Tormenta... (III)

353 48 2
                                    

Kuroko estaba sentado en el sofá de la sala junto a Nigou, ambos esperaban a que Ogiwara pasara por el umbral de esa puerta el peliceleste quería hablar con él, sabía desde la noche anterior que algo le ocultaba y quería saber que era, el que lo evitara y mintiera había traído viejos traumas de regreso en su mente y heridas ya casi cerradas comenzaban a doler, después de haber hablado con Kise había comprendido algo importante.

Flash Back.

Aquella pequeña sombra estaba en su apartamento seguía buscando la dichosa caja sin éxito alguno, pensó que quizás Kise o Aomine sabrían algo al respecto o quizás Kagami... No eso no podía ser cierto él ni siquiera se encontraba en Japón.

*tono de celular al fondo*

Llamada telefónica.

*reaccionando* -¿Si? Habla Kuroko.

-Kurokocchi ¿en dónde estas? No te veo.

-¿Kise-kun? *mirando el reloj* ¡diablos! Lo siento Kise-kun sigo en casa, voy para...

*interrumpiendo lo*- No te preocupes Kurokocchi si quieras podemos ir a tu casa, ¿tú qué opinas muchacho?

*woof woof al fondo* -¿Seguro? Digo...

-No hay problema este va a ser nuestro último paseo por algún tiempo así que quiero disfrutarlo.

-Ok te espero, disculpa y gracias Kise-kun.

Fin de la llamada.

Volteo a sus alrededores todo era un desastre nada propio de él, tendría que acomodar un poco tenía 15 minutos hasta que llegara Kise así que solo arreglaría la sala y estancia. Una vez pasados los 15 minutos el timbre sonó y se escucharon unos rasguños en la puerta, se dirigió a la misma y cuando la abrió.

*agachandose y abriendo los brazos* -Nigou, no sabes cuanto te extrañe.

-Wruoof. *lamiendo su cara*

-Kise-kun gracias por cuidarlo todo este tiempo, pasa por favor.

-No hay de que Kurokocchi, sabes que Aominecchi y yo haríamos cualquier cosa por ti *sonrisa radiante* ademas este muchacho *agachandose y acariciando a perro* es muy bien portado, no dio ningún problema.

-Eso es verdad, pensé que Aomine-kun también vendría.

-Ese era el plan, pero hoy en la mañana Jungcchi-sempai nos llamo diciendo que quería vernos.

-¿En cerio? *extrañado*

-Si, aunque no sabía para que así que Aominecchi se adelantó. *sonriendo*

-Perdón Kise-kun si tienes prisa.

-Ellos pueden esperar, más aún ¿qué ocurrió para que se te olvidara nuestra cita? Eso no es propio de ti. *sentándose y recargando su codo en la mesa*

*suspirando*-Primero quiero preguntare una cosa.

-... *atento*

*sentándose frente a Kise*-Antes de irme a Corea guarde en una caja algunas cosas... ¿Ustedes no la tomaron?

-No, ni Aominecchi ni yo hemos sacado algo de tu casa, *viendolo algo nervioso* Pero ¿qué tiene esa caja que es tan importante como para olvidar una cita conmigo? *haciendo un puchero*

*poniendose de pie* -No es que sea algo importante, es solo que... tú sabes son algunas cosas de la preparatoria. *con cara de poker*

-¿Estas seguro?

-Si, *murmurando* pero entonces ¿en dónde estará?

-Kurokocchi ¿estas bien? Te noto algo decaído.

Tarde...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora