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YOONGI: Mis dedos se aferraron a la sudadera, arrugándola y apretando su cuerpo contra el mío.
             
Alcé el rostro ante su beso y miré sus labios. Quería besarlo de nuevo.
 
-No volveré a tratarte mal Jimin -y tampoco iba a dejar que nadie lo hiciera.

JIMIN: Sonreí al escucharle y ver como miraba mis labios.

-Yoongi, ¿por qué estás mirándome los labios, tan bonitos son? -dije riendo, obviamente bromeando.

YOONGI: Sacudí la cabeza, negando.

-Lo siento, solo son más gruesos de lo normal -comenté tratando de sonar normal.

JIMIN: Sonreí.

-¿Son agradables de besar? Siempre he pensado que mis labios eran...no sé, ¿quizás difíciles de besar? -reí ante la tontería que acababa de soltar.

YOONGI:

-Son agradables -susurré-, o eso creo recordar. ¿Puedo asegurarme? -pregunté bromeando también.

Reí levemente, separándome un poco de él.

JIMIN: Volví a apretar mis piernas, acercándole de nuevo a mi, querís jugar un poco con él. Junté nuestras frentes y sonreí.

-¿Quieres asegurarte?

En ese momento el estruendoso ruido de la lavadora cesó de golpe, y me separé como acto reflejo.

-Ya está lavado el pantalón.

YOONGI: Asentí y besé su mejilla, cerca de sus labios, antes de guiñarle un ojo juguetonamente.

-Voy a poner la secadora -avisé mientras me separaba.

JIMIN: Me sonrojé de inmediato y bajé mi vista a mis pies, que colgaban en el aire.

Quería decirle a Yoongi por qué estaba tan "obsesionado" con nuestro beso y no paraba de recordárselo y preguntarle cosas sobre el, pero no podía, tenía demasiada vergüenza y poca confianza para decírselo sin temor a que se riese de mi.

El cambio en nuestra manera, más en la suya que en la mía, de tratarnos, había sido radical, sí, pero él seguía siendo él, y yo seguía siendo yo.

-Está bien, me iré en cuanto estén secos, tengo que irme a casa. -dije tras haber mirado mi reloj.

YOONGI: Una vez puse la secadora esperé unos minutos para tranquilizarme, estaba nervioso.

Volví al salón y asentí ante su comentario, posando mis ojos en su cuerpo. Se veía como un niño chico, con sus pies colgando de la mesa.

-Está bien. ¿Quieres hacer algo mientras tanto?

JIMIN: Negué nervioso con la cabeza y me bajé de la mesa, caminando hacia la secadora.

-¿Va a tardar mucho?

De pronto, quería huir de allí, me sentía amenzado de nuevo por Yoongi, quien me había seguido y estaba detrás de mi.

YOONGI:

-Unos veinte minutos -contesté-. ¿Pasa algo? -pregunté al notarlo extraño.

Tomé un poco más de distancia entre nosotros. Parecía ansioso por irse.

JIMIN:

-¿Hmm? No no -dije nervioso -Es sólo que se me ha hecho algo tarde y tengo que hacer un trabajo para mañana.

YOONGI:

-Mmm... -no supe qué decir-, está bien.

No estaba bien, realmente había algo en el ambiente que no estaba para nada bien.

JIMIN: Posé mi mirada en la secadora hasta que esta paró y mis pantalones estuvieron secos.
Inmediatamente la abrí y los cogí, vistiéndomelos rápido.

-Bueno, supongo que nos veremos mañana, gracias por todo.

Hice una pequeña reverencia y estaba poniéndome la sudadera de nuevo, listo para salir de allí, cuando el móvil de Yoongi sonó en el salón, por lo visto lo tenía en silencio y no habíamos oído las llamadas, pero el contestador estaba encendido y con volumen.

Me estremecí al oir la voz de Jungkook.

-Hyung por favor, cógeme el teléfono, quiero hablar contigo, sé que lo de hoy estuvo mal pero...

Yoongi se lanzó a apagar el aparato, pero ya no tenía sentido.

Mi cabeza barajaba miles de  preguntas y respuestas posibles a aquella situación, pero sólo una salió casi de forma inconsciente.

-Eres un cabrón -le miré entre lloroso y furioso a los ojos- Los dos. Todo ha sido un maldito plan para volver a dejarme en ridículo, ¿no? - Colgué mi mochila a mis hombros - Pues enhorabuena, lo habéis vuelto a conseguir, fantástica colaboración.

Y salí huyendo de allí, cerrando de un portazo y corriendo toda la calle, todo lo rápido que el dolor de mis costillas me lo permitían.

HIT ME《Yoonmin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora