—¿Por qué no te animas y le envías Solicitud?-
Akira tenía razón, no perdería nada intentándolo, creo.
–Solicitud enviada.–
—¿Listo, galán? -sonreía divertido. —¿Ahora vamos por una cerveza?-
—Ahora que lo dices, vamos.-
Y emprendimos viaje, toda la noche pase pensando en Uruha, sólo esperaba poder entablar conversación con ella y así, hacerla mía.
Hacerla caer a mis pies y querer que sea mía, sólo mía.
Ella es la perfección en persona no podría perder oportunidad que se me dé.Volví al rededor de las 2 de la madrugada, Akira me había acompañado.
—Oye, ¿No tienes miedo de que la cosa te salga al revés? -preguntó de repente. —Digo, sí no le gusta lo que tú piensas.- sonríe.-
—Sí esa hermosura fuera lesbiana, lo dirías.-
Akira sonreía.
—Sí claro...Lesbiana.-