13 - Pensamientos

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Escucho una discusión así que entro al bar, viene de la parte de las camarines, me acerco hasta que quedo enfrente al de Mad, cuando me asomo en la puerta  veo como ella y Dan están discutiendo dentro.

--Pero por qué no puedo usar? –pregunta ella indignada, por su tono de voz se que esto ya va hace un buen rato.-

-- Porque no quiero que uses eso –dice el y lo veo pasarse las manos por el cabello.-

-- ¿Por qué Dan? Todas pueden usar y yo no...

-- Mierda, Mad, soy tu jefe! Haz lo que te digo y ya –grita exasperado pero veo que Mad no va a desistir.-

-- No, estas actuando rarísimo conmigo, no me dejas bailar los días que hay mucha gente, ahora no quiere que use cierta ropa... ¿Qué pasa?

-- Me vas a odiar –dice él.-

-- Jamás podría hacerlo Dan –ella se acerca y llego a sentir desde acá la tensión.- Eres un gran amigo, me ayudaste un montón.

-- Pues para mi eres más que eso –confiesa y yo me paralizo, le va a decir.- Ni siquiera puedo pensar en ti como una amiga... -suspira y se da la vuelta.- Diablos, Mad, enserio no te haz dado cuenta?

-- ¿Darme cuenta de que?

-- De que estoy loco por ti –él la mira y veo como ella realmente se sorprende, Mad eres una ingenua pienso yo.- Todos en este bar lo saben, menos tú.

-- Dan... no, no sé que decir.

-- No es necesario que digas nada –suspira.- Solo... no puedo ver que esos hombres te miren, te quieran tocar, te quieran follar... -ella lo mira atenta, a cada uno de sus movimientos.- por que yo también me muero por tenerte, pero tienes un maldito novio.

-- Dan..

-- Solo vete, si? –agarra su chaqueta y yo me alejo de la puerta.-

-- No puedes decirme eso y mandar que me vaya –ella chilla y el niega. Doy media vuelta para que no me vean pero choco con un pecho, duro, demasiado duro, casi como una pared. Suspiro cuando un par de brazos tatuados me sostiene.-

-- Cuidado preciosa... -Stephen rie y yo veo como Dan sale y queda petrificado al vernos así.-

-- Hola chicos –nos saluda y yo me separo de Stephen.- ¿Puedes tomar cuenta del bar? No me siento muy bien –me dice y yo asiento.-

-- Escuche algo –me sincero y el baja la mirada.- Lo siento Dan, hablaré con ella. No quiero que quede raro las cosas entre  ustedes...

-- Gracias –dicho eso él se encamina hacia la salida. Yo mando a Stephen avisarle a los seguridades que Dan no va a estar y entro al camarín de Mad.-

--Escuche todo... -digo.-

-- ¿Lo sabías?

-- todos lo saben Mad –rio y ella asiente.- Menos tu, eres tan ingenua...

-- Es que no entiendo... -me mira y una sonrisita se abre paso en sus labios.- Me confundió, sus palabras rompieron algo dentro de mi... -sus mejillas quedan rojas.- No pensaba en otra cosa que querer besarlo, se veía tan tierno... -yo alzo unas cejas.- Estuve a punto de saltar sobre él, mierda Caro, Dan me confundió mucho. No sé que hacer.

-- Piensa, si? -ella asiente y yo me pego una cachetada mentalmente, soy la peor dando consejos; porque a mi también hay una persona que me confunde y lo que menos hago es pensar.- 

Caroline. |Stephen J.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora