Príncipe o....

Entre las sombras

Las cosas parecían calmarse cada vez más en la vida del grandioso Tony Stark.

A pesar de las constantes pesadillas que lo acosaban de noche, la constante compañía de Bucky y Steve, estaban ayudándole mucho...

Pero aun así se sentía observado...

Steve le decía que eran secuelas por el secuestro, pero que él personalmente se había encargado de aumentar la seguridad...

Fury también le aseguro que estaban tratando de obtener algo de información de la base donde lo tenían capturado.

Cosa que no le hacía sentir del todo seguro, pero nada importaba...

Él tenía un leve presentimiento de que algo más grande se acercaba...

Y por ello pasaba días encerrado en su taller, tratando de mejorar su seguridad y sus armaduras...

Pero lo que ni Tony, ni nadie al parecer podía descifrar...

Es que en efecto, si había algo entre las sombras...

Algo que lo vigilaba...

Que esperaba que durmiera para entrar a su mente...

Robar algo más que solo sus sueños...

Pero que por algún motivo no deseaba dañarlo...

Solo esperaba...

***

Mientras tanto Bruce trabajaba...

Se sentía sumamente feliz de poder ayudar a su amada...

Ella le había pedido hacer algo por el...

Y el por extraña que la petición le sonó, no pudo evitar hacerlo...

Como si algo en su mente lo obligara a investigar...

Mientras ella le observaba sonriente...

Nada nuevo...

Desde aquella cita, las cosas habían cambiado dramáticamente para el...

Se sentía cada día más distinto...

Incluso había podido dejar de escuchar a Hulk...

Su otro yo parecía dormido ante la presencia constante de la espía...

Algo agradable pero confuso...

Ambos se conocían de años...

Y aun así nunca había pasado algo de tal magnitud...

Pero cada vez que intentaba pensar en ello...

Su mente volteaba a su nuevo proyecto...

Y sus ojos no podían apartarse de los de Natasha...

Él quería verla feliz...

Y algo en su mente le decía que...

Como el nuevo suero no estuviera listo pronto...

Ella podría molestarse bastante...

Y por alguna razón...

Le temía más a la viuda...

Que al mismísimo Hukl...

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