El valor

30 5 0
                                        

Había pasado una semana desde que tome la decisión de querer tener el poder de Chat noir.

--Pequeño Adrien tengo hambre ¿no puedes ir por un poco de queso Camembert?

--Plagg aquí no hay Camembert, lo siento amigo. Pero hay manzanas ¿quieres una?

--¡Noooo!  Odio las manzanas. Grito Plagg.

--¿Todo esta bien Adrien? ¿Te pasa algo? Preguntaba Juliette.

--Si, Juliette lo siento mucho si te moleste.

-- No te preocupes, por cierto que lindo muñeco ¿es tuyo?

¿Muñeco? ¿Cual muñ..  ¡PLAGG!

-- S-si Juliette es un recuerdo de mi madre.

--Es muy lindo cuidalo mucho, debe ser un gran e invaluable recuerdo de ella. Mientras lo decía su voz se entrecortaba como si pasara algo malo.

--Si necesitas algo solo dímelo Adrien. Ahora ve a tu cuarto que más tarde tienes clases.

--Claro. Le decía mientras cerraba la puerta de mi habitación.

--Estuvo cerca Plagg.

--¿Quien es Plagg? Decía alguien dentro de mi habitación

--Responde huerfano, ¿quien es Plagg? Era Charlie el que se encontraba en mi cuarto.

--No es nadie. ¡Vete!

--¿Es tu horrendo muñeco que llevas ahí? ¿Ese es Plagg?. Decía mientras se acercaba a mi.

--No, no es nadie, ¡devuelvemelo por favor! Estaba al borde de llorar.

--Ahora es mio y no te lo devolveré, huerfano llorón.

En el momento que Charlie me llamo huerfano llorón perdí el miedo.

--¿Que harás huerfano? Me repetía mientras se reía de mi.

-- Dame a Plagg. Dame a mi Plagg. Le decía mientras lo empujaba al suelo.

-- Te voy a acusar con Juliette no te salvaras de tu castigo. Mientras hablaba sus lágrimas salían.

--Pequeño Adrien, perdiste el miedo que tenias por Charlie. Acabas de pasar tu primer prueba.

--¿Mi primer prueba?

-- ¡Si! Pasaste la prueba del valor. Ahora mira tu anillo pequeño Adrian.

--Increíble una huella se pinto de color verde. Estaba muy emocionado.

-- A medida que vayas pasando tus pruebas las demás huellas se pintarán de verde. Al pintarse todas estarás listo para tener el poder de Chat noir.

--¿En verdad? Le pregunte a Plagg tan emocionado que olvide por completo las palabras que Charlie me decía.

--¿Adrien? ¿Puedo pasar? Era Juliette.

--Plagg esconde... Ya no estaba.

--Claro, adelante.

--Charlie me contó lo que paso, pero lo conozco de mucho tiempo y se que tuvo que hacer algo para que lo empujaras ¿estas bien?

-- Si. Exclamé de manera alegre

--Por esta vez no te castigare, pero ten más cuidado y cualquier cosa que pase dímelo antes de actuar.

--Seguro. Pero Juliette no comprendía que ya no tenía miedo, ni de Charlie, ni de la soledad, ni de ser un huérfano...

Mis Dos VidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora