Aoi podría ser algo idiota y mujeriego y todo lo demás, pero estaba seguro que si era alguien importante para él, dejaría todo de lado con tal de cuidarlo, algo que muy pocos saben de él.
Así como le pasaba con Uruha, aunque el castaño de seguro no sospeche nada, él igual haría lo posible para que se de cuenta de que algo estaba creciendo en él a causa del menor.
—Y pensar que al conocerte te confundía con una chica. -dijo riendo mientras lo veía venir a lo lejos.-
»Estaba muy equivocado, tú lo eres más bello que he visto en mi podrida vida; mejor que cualquier mujer, con esa compañía que me das y esas pequeñas sonrisas que se te escapan, adornando tu rostro.
—Hey Yuu.-
—¿Quieres café?-