El Príncipe y sus caballeros

capítulo 7

Me mire en el espejo frustrado, mi piel mal cuidada, mis ojos cansados y con bolsas negras debajo de ellos y mi nariz constipada. Definitivamente horrible. Xanxus-onisama se enojaria mucho si se enterara de mi resfriado. La suave risa del Conde me sacó de mis pensamiento, me sentí tímido ante él.
-príncipe Tsunayoshi, no va a cambiar su reflejo por más que se mire y frunza el ceño más tiempo.- el Conde tenía razón nada ganaba con renegar de mi aspecto, suspiré frustrado, tome el cepillo y se lo pase al Conde. Aunque al principio fue algo extraño que el me lo pidiera note que  disfrutaba mucho de arreglar mi cabello, así que solo lo dejaba ser.

-nunca creí le gustara peinar a la gente Conde- mi voz sonó divertida. Él solo me miro y atentamente y siguió con lo suyo.

- nunca antes lo había hecho, la primera vez fue la noche del baile- mi mejillas ardían al oír otra vez sus raras confecciones que me tomaban por sorpresa, y como no ponerme nervioso cuando lo hacía.

-le he agarrado el gustó a su cabello, así que no es ningún problema- me había quedado sin palabras, otra vez. A él no le molesto mi silencio y cuando término de ayudarme tomó un pequeño mechon de mi caballo y se los llevó a los labios, depositando en ellos un suave besó. Mi rostro se tiño de rojo y todo mi ser tembló por dentro.

-ya hemos terminado con su cabello, y no se sienta mal por su rostro cansado, aun se ve bien, la gente no va ni a notarlo y me tendrá a su lado todo el tiempo.- a pesar que estaba nervioso con el a mi lado haciendo que me mi interior se exaltará todo el tiempo sus palabras me brindaban tranquilidad.

 Al salir de mis aposentos los cortesanos comenzaron a aparecer, la mayoría me saludaba con sonrisas llenas de hostilidad, y otros directamente ignoraron mi precencia. Cuando estaba apunto de llegar a mi despacho un grupo de alfas me impidió el paso.

-soy afortunado por tener el privilegio de poder encontrarlo aquí príncipe, mi familia va a dar una fiesta en nuestra villa y nos encantaría que asistiera- su olor lo delataba a kilómetros, no era agradable de ver u oler, y sus amigos no lo ayudaban mucho, era obvio que quería cortejarme, pero sus intenciones no eran precisamente buenas. Y cuando su mano intento tocarme, de un rápido movimiento oculte mi rostro detrás de uno de mis abanicos, mi respuesta era obvia, pero siendo consciente de las personas que poco a poco habían ido acercándose donde estábamos me vi obligado a usar mi ultima carta. Con calma lo mire tímido, y con una sonrisa respondí.

-muchisimas gracias por tomarme en cuenta joven, pero no puedo responderle aquí, no esta en mi el poder de decidir, tendría que solicitar la autorización de uno de mis hermanos para poder ir.- con eso su postura se volvió nerviosa.

-ehh en ese caso, hablaré con ellos, si me disculpa- y sin mas se fue con su grupo. Suspire enojado y sin dar mas tiempo para interrupciones me dirigí directamente a mi despacho.

Unas vez cerradas las puertas camine hasta mi escritorio y comencé con mi trabajo. El conde que había estado todo el tiempo junto a mi me miraba fijamente, para ser sinceros no tenía ganas de hablar pero no quería guardarme las cosas para mi solo, ahora que lo tenía a él quería entregarle mi confianza, así tal vez el deseo de querer acercarme a él se cumpliera.

-siempre me fue difícil presentarme a las fiestas de la corte, la mayoría de las personas ahí presentes apoyan a alguno de mis dos hermanos mayores, y digamos que no les ha caído bien la idea de un omega ascendiendo al trono- apoye los codos sobre mi escritorio y entrelacé mis dedos, fije mi mirada en el y seguí hablando.

-las probabilidades de que ambas facciones escojan y envíen a alfas para cortejarmé son altas, ni siquiera se van a complir dos semanas desde que fui nombrado príncipe heredero y ellos ya están pensando en casarme y dejar gobernar a mi esposo como legítimo Rey, bueno no es como si no hubiese pensado en sus siguientes movimientos.- el conde sonrió al oír mis palabras, se acercó a la ventana que estaba detras de mi asiento, al parecer decidió descansar ahí ya que se apoyó en ella.