Capítulo 5

166 26 1
                                    

- shishishishi El jefe va a enojarse cuando vea esto shishishi- el rubio con corona observaba a los guardias escoltando a los intrusos que sacaban de la habitación del omega.
- Voooiii!!!!! Bel, ve a vigilar en tu puesto. No se supone que tienes que cuidar al nuevo?!!!- Squalo intento golpear a Bel pero el príncipe esquivó todos sus golpes con gracia y facilidad.
- la rana se fue a la fiesta con el jefe, además no tengo que cuidar de el, no soy su niñera, los principes no hacemos eso, shishishi- Squalo iba a golpear otra vez a Bel pero se detuvo al ver lo que hacian los guardias que Xanxus puso para que cuidarán al pequeño renacuajo. Ohh Xanxus iba a matarlos.
- vamos Bel, tenemos que informarle la situación al jefe.-

La copa que sostenía en sus manos explotó al ver entrar a su hermano menor colgado del brazo de esa basura. Fran miro a su jefe, se veía muy furioso, hasta sintio pena de la pobre alfombra que se manchó con el líquido que bebía su jefe todo el día.
- boss el príncipe que le arrebató la corona y el puesto del Rey parece que se lleva bien con el ave-kun, usted sabía algo de eso? Boss- su voz monótona enojó más a Xanxus, que le lanzó lo primero que encontró. Claro que el peliverde no llegó a esquivarlo y terminó en el suelo
- boss por favor no golpeé mi cuerpo, mañana tengo misión- como si no sintiera dolor se levantó y se acercó al ojos rojos.
- basura, cállate de una maldita vez y ve a ver por qué diablos esa escoria está con Yoshi- Fran miro al pelinegro y suspiró, no tenía opción si es que no quería morir.
Tsuna sintio las miradas de los nobles sobre el, y no eran agradables en absoluto. Miro de reojo al Condé, parecía que no le molestaban para nada.

Saludaron a la mayoría de las personas ahí reunidas, hasta que la música comenzó a sonar, invitándolos a bailar, Hibari tomó la mano del castaño, hizo una pequeña reverencia y la beso, Tsuna se sonrojo y comenzaron a bailar. Hibari no pudo quitar sus ojos de los castaños, se perdía en ellos con facilidad.
Realmente no entendía a ese príncipe, no era como sus hermanos de eso estaba seguro, lo había visto pelear y lo hacía bien, sabía cómo moverse. Pero le intrigaba saber lo que pensaba, antes de que lo nombrarán príncipe heredero nunca lo había visto, pero aquí estaban bailando en medio del salón, junto a todos los nobles y aristócratas que odiaba, jamás pensó siquiera hacerlo. Se dió cuenta que el príncipe sonreía y reía
- que es lo que le causa gracia, príncipe?- Hibari sonreía también, de sólo ver su deslumbrante sonrisa sin darse cuenta el hizo lo mismo.
- me da gracia la sensación de bailar con usted, parece que flotara, je je je, no lo siente usted?- su suave voz lo sedujo. Pensó lo mismo, así que comenzó a girar más, Tsuna no dejo de sonreír mientras bailaban. Ambos sintieron una gran tranquilidad en los ojos del otro.
Dino entró con Enma al salón y se sorprendió de ver a él Condé Hibari sonriendo y bailando con su hermanito. Automáticamente giro su rostro y buscó a su hermano mayor Xanxus, ambos observaban como bailaban. No es que le desagradara Kyoya, pero su hermano mayor no lo tomaría tan bien como el.
Volvió la vista a su hermanito, sonreía feliz, oh Tsuna, esa sonrisa era peligrosa, cualquiera se enamoraría de esa sonrisa.

En una de las habitaciones del castillo una sombra comenzaba a tomar forma humana, de sus labios un susurro comenzo a sonar, al compás de la música del salón, tarareo la canción que resonó en los pasillos desiertos del ala abandonada del palacio.

En el salón un pelinegro de traje ajustado entró robandose algunas miradas, sus ojos negros se clavaron en las dos personas que más llamaban la atención. Sonrió de forma seductora y camino hacia ellos. El mocoso ya había tenido suficiente atención.

