Venganza [Rache]

Capitulo 19

  CLINT

Dos semanas encerrado en este lugar y no me dicen absolutamente nada. Mi único entrenamiento es mirar el techo y no es como si hubiera algo interesante que ver. Estar aquí solo me hace pensar mucho más de lo que me gustaría. Las cosas me hubieran salido bien si las hacía solo, como lo planee desde el principio. Confiar en Natasha fue un error que no vi venir.

Por otra parte, Nathaniel ocupada mi pensamiento desde que llegue acá. Sé que en manos de ella él estará bien, sin embargo, no saberlo con exactitud me inquieta. Quizá también hay un poco de enojo con respecto al tema, tengo derecho a saber de él y no me lo están respetando. No recibo noticias desde que estoy acá, eso es injusto.

Decidí hacer algo con eso, sé que quien me está vigilando es alguien con el cual ya trabaje. Usaré eso a mi favor.

Di dos golpes en la puerta y mi ex compañero apareció.

—Quiero hablar con Hill. —le pedí.

—No puedo moverme de acá, Clint, lo siento.

—Sé que puedes, no es necesario que te muevas de tu posición. —dije— Matt, solo quiero saber algo de mi hijo, es todo.

Con eso último sé que lo he convencido.

—Veré que puedo hacer. —dice, luego de unos segundos.

Asiento y vuelvo a sentarme sobre la cama, esta vez paso el tiempo con una pelota roja. Si no logro hablar con alguien, entonces improvisaré algo. Ver a Nathaniel es mi prioridad ahora, no me lo van a negar.

[...]

Tal vez haya pasado dos o tres horas cuando escucho que la puerta se cierra y abro los ojos. Estaba consciente de los ruidos al mi alrededor, no dormía, estaba esperando a alguien. Apenas me siento la veo unos segundos en el otro extremo del cuarto. Rápidamente aparte mi mirada de ella. Por lo poco que pude notar, luce una chaqueta negra y unos jeans oscuros, eso me daba la seguridad de que no estaba en servició.

—¿Cómo esta él? —Le pregunto, aún sin verla.

No era necesario mirarla fijamente para saber que su respuesta sería sincera.

—Bien. Es bastante tranquilo. —me responde.

Levanto la cabeza y decido mirarla, esa mirada tan indescifrable que tiene a veces no me deja ver nada más de lo que ella quiere mostrar. No quise que el silencio nos atrapara y la hiciera hablar a ella, así que solo me dedique a preguntarle algunas cosas que quería saber.

—¿Cuándo voy a poder verlo? —fui directo.

—Estoy segura de que cuando terminemos esto, te dejaran estar con él.—me asegura.

—¿Terminar que cosa? —me levante al escuchar su última respuesta. Ella de inmediato se dio cuenta de que hablo de más y esquivo mi mirada.— ¿Así serán las cosas ahora, Natasha?

—No puedo hablar. —se limita a decir.

—No quieres hablar.—le corregí con enojo— Supongo que dejamos de ser tan íntimos, ¿Verdad?

Ella suspira. No veo arrepentimiento en sus ojos y eso es lo que más me molesta.

—Lo que hice solo fue por ti, no por ellos. —murmura, como si no quisiera que la escuchen.

—¿Por mí? —di tres pasos adelante, quedando a solo dos de ella— Lo hiciste por ti, porque no quieres culparte si algo me pasará sabiendo que podías detenerme. Pero esa era mi decisión, Natasha. No tuya.