Mi Mejor Amigo es Striper

MMAS Capitulo Cinco

El arete de su lengua, danza libremente con la mía, esto es magnífico no me cansaré de decirlo. Pero debo de parar esto aquí, y ahora.

Le empujo levemente, me saboreo el labio, pues nunca pienso olvidarme de esto.

— ¿Estás loco? ¿Cómo me haces esto? — Aunque me haya gustado, estoy molesta, muy molesta con él. Como se atreve a seguirme, a arruinar mi cita, y ¡A besarme!

— Porque te quiero, siempre lo hecho. Ahora no me digas que no te gustó. Ese tipo que esta allá fuera, es un cretino. No te merece. Además, yo te puedo cuidar mejor que nadie, soy tu mejor amigo en el mundo y te conozco perfectamente. Prueba de ello es esto. Cuando algo te gusta, te saboreas los labios, como señal de que no lo olvidarás jamás. — Me sonrojo al instante. Mierda, si me conoce perfectamente. Pero es mi amigo, esto está mal.

— Pero... ¡Diablos Palzzy! Esto está mal, somos mejores amigos, se supone que así debe de ser, se supone que así comenzó todo. No quiero arruinar nuestra bella amistad por un rápido romance que sé que no va a durar. — Mi cabello se alborotó con lo de hace poco, subo mi mano y lo vuelvo a estilizar, no funciona al 100% pero ya no se ve mal. Lo miro a los ojos, el hace lo mismo.

— No, no está mal, si así lo deseamos. Ya sabes quién soy, yo sé quién eres. Nos complementaremos el uno con el otro. — No sé si creer. Tal vez funcione, pero ¿Y si no? ¿Qué sucederá con nosotros?

— Y todas esas chicas. Palzzy he visto muchas cosas de ti, que ahora mismo me dicen que no confíe en esto. — Por ello nunca me permití pensar en él como otra cosa que no fuera amigo.

— Te pido perdón por todas esas chicas. Eran solo distracciones, eran una forma de distraerme de ti. Desde la primera vez que te vi, y que me ofreciste tu ayuda, te he querido. Llámame loco, pero es la verdad. Solo dame una oportunidad. — Esto es demasiado para un día.

— Déjame pensarlo, ahora mismo estoy en una cita de trabajo. Hablaremos mañana, cuando sea, pero en la casa. — Di por finalizada la conversación y me alejé lo más rápido.

— ¿Y tú hermano? — Pregunta molesto. Tal vez Fragatte tiene razón, puede que Thomas sea un cretino.

— Ya se va. Yo también lo haré. Esperaré con ansias el contrato nuevamente. Y, dígale al Señor Hill, que no se va arrepentir de firmar con nosotros. — A este tampoco le di mucho tiempo para responder. Comencé a caminar y me agarró fuertemente de la mano. Por puro impulso, con la que tenía libre, se la doble. Este chilló como una niña.

— Solo quería decirte ¿No pagarás la cuenta? — Sí, otro punto a favor de Fragatte, este sujeto es un cretino.

— Idiota. — Exclamé molesta y lo solté. Caminé en dirección a la puerta.

— El señor con el cual estaba cenando, dijo que no tiene dinero para pagar y piensa fugarse por el baño, atrápenlo antes de que se le ocurra hacer algo. — Lo dije por idiota, él se merece esto y más.

Le pedí al valet parking que me trajera mi auto, así lo hizo y unos cuantos minutos después, ya estaba en la carretera que me llevaría a casa. Donde encontraría a otro idiota, pero que este si me gustaba de verdad.

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Con otra ropa, y ya más cómoda, me senté en el cuarto de Fragatte, donde su TV si funcionaba. La mía tuvo unos percances. Debían ser las 3 o las 4 de la madrugada, no tenía sueño. Además él no estaba aquí.

Tengo mucho en lo que pensar. Demasiado para ser exacta.

Lo primero en esta lista, es el maravilloso beso, que no dejo de pensar como sucedió.