-Ella. -dice finalmente, observando a Aleisha, quién tiene sus ojos llenos de lágrimas.
Zorra. Zorra. Zorra.
-Luke. -la voz de Mike suena repentinamente y Luke dirige su mirada hacia él, evitandome. Se encoge de hombros y Michael niega levemente.
-Como quieras. -digo sentándome, cerrando mis ojos y apretando mis puños.
Intento concentrarme en mi respiración, tratando de evitar gritarle a Luke por la impotencia que se ha apoderado de mí.
-Hey, Cassie. ¿Estás bien? -Harry pone su mano en mi hombro y yo niego, abriendo mis ojos y mordiendo mi labio inferior.
-Duele, ¿sabes?
-Ven aquí.
Apoyo mi cabeza en su pecho y Harry me envuelve en sus brazos, mientras hace círculos en mi espalda. No me malinterpreten, no es ese tipo de abrazo. Es el tipo de abrazo que te da un amigo, para hacerte saber qué está allí para ti, pase lo qué pase.
Oigo las voces de los chicos, en especial la de Hannah, pero lo ignoro. Cierro mis ojos y me concentro en los calmantes latidos de Harry, mientras caigo en un profundo sueño.
A veces, todo lo qué necesitas es saber qué no estás sola.
***
Abro mis ojos y frunzo el ceño, sentándome de golpe. Estoy en una habitación, precisamente, en una cama. Me levanto y miro mis pies, notando qué estoy sin zapatos. Camino hacia la puerta y apoyo mi mano en la manilla, hasta qué alguien la abre por afuera y mi cabeza choca con la puerta. Doy un paso hacia atrás, poniendo mi mano en mi frente.
La puerta es abierta por completo rápidamente y Harry y Niall entran a la habitación. Observándome preocupados, por lo qué yo río ante la situación reciente.
-¿Estás bien? -Harry pone su mano en mi hombro y yo asiento.
-Sólo fue un simple golpe, no es nada.
Intercambian miradas y luego me miran nuevamente.
-¿Qué?
-Nada, olvidalo.
Entrecierro mis ojos y me cruzo de brazos, finalmente comprendiendo lo qué sucede.
-Ya, entiendo. -me siento en una cama, sin despegar mi vista de ellos- Están sorprendidos por el hecho de que no he derramado una lágrima, ¿o me equivoco?
-Si. -Niall hace una mueca- Cassie, llorar está bien.
-No quiero llorar. -miento.
-Okay, ¿quieres ir a comer algo? Los demás están almorzando.
-Seguro.
Me pongo mis zapatos y sigo a los chicos hacia la puerta, para luego dirigirnos al ascensor. Nos detenemos en el primer piso y me guían hacia el restaurante del hotel. Logro divisar a los chicos, a Allie y a Aleisha en un gran mesa, y rápidamente, las miradas están sobre mí.
Mantengo mi cabeza arriba y mi mirada en la mesa, no voy a dejar que me afecte.
Llegamos a la mesa y me siento entre Niall y Harry, al frente de Luke y Aleisha. Genial.
-Es buffet, ¿quieres qué te acompañe a buscar algo? -miro a Harry y niego con una leve sonrisa, levantandome.
Camino hacia la larga mesa qué contiene literalmente, toda la comida qué se te ocurra. Decido por una ensalada y comienzo a agregarla a mi plato.
-Oh, eres sana.
Frunzo el ceño y giro mi cabeza, encontrándome con Aleisha, quién me observa con una gran sonrisa en su rostro.
-Aléjate. -replico devolviendo mi vista a mi plato.
-¿O si no qué? ¿Me golpearás?
-No, no soy como tú. -sonrío y volteo para volver a la mesa, hasta qué agarra mi muñeca.
-Ya gané, Cassie.
-Sí, ganaste el puesto a la más zorra del mundo. Y créeme, no tengo ningún interés en quitártelo. -respondo soltándome de su agarre y caminando hacia la mesa, dónde soy recibida por las miradas curiosas de los chicos.
Como mi ensalada en silencio, incómoda y nerviosa. Odio qué me miren.
La tensión entre Luke, Aleisha y yo, es notable. Los chicos nos observan, esperando a que hablemos o algo, por lo que yo les respondo arqueando mis cejas, provocando qué desvíen la mirada.
-Harry, ¿cuál era la habitación? -pregunto en un susurro, intentando no atrapar la atención de los demás.
-Yo te llevo.
-¿A dónde van? -Michael pregunta una vez que estamos de pie.
-A la habitación.
-¿Ya no serás nuestra compañera de cuarto? -Ashton pregunta y yo niego, indiferente.
-Los veo luego.
Harry voltea y yo lo sigo, dejando qué me guíe hacia el ascensor. Subimos hasta el tercer piso y Harry saca una tarjeta para abrir la puerta. Entramos, y me tiro en el piso, provocando qué Harry ría.
-¿Estás bien?
-Quiero estar en mi casa. Lejos de la zorra y el idiota.
-Haz lo que creas mejor, Cassie. Mientras sigamos hablando, por mí parte está bien.
-Gracias. -digo girando mi cuerpo y observando a Harry, quién me estira su mano, para ayudarme a levantarme.
La acepto con gusto y me siento en la cama, mientras Harry se sienta a mi lado, en silencio.
-¿Quieres estar sola?
-Sí, claro.
-Okay, volveré con los chicos. No hagas nada estúpido. -besa mi frente y yo pongo mis ojos en blanco, soltando una risa.
Harry sale de la habitación y yo me acuesto en la cama, consumida por mis masoquistas pensamientos.
Me levanto de golpe y observo la habitación en busca de mi maleta, encontrándola en un pequeño rincón. Camino hacia ella y me agacho mientras la abro, para sacar mi notebook. Cruzo mis piernas y apoyo mi espalda en la pared, esperando a qué se inicie. Abro el navegador y tecleo lo qué he tenido en mi mente durante estos días.
Tomo mi tarjeta de crédito e introduzco el número para terminar la compra. Suspiro y cierro mi Notebook, ya no hay vuelta atrás.
Los golpes en la puerta me despiertan y me dirijo lentamente, quizás Harry olvidó algo. Giro la manilla y me encuentro con Luke.
-Cassie, lo siento. No tienes idea de cuanto lo siento.
-¿Por qué la elegista a ella? -pregunto cortante.
-Estaba llorando y parecía qué le dolería si te elegía a ti. -muerde su labio inferior y yo suspiro.
-Haz lo qué quieras, ya no me importa, Luke.
Intenta acercarse, pero yo retrocedo un paso. Cierra sus ojos y voltea alejándose, mientras comienzo a cerrar la puerta, deteniéndome un poco antes para llamar su atención.
-Luke.
-¿Si?
Me observa esperanzado, lo cuál provoca dolor en mi pecho.
-Yo también sufro, y no voy a negar que lo que hiciste, me dolió.
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enamórame // luke hemmings
FanficDicen que cuando te enamoras, sientes un zoológico entero en tu estómago, piensas 24/7 en esa persona, y eso.. '"te cambia." Digamos que la idea de depender de alguien y no poder sacarlo de mi cabeza, me provoca nauseas. La verdad, nunca he est...