Capítulo 8. Nuestra Única Salida. (Sebastián)

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Y aqui...

¡Burgh!
¡Aghh!

Solo veía sangre en todas partes...

Todo borroso, sentía que todo perdía brillo y se convertía en una película blanco y negro

- ¡Vamos... ¬ Francis apareció, veía su rostro muy borroso

¡Bang!
¡Bang!

- ¡Sebastián! ¡Reacciona! ¬ Francis

Pero en una lucha por abrir mis ojos, quedé plantado en una oscura siesta...

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*FLASH BACK*

- Buena suerte ¬ El Coronel Bradley dio sus últimas palabras, ya la dichosa misión había comenzado - Rickmond, Floyd y Sasha comprenderán el escuadrón principal, el escuadrón alfa, ustedes tomarán la delantera y buscarán en la sección sureste, el último paradero de los científicos Morren y Denise fue ese. Sebastián, Francis y Jorge comprenderán el escuadrón beta, buscarán en la sección norte, fue el último paradero de los dotores Laura y Dornand

- ¿Preparada? ¬ Le pregunto a Francis, a mi mano derecha

- Más que lista ¬ La chica carga su rifle dispuesta a saltar

El Coronel Bradley se acercó a mi y ató una cuerda de mi cinturón, teníamos que bajar de la nave.

Los primeros soldados que bajaron fueron Rickmond y su compañero Floyd

Los últimos fuimos nosotros dos.

Al bajar sentimos como los rayos del sol tocaban nuestras palidas pieles provenientes del espacio.

- (............................) ¬ Me quedé hipnotizado con el radiante sol

Caí rapidamente en la azotea del edificio científico.

¡Tlanck!

- Diablos, gran golpe... ¬ me quejo de un pequeño golpe en mi brazo izquierdo

- Cielos... Cielos... Estamos jodidos ¬ Jorge se levanta del suelo atemorizado

Me levante con rapidez y me puse en guardia, siempre tenía que mostrar la mejor destreza posible, quería ser la imagen a seguir del grupo de soldados.

- ¿Estas bien Francis? ¬ le pregunté antes de entrar al edificio

Ella miró el cielo y con una respuesta veloz entró al lugar - No tenemos mucho tiempo

Entramos simultaneamente al viejo edificio que aún se mantenía en pié.

Rickmond y su grupo tomó curso por la sección sureste, se marcharon rapidamente.
Jorge, Francis y yo observamos con detenimiento el lugar en donde estabamos, teníamos que hallar el curso el cual nos llevaría a la sección norte donde buscaríamos a nuestros civiles.

Todo estaba oscuro, algunas ventanas nos brindaban una escasa fuente de luz, la cual era vital para observar lo que teníamos a nuestros coscostados

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