Es Mi Debilidad

Capítulo I

Amanda...

Un cambio de vida...

Bajo las escaleras de mi casa hasta la cocina, donde mi madre me espera con un plato con panqué.

- Buenos días, mamá. - me doblé a darle un beso en la mejilla.

Agarré su silla de ruedas y la empujé hasta la mesa conmigo.

- Buen día, mi cielo. Esta es nuestra última comida juntas hasta el cambio de semestre.

- Así mismo es. Ya has pasado por esto, has dejado ir a Carlo.

Entrar a la universidad es algo grande, lo difícil será dejar a mi viejita sola, con una señora desconocida a su cuidado.

¿Mi papá? Bueno, es un poco difícil hablar de él. Iba con mi madre en el accidente, sufrió un ataque al corazón y golpeó un auto. Mi mamá perdió una pierna y la movilidad de la otra, todavía va a terapia después de dos años. Mi papá se fue al impacto. Los del otro auto resultaron bien, unas heridas menores. Mi hermano y yo estábamos en la escuela cuando nos mandaron a la principal.

- ¿Estás bien? - pregunta mi madre.

- Sí, un poco nerviosa. Aunque estaré con Silvana.

Silvana es la novia de Carlo, han estado juntos desde que tenían quince años. Y ella no tiene compañera de habitación así que me quedaré con ella.

- Bueno, Amanda, ya es hora de irte. Que no se te quede el celular, ni el cargador, recuerda llevarte toallas.

- Sí, mamá. Tauti viene en media hora, ¿estarás bien?

Asintió.

*****
Universidad.

Hogar, dulce, hogar.

Un poco lejos de mi casa, pero estaré bien.

- ¡Amanda! - llamó mi hermano.

- Hola, Carlo. - saludé mientras bajaba mis cosas del carro.

- Venga, te ayudo. - agarró mis paquetes y me ayudó a subir por el edificios de apartamentos estudios. - Necesito hacer un cambio, yo me quedo con Silvana y tu con mi nuevo compañero.

- Espera, ¿qué? Eso es muy directo. No me quedaré con un chico.

- Por favor, el chico es bueno, es que...He querido quedarme con Silvana desde que nos conocimos y ahora es el mejor momento. - suplicó.

- ¿Mejor momento? ¿Qué dirá mamá?

- No se tiene que enterar. Por favor, Amanda. No te pido nada más, solo este cambio. Juro que si no te gusta el chico, cambiamos de vuelta, pero piénsalo, tendría el mando del lugar. Ya sabes, las chicas mandan....O eso dicen. Vamos, Amanda.

- Bien. Cambiamos. Solo porque soy buena hermana. Sube mis cosas, iré a ver los salones en el edificio principal.

- Así será.

Ví como se alejaba mientras yo me giraba en busca al edificio principal. Esta universidad es genial.

Subí los escalones y caminé por los pasillos. Habían algunos estudiantes presentes. Unos tomando clases tempranas. No es nada parecido a una escuela, esto es más profesional.

En la escuela...Yo era la chica que no hablaba, la inteligente, tranquila, y la que todos los chicos tenían de punto para hacer bullying.

Pero, ya no. He decidido que ahora seré fuerte, hablaré cuando quiera y seré profesional. Ya no seré invisible, mostraré mis talentos y daré lo mejor de mi. Ya verá esta universidad, que ha escogido una gran estudiante.

- Aloha, wahine.- la voz de alguien conocido me hace girar.

- ¡Silvana! - corrí donde ella y la abracé. - Tanto tiempo. ¿Cómo estás?

- Mejor ahora que has aceptado que Carlo se quede conmigo. Eres la mejor. Serás la dama de honor cuando nos casemos.

- ¿Van a casarse? - pregunté anonadada.

- No lo sé, aún espero la sortija.

Ambas reímos y decidimos seguir nuestro "tour" por la universidad.

~~~~~

Mateo...

- ¡Niño, levanta tu trasero de esa cama! Vas tarde.

Mi padre me gritó para hacerme levantar. Tomé mi móvil para ver la hora '10:41'.

- ¡Joder! Si que voy tarde. - salí rápido de la cama y me comencé a vestir.

- Te hubiera intentado levantar más temprano pero claro que no pude, no contestabas mis llamadas y pensaba que tendrías a una de tus chicas en la cama.

Su comentario me molestó un tanto. No era el único que pensaba que yo me tiraba a quien sea sin sentimientos. Es cierto, lo hacía, pero no quiero que me conozcan por ello. No me conocían por mis calificaciones excelentes o mis juegos ganados ni como el mejor amigo del capitán del equipo. Me conocían como el mujeriego.

- Pues yo te diré algo, padre. He decidido cambiar. Ahora en la universidad, no tendré a quien sea, no tendré a nadie. Me alejaré de las chicas y comenzare mi vida profesional.

- Eso quiero verlo yo...- me detuve poniéndome las zapatillas - dejar el sexo, así como así, no es fácil.

- Pero, lo haré. Me acomodaré. Tendré una novia y ni con ella pienso tener sexo, hasta el matrimonio, lo juro.

- Bien. Ahora vete.

~~~~~
Abrí la puerta del apartamento estudio y ví algo que no me esperaba...Mi compañero con maletas de chica. Me tocó uno gay, espero que no se enamore.

- Hola, compañero. - saludé. - Soy Mateo Adams Foa'i.

Estreché la mano y él la aceptó cordialmente.

- Carlo Malu' Abisai - respondió.

- Bueno, este es mi primer año, ¿tienes alguna sugerencia? Tengo entendido que eres de segundo.

- Lo soy. Y te tengo una sugerencia, no toques a mi hermana o estaré aquí para cortarte las pelotas. - caminó a la puerta y la abrió - ah, y escribe lo más que pueda en clase, vendrá todo lo que los profesores hable en los exámenes.

Y con eso se fue.

Ya empecé mal, mi compañero sabe quién soy. Un maldito mujeriego. Me lo he buscado.

Bueno, le explicaré todo cuando le vea volver. He jurado cambiar y eso haré.

Comencé a ordenar la habitación y separé los paquetes del compañero de mi área y continué con lo mío.

La puerta se abrió y apareció una chica de cabello moreno.

- Hola, soy Amanda Malu' Abisai. - me estrechó la mano y la acepté un poco aturdido. ¿Qué hace esta hermosura en mi habitación?.... Perdón, esta joven...En mi... Habitación. Esto no será sencillo. - ¿Mi hermano ya se fue?

Asentí calladamente.

Es la hermana de mi compañero.

- Bueno, pues bien. - soltó la mano que todavía yo sujetaba y se giró al área de su hermano. - La pasaremos bien. Ya verás. Solo respetemos nuestras áreas. ¿Entiendes, Mateo?

Asentí, otra ves...

¡Espera! No le he dicho mi nombre...Y...¿qué?

- Eres mi compañero. - fue más bien una comentario.

- Sí, ¿mi hermano no lo comentó?

Maldito idiota.