la ventana, sólo me arrodillé y lloré mientras alguien llamaba a la policía. Luego de eso me llevaron a casa y trataron de tranquilizarme dos uniformados, me preguntaron un par de cosas a las cuales contesté todavía en estado de shock.

— Señor Tanabe, lo mantendremos informado. Alguien vio las placas del carro y se nos hará fácil localizarlo. –me dijo uno de ellos con una pequeña libreta en mano.

— Yo tuve la culpa, e... ella sólo quería… solamente quería…

— Me quedaré con usted por unas horas señor. –la mujer que acompañaba al sujeto me abrazó, yo estaba sentado en el sillón de mi casa cubierto con una manta que ellos me habían proporcionado.

— No es necesario, estaré al pendiente del aparato. –dije lentamente, retirándome al cuarto que ambos compartíamos. Aún así la chica que quedó en la sala de estar mirando su celular.
En la mesilla de noche, se encontraba una foto enmarcada de ambos, ella con una blusa azul marino y yo con una polera blanca con logo bordado. Estaba tan feliz, se le veía bien y no pude evitar recordar la expresión en su rostro gritando mi nombre cuando ese sujeto la metió a fuerza en el vehículo.

— (n)… –susurré tomando la foto entre mis manos, dejando que las lágrimas se derramaran sobre mis mejillas.– soy un idiota, no supe valorar lo que tenía, solamente quería tu cuerpo esta vez. Merezco la muerte.

Me recosté abrazado al retrato hasta que me quedé dormido, sentí que una voz me hablaba en sueños; creí reconocerla, y efectivamente era en quien yo pensaba: estaba parada con un vestido blanco largo y a lo lejos se veía un fondo de cielo nocturno, estaba de espaldas y entonces la llamé para que volteara y funcionó, me estiró los brazos como para abrazarme, lo hizo una vez que me acerqué lo suficiente.

— Linda, en serio… perdóname por tener esos pensamientos tuyos, perdón por enojarme cuando no debía porque yo sabía que tú querías estar conmigo. Lamento mucho no saber valorarte y valorar el esfuerzo que haces siempre en tus detalles que siempre terminan cubriéndose de polvo. Lamento todo aquello que te hice pasar y en lo mal que te he hecho sentir y…

— Tanabe. –ella habló, su voz se escuchaba muy suave, casi como un ángel.– no tengo nada que perdonar, no lo necesito. Te amo.

Fue entonces cuando se retiró lentamente y unas alas salieron de los pliegues del vestido, ella se fue elevando con una luz que iba apareciendo. Y yo gritaba su nombre en un intento vano de que no me abandonase.
Y desperté sudando frío y mirando al techo blanco, llorando.
En aquel momento tocaron eufóricamente la puerta, al ver que no respondía la oficial entró, suspiró y lentamente bajó su gorra.

— Tengo noticias. –dijo secamente y fue todo lo que se necesitó para darme a entender que algo estaba mal.– han encontrado el vehículo.

— ¿Dónde está (n)? ¡Dígame dónde está mi novia! –me alcé y sacudí sus hombros, ella simplemente negó con la cabeza y me miró a los ojos.

— …Encontraron el vehículo, con tres cadáveres calcinados dentro. Todas eran mujeres jóvenes.

Y entre el llanto, mis gritos y maldiciones ella se arrodilló junto a mí y me abrazó todo lo que pudo para consolarme.
(n) traté de reponerme todo lo que pude y desde esa vez, en el último sueño, supe que siempre estarías conmigo.
Aunque nos separemos 
nuestras memorias no dejarán que 
nuestro vínculo desaparezca.

♣ ♠ ♥ ♦

Lamento mucho lo triste que está, estoy mal. Necesitaba desahogarme.

INSIDE BEAST (one shoots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora