Mis Dos Vidas

Corazón Ardiente

Perdonen amigos la cuestión es que acabo de hacer el libro de mi vida, mi tesis de grado, por eso no pude hacer más historias pero ya regrese por aquí.

El día esperado por fin llego, la Pamplonada.

--¿Y porqué debo vestirme así?

--Porque así nos vestimos para correr. Me decía Bruno mientras se reía de mí.

--¿Y si no soy tan rápido?¿y si me caigo?

--Adrien tu lo harás ya lo veras, aunque si tienes miedo lo entenderé.

--Te ganaré Bruno ya lo veras.

Ese día estaba tan nervioso por correr no sólo contra un novillo eran alrededor de 100 toros.

--Listos, ¡SOLTAD A LOS TOROS!

--¡Corre Adrien, corre!

Cuando comencé a correr sentí algo muy raro dentro de mi, algo como emoción, miedo, valentía y más sensaciones que no se describir incluso ahora.

--Adrien debes correr a la derecha si te vas por la izquierda será muy difícil que le ganes a los toros. Decía Bruno sofocado por correr a altas temperaturas.

No se en que momento me perdí entre la multitud y deje de ver a Bruno.

--¡Bruno! ¿Donde estás?

Seguí corriendo para no toparme con los toros hasta que paso lo inevitable.
No pude pasarme al lado derecho donde Bruno me había dicho que debía ir.

--Miren un chaval, tiene cojones para venir aquí. Escuchaba mientras seguía corriendo.

Recuerdo correr como nunca en mi vida, pero un toro nos alcanzó en las últimas vueltas.

--¡Cuidado chaval!

Al ver tan cerca al toro me quede inmóvil, pensé que ese día terminaría muy lastimado hasta que Dario el señor que iba junto a mi me empujó tan fuerte que me saco de la calle para que no me lastimara el toro.

Cuando volví vi a Dario tirado con sangre saliendo de su pierna.

--Perdón señor, por mi usted está así.

--Chaval sigue corriendo ahí viene otro toro.

--¡No! No lo dejare

Recuerdo que al ver al toro un resplandor verde salio de mi y me dio el valor para enfrentarlo.

Lo último que recuerdo es tomar al toro por los cuernos y alejarlo de Dario.

Desperté en un hospital otra vez...