La fría mañana empezaba y la niebla aún cubría la superficie, apenas y se podía ver a un metro de distancia, sus pasos resonaban en las aún húmedas piedras del camino. Hace apenas unas horas que había terminado su trabajo, debía descansar para la fiesta de esa noche, aunque su intención era la de no asistir, sabía que si lo hacía tendría a un molesto rubio interrogandole y ni tenía tiempo ni ganas para eso. Cerca de su Villa escucho lo que parecía una pelea, el aroma dulce en el aire le dió una idea de lo que podía ser, un Omega siendo acosado por unos betas mediocres. Por alguna razón se vio golpeando a cuatro betas, ahora inconscientes yacían en el suelo del lugar, a unos pasos de el se encontraba el Omega, no podía ver su rostro ya que una capucha lo cubría, sólo se distinguían sus delicados labios. El silencio permaneció en el hambiente, sacudió su uniforme Y se marchaba de la escena cuando una hermosa voz le habló sacándolo de lugar, una llama interna se encendió Y se esparció por todo su cuerpo, se obligó a si mismo a controlarse, ni el se reconocía Y eso no era nada bueno, algo irritado volteó hacia el omega.
-que?- su seca respuesta pareció sorprender al Omega ya que retrocedió un paso. Pero al parecer no duró mucho ya que volvió a hablar.
- disculpe si le molesto pero ya que se arriesgo a salvarme de esos sujetos lo menos que puedo hacer es agradecerle. Muchas gracias Señor, si no es mucha molestia me podría decir donde queda la residencia Hibari? - Hibari? Para que quería un Omega ir a su casa? Tal vez venía a ofrecerle una unión atravez del matrimonio. Eso si que no le interesaba para nada. Pero si le preguntaba por su casa era por que no sabía quién era.
- que motivos tiene con la familia Hibari?- su desdén era obvio, o al menos eso pensó ya que el desconocido sólo soltó una pequeña carcajada.
- entonces si sabe donde queda, mis asuntos con ellos no debería importarles guardia real- eso no se lo espero, dispuesto a irce se volteó Y comenzo a caminar sin mirar otra vez al Omega pero este le seguía los pasos, acaso pensaba seguirlo? Aumento su paso pero seguía oyendo al Omega muy cerca de el Y su olor lo estaba molestando, era muy embriagador.Paro de repente Y se volteó para encontrarse con el Omega detrás algo sorprendido retrocedió dos pasos al instante.
- por qué me sigues, nunca dije que iba a giarte allí.- otra vez el Omega sonrió, pero era vez desvío su mirada hacia el suelo.
- mis disculpas, pero no lo había reconocido cuando lo vi Conde Hibari, sólo pensé en seguirlo - así que lo había reconocido. Avanso rápido hacia el y lanzó un tonfaso obligándole a retroceder rapido, con ese movimiento la capucha que lo cubría se movió revelando un hermoso rostro, cabello castaño hasta donde pudo ver, ojos miel profundos y brillantes, piel color crema. El castaño retrocedió saltando, Hibari guardo sus tonfas entre su ropa Y comenzo a caminar hacia su mansión, volvió su rostro al inmóvil castaño.
- no vienes? - algo extrañado por lo que sucedió hace apenas unos segundos el castaño se pregunto que había sido eso? Y al parecer el Condé lo noto Y simplemente le respondió mientras seguía caminando.
- no podia dejarte entrar a mi casa sin al menos ver quien eras, no lo crees?- el castaño volvió a sonreir, Y sin protestar siguió al pelinegro hasta las puertas de la enorme mansión. Al entrar el lugar estaba a oscuras, apenas Y se podía ver. El castaño noto que nadie los recibía, tal vez era temprano para que la servidumbre este levantada.
- pasa a ese salón en un momento estaré ahí contigo- señaló a la gran puerta de la izquierda. El sólo siguió sus instrucciones y se sentó en el sofá de ahí. Al cabo de unos minutos entró el Condé junto con una bandeja con té caliente.
- acaso el servicio está de vacaciones?- su pregunta no sorprendió al Condé en lo más mínimo.
- Vivó solo, hace años que es asi, pero supongo que discutir sobre mis inexistentes sirvientes no es el motivo de su visita, a que vino señor...?- ofrecidole una taza de té se sentó justo al frente de el. El castaño se quitó la capucha dejando ver con más detalle su hermoso rostro. La sangre de todo su cuerpo le hervía, sus instintos más primitivos amenazaban con salir, pero el era mucho más fuerte que sus instintos o al menos eso quería .
- muchas gracias, disculpe que no me allá presentado anteriormente, mi nombre es Tsunayoshi Lev di Vongola Príncipe heredero de Vongola Y vengo a pedirle que se convierta en el primer caballero de mi orden, claro si es que Dino-oniisama no se lo ha pedido aún.- con que el príncipe heredero. nunca conoció a el tercer príncipe, sólo había oído por ahí que era uno de los omegas más codiciados del mundo. Amable Y benevolente, amado por el pueblo, solía dar muchas fiestas de caridad para los huérfanos Y heridos en la guerra de hace 20 años. Pero solo eso, imaginaba que había más de el que desconocía. Su idea le resultaba tentadora, pero pasar todo el día con el pondria a prueba todas sus fuerzas.
- No- seco Y directo justo como los rumores decian, convencerlo parecía difícil pero no imposible. Se había escapado del palacio ayer por la noche, no podía volver con las manos vacías.
El Condé vio sus ojos cambiar de color, de su hermoso color marrón miel a un anaranjado, parecía que había fuego en sus ojos. Está vez la sensación que tenía no era de deseó, tal vez sentía un poco de ella pero era algo más, no lo sabía con exactitud pero quería ver más de esos ojos dominantes.
- en ese caso me veré obligado a acosarlo hasta que acepte- Con una sonrisa astuta bebio su te, el Condé suspiró. Si eran hermanos de seguro tenían la misma manía de no aceptar un no como respuesta. Debatió en su mente, realmente no tenía ganas de cambiar su vida, así como estaba le gustaba bastante, pero vasto que ese príncipe se lo preguntará para pensar si aceptar o no, si hubiera sido su insoportable hermano mayor sin siquiera pensarlo le hubiera respondido lo mismo otra vez. Era molesto.
- por lo que veo se lo está pensando, eso es bueno, en la fiesta de esta noche espero escuchar una respuesta positiva. Temo que tengo que irme Condé Hibari, ya son las ocho Y el palacio debe estar de cabeza buscandome- .
Realmente eran hermanos, los dos eran molestos.
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El Príncipe y sus caballeros
FanfictionRompiendo con las tradiciones el próximo Rey de uno de los países más importantes del mundo resulta ser un joven omega. Siendo elegido sobre sus dos hermanos mayores, ambos alfas excepcionales, el joven príncipe debe enfrentarse a la dura tarea de b...