Amanda...
Llegué al apartamento y entré a darme una ducha enseguida.
Las clases han sido excelente, mucho mejor de lo que pensaría.
Encendí el agua tibia y comencé a lavar mi cabello.
- Amanda. - escuché a Mateo llamarme.
Escuché la puerta principal cerrarse y la del baño abrirse.
- Estoy aquí. - respondí.
- Nena, son las siete y cuarenta, debemos avanzar si queremos llegar a tiempo. - dijo.
- ¿A tiempo, a donde? - pregunté aturdida.
No recordaba tener algún compromiso para hoy.
Abrió la cortina de la ducha y entró con todo su esplendor.
- Vamos a cenar. - dijo mientras pasaba por mi lado para quedar bajo el agua.
- No recuerdo que me hayas dicho.
Ya anhelaba ponerme mi pijama y sentarme a estudiar.
Pero, salir con él sería una aventura, poder conocerle fuera del apartamento, ver su forma de ser.
Claro que aceptaría, llevaría esta relación a otro nivel.
Si es que se le puede llamar relación.
- No te lo dije, pero vamos a ir. Tu hermano manda.
¿Mi hermano? Esto es idea de mi hermano, claro. ¿Cómo carajos pensé que fue su idea?
- ¿Cuándo hablaste con él? - pregunté disgustada.
- Me escribió anoche.
Me hizo girar para poner acondicionador en las puntas de mi cabello.
- Pues, que sepa que no iré.
Me comencé a frotar el jabón por mi cuerpo fuertemente.
Me volvió a hacer girar para quedar frente a frente.
- Irás, nena, no me dejarás cenar solo con tu hermano. - dijo mientras frotaba se jabón por los brazos y luego el abdomen.
- No lo haré. - dije mientras seguía el movimiento de su mano por su cuerpo.
Acercó su rostro al mío, tan cerca que las respiraciones se mezclaban.
- No quiero que tu hermano me mate. Irás conmigo y luego tendrás lo que tanto quieres.
Juntó nuestros labios y yo pasé mis brazos por su nuca.
Dejé caer el jabón haciendo un ruido intenso. Nuestras lenguas seguían un ritmo torturador y el baño se comenzaba a nublar con el calor que emergía de nuestro cuerpo.
Dejó mis labios y habló.
- Llegaremos tarde, es mejor que avances.
Se alejó de mi y salió de la ducha dejándome necesitando más.
Será difícil tenerlo a mi lado cuando lo quiero dentro.
Me terminé de enjuagar y salí del baño envuelta en una toalla.
Él tenía unos jeans y caminaba por la habitación buscando algo.
- ¿Qué buscas? - pregunté.
- Mi perfume. - dijo buscando en la mesa de noche.
- Lo puse en el baño.
Me miró y bajo la cabeza antes de asentir.
Creo que se sintió un tanto mal de que yo recogiera sus cosas.
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Es Mi Debilidad
Short StoryAmanda, una chica jóven, entrando a un nuevo mundo. La universidad. Ella quiere cambiar su vida, ¿cómo? Siendo ella misma, por primera ves. Mateo, no se queda atrás, él quiere cambiar a alguien mejor de lo que él era en la escuela, todo comienza en...