Tres
Justin
“¿Serás tú?”
La música sonaba tan alto que las paredes zumbaban, el club Under 21 siempre estaba dispuesto a albergarme, Scooter ni se enteraría de que estoy aquí, no hay paparazis, ni cámara que me fotografíen, solo había chicos bailando, distraídos de cualquier persona que estuviera ahí.
Me acerqué a la pista de baile, justo en medio había una guapa pelirroja bailando, no dudé ni un momento en acercarme.
-¿Qué pasa que no bailas, bombón?-Preguntó ella, acercándose a mí con pose seductora
-¿Qué pasa? Pues, estaba buscando algo de compañía, tú sabes, alguien que esté dispuesta a bailar conmigo esta noche, alguien que sepa divertirse, ¿serás tú?-Conteste, coqueteando.
-Ya lo demostraré
La chica me tomó por la cadera, haciendo que nuestros cuerpos quedaran justamente pegados.
Comenzó a moverse lentamente, haciendo que mi miembro quedara a la altura de su vientre, al principio era un gesto que me incomodaba, a medida que bailaba la quería tener solo para mí.
Se dio la vuelta, y comenzó a mover las caderas, dios. Sí que sabe moverse.
Su despampanante trasero me rozaba, sentía que iba a explotar, sin dudarlo, la tomé por la cintura, acerqué su cuerpo aún más y la besé en el cuello.
Una parte de mí quería parar, esto no era correcto, yo no jugaba con las mujeres, pero otra parte de mi quería más, y más.
-¿Te gusta esto, chico, eh? Quiero ver cómo te mueves-Exclamó la pelirroja
Obedecí y comencé a bailar al ritmo de la música
-¿Te han dicho que eres igual a esa celebridad de moda?- Preguntó.
Mierda.
-Sí, pero no creo que él se pueda comparar conmigo, claro, yo soy mucho mejor, ¿Cómo te llamas?-Pregunté, cambiando de tema
-Soy Carol-Me acercó a ella haciéndome parar, me susurró al oído-Chico, no soy tonta, sé muy bien quien eres, pero no te preocupes, tu secreto está a salvo-Se separó de mí y me guiñó el ojo por encima del hombro.
Salió de la pista, yo la seguía con la mirada, se sentó con un par de chicas más en una mesa al fondo, una rubia y la otra morena con destellos azules, hermosas, sin duda.
Carol les murmuró algo al oído, haciendo que ambas voltearan a verme.
Ambas se llevaron las manos a la boca.
Mierda.
Por algo me costaba confiar en las personas, siempre terminaban traicionándote, esta vez me había fallado una perfecta desconocida, le había contado mi secreto a dos chicas que seguramente serían incapaces de guardárselo para ellas mismas.
La música dejó de sonar. Las chicas se pararon de sus asientos, a excepción de Carol, quien me miraba arrepentida.
Se dirigieron a la cabina del DJ, la rubia tomó el micrófono.
-Damas y Caballeros, mi nombre es Jessica, y les tengo una sorpresa, hagan el favor de voltear al centro de la pista-Sentí miles de miradas de asombro que caían sobre mí-Para todos ustedes ¡JUSTIN BIEBER!
‘Corre’, pensó mi subconsciente, a lo que mi cuerpo reaccionó rápidamente, escapando de toda una multitud que se abalanzaba a diestra y siniestra sobre mí.