-me permite continuar? Conde- reventando la burbuja que ambos habían creado, el conde miro sobre su hombro para saber quién era el que los interrumpía, sólo para encontrarse con el General de la guardia nacional fronteriza, Reborn. Y por primera vez desde que lo conocía no le hizo feliz verlo. El pelinegro de patillas lo noto y sonrió triunfante. Como amaba hacer eso.
- príncipe Tsunayoshi, me permite esta pieza?- el castaño miro al Condé, aún no quería parar de bailar con el. Pero el conde aflojó su agarre y se desilusiono, en una fracción de segundo el Condé lo atrajo hacia el y le susurró con su ronca voz
- el balcón, en 7 minutos- Sin darle tiempo a reaccionar lo soltó y entregó al pelinegro de patillas, que en ningún momento dejo de sonreír. Una vez solos Tsuna hizo una reverencia y comenzo a bailar con su acompañante.
- lo hiciste a propósito! Reborn.-castaño sonrió amablemente y bajo su mirada un poco
- no pude evitarlo al verte tan feliz bailando con él, me parece que haz olvidado lo que te enseñe, observa tu alrededor mocoso. Tu y tu acompañante lo único que han hecho a sido ser el centro de atención.- el pelinegro lo hizo girar hasta hacerlo ver de reojo como la mayoría de los invitados lo observaban y miraban con cautela. Suspiro derrotado y frunciendo su ceño miro a su tutor admitiendo su culpa.
- lo siento Reborn, yo... no me di cuenta de lo que hacia, simplemente... yo- sonriendo el pelinegro lo fue llevando poco a poco al balcón por donde el Conde había desaparecido.
- mi dame-Tsuna, lo único que hiciste fue disfrutar de un baile, no te preocupes, solo ten cuidado la próxima vez. Por cierto ya tengo las direcciones que me pediste y esta todo arreglado, viajaremos cuando quieras. Por ahora te dejare con tu Conde para que sigas hablando con el- besando el dorso de su mano el pelinegro de patillas dejo solo al tierno castaño que se sonrojo al oírlo que su tutor había soltado con dobles intensiones.
Los copos de nieve que comenzaron a caer a su alrededor lo sacaron de sus pensamientos, giro sobre si mismo y chocó contra el pecho del Condé. Este se vio tentando a abrazarlo al ver su hermoso rostro observándolo.
- Condé Hibari, lo siento no lo había visto- Hibari le tomó de la mano y le hizo una señal para que no hablará, rodeó su cintura con su brazo y lo llevó a un rincón, el castaño se acurrucó en busca de calor y se quedó inmóvil, esperando. Fue cuando vieron al pequeño Fran buscandolos en el lugar. Al poco tiempo el peliverde sintió frío y se fue. Ambos seguían abrazados, esperando la reacción del otro.
-Conde Hibari, deberíamos separarnos, si alguien entra y nos ve podría malentender la situación no cree?- con su suave voz susurro esas palabras, pero ni el ni el pelinegro se movieron de su lugar.
- dígamé príncipe, si yo llegara a aceptar ser uno de sus caballeros, usted se alegrará o tiene un reemplazo por si no aceptó- Tsuna lo miro otra vez mientras se separaba de el. Retrocedió dos pasos y tomo las manos, ahora frías del azabache, para sonreírle de la forma más dulce que pudo.
- por supuesto que me alegraría Condé, lo elegí a usted para ser mi primer caballero. Ya le había confesado de que si usted rechazará mi invitación tenía la idea de acosarlo hasta que aceptará. Y más ahora que he llegado a conocerlo, aunque solo un poco. - Hibari le beso ambas manos, ese pequeño gesto provocó que el corazón del castaño saltara de su pecho, haciendolo sonrojar.
-Yoshi- la fría y sombría voz de Xanxus provocó que el castaño se asustara, saltando en su lugar.
- Xanxus-onisama que haces aquí?- algo palido por el susto Tsuna tartamudeo un poco, sorprendiendo a Hibari, que se quedó callado todo el tiempo.
- ya hace frío, ve adentro, puedes enfermar- el castaño miro a su hermano mayor y le obedeció, aunque Xanxus lo noto muy desanimado. Hibari estaba por irse cuando Xanxus le tomó del brazo de teniéndolo, ninguno hizo movimiento alguno.
- más te vale ser serio con Yoshi, el pudo haberte elegido, pero a la mínima falta de respeto hacia mi hermano y te juro por él que te mataré- después de decir su amenaza el de ojos rojos volvió al salón, dejando al Condé pensativo.

El Príncipe y sus caballerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora