Capítulo 6: Encuentro

3.8K 656 509
                                    

Yurio, Yurio, Yurio.

¿Cuánto llevo escuchando el nombre de ese idiota?

Me causa cólera solo recordar que es la dichosa pareja de mi precioso cerdito. Las menciones de aquel niñato, a quien todavía no se me hace el "placer" de conocer como es debido, logran fastidiarme. Llevo días lidiando con lo anterior solo para recaudar información de él.

Las cosas con mi Yuri no cambiaron desde entonces, continúo acompañándolo cada día de regreso a casa. Incluso me atrevo a confesar nos hemos vuelto más íntimos en algunos aspectos, ya no existe esa incomodidad de parte suya; hablamos de manera fluida y eso provoca una sonrisa en mi rostro, la cual tan rápido como llega, se va.

Un revuelo en el grupo me hace poner fin a mis pensamientos, enfoco la mirada en Minami, pues viene entrando con alguien al que reconozco de inmediato.

—¡Yuri, han venido a verte! —avisa el menor, sin ocultar su emoción.

Observo cómo te giras para toparte de frente al chico recién llegado. Tu rostro se transforma de la confusión a la sorpresa, sonriendo tan brillante como siempre.

Con algo de vergüenza te levantas para ir rumbo a su dirección. Al estar juntos, habiéndose ido Minami en cuanto te acercaste, te lanzas para abrazarlo por un corto tiempo y posteriormente iniciar una platica cuya atmósfera grita toda la alegría que sientes, tu sonrisa no parece querer desvanecerse, nunca te había visto así de feliz, con un carmín bastante apreciable en tus orejas.

—Phichit —llamo—. ¿Quién es ese chico? —pregunto sin apartar la vista de ellos. Creo perdí el sentir de mis manos por tanta fuerza ejercida en estas, formadas puños hasta doler.

—Es el Yuri del que hemos estado hablando —contesta, mirándolos—, aunque como te diste cuenta le decimos Yurio.

—Sí, ¿pero hace cuánto que están juntos?

—Te lo diré si me regalas un beso —condiciona con picardía, sin temor de ser atrapados.

—Estamos en un lugar público —Le recuerdo.

—Oh vamos, solo será en la mejilla —dice poniéndose cerca mío.

Suspiré, lo que tenía que hacer por mi cerdito.

—Bien —mascullo. Miro de reojo al alrededor, comprobando que nadie nos vea, para acto seguido plantarle un corto beso en su pómulo derecho; haciéndolo flaquear con tan simple toque—. ¿Y entonces? —Comienzo a hablar, pues noto que continua en su ensoñación.

—Se conocen desde hace pocos meses —responde al tiempo que toca su mejilla—. Son novios desde hace mes y medio, pero él tuvo que irse durante dos semanas por algunos asuntos —cuenta.

Incluso habiéndolo escuchado de su mejor amigo, sigo sin poder creer que ese oxigenado sea pareja de mi Yuri, el nipón es tan lindo, amable y dulce, merece alguien mejor, una persona qie vea y cuide de él, es decir, me necesita a mí.

Con esto en mente, me levanto, ya es hora de darme a conocer.

—Ahora vuelvo —comunico yendo rápidamente hacia donde se encuentran esos dos.

—¡Ey Viktor! ¿A dónde vas? —grita desde su lugar.

Con cada paso, siento mi sangre hervir, Yuri Katsuki es MÍO desde que mis ojos lo captaron. ¿Qué se cree aquel rubio para venir a quitarme mi mayor tesoro? Pero lo que más duele es notar que mi lindo japonés parece muy a gusto a su lado.

¿Por qué, Yuri? ¿Por qué engañarme d esta forma? ¡He aguardado tanto por ti y así me pagas! Soy el hombre perfecto, si tan solo me dejaras mostrarte.

Tarde. | Vikturi (Marzo 2023)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora