La luna Parte 3

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Una gota de sangre.

Dos.

Tres.

¿Cómo llegamos a esto?

La poca estabilidad que había en la pieza de cristal termino por romperse. El sonido provocó un eco en el lugar. Nada podría hacerse, solo esperar la muerte.

El círculo de sal que teníamos alrededor, no nos protegería por siempre. La medalla de metal que sostenía en la mano, ardía, quemaba. Tenía que acostumbrarme a la sensación, porque él me ha entrado, nos ha encontrado.

Cualquier paso en falso nos mataría, los materiales para protegernos se estaban agotando. Las flores ya se encontraban marchitas; mis ojos se encontraban cansados, aún así luchaba por no dormirme.

—No te duermas

La voz de F3RZ4 me despertó, ella se encontraba en otro círculo de sal de grano puro. Soltó un suspiro cansado, observo por un momento la moneda que tenía entre sus manos, la última moneda.

—Lo sé

No necesitaba contestar, lo hacia para no caer dormida. Creí por un momento ver algo entre las sombras, cuando volví a enfocar mi vista no había nada