Aquarius - Una saga de sirenas

❁ Prólogo

El aire frío y nocturno arremetía con las paredes de las casas y la cubierta de los árboles. Una puerta se abrió y un individuo salió.

—Buenas noches —le habló a un segundo individuo el cual lamía animadamente una barquilla de helado.

—¿Sabes de lo que me he enterado?

—No, dime de qué.

—Han comprado la casa gregoriana del fondo. —El individuo que lamía de la barquilla la dejó caer al suelo y abrió su boca en expresión de asombro.

—Tienes que bromear ¿quienes son? Esa casa es gigante, como una mansión.

—Una familia grande, interesada en una casa grande.

—Juguetes nuevos —gritó otro desde el otro lado de la calle.

Montones de hombres y mujeres emergían de la nada y caminaban sin rumbo por entre medio de la carretera conversando.

—¿Crees que ellos sepan? —preguntó uno.

—No, si lo supieran no comprarían aquí. La casa lleva sin comprar hace 7 años, dudo que si supieran procedieran a instalarse.

—Bueno, es una familia grande —comentó otro—. Escuché que tienen tres chicas, tres chicos, y el padre y la madre.

—¡Hurra! Familia numerosa —exclamó otro.

—¿Debemos tener miedo?

—¿Pero y eso por qué? Son solo humanos ¿qué daño pueden hacernos?

—Los que deberían tenernos miedo son ellos —aclaró otra.

Todos se dirigieron hacia el pueblo, caminando por la calle saludando a todos animadamente. Unos al bar, otros al centro comercial, todos se separaron. La calle quedó en silencio, y la casa victoriana del fondo desolada. ¡Suerte que pronto la ocuparían nuevos individuos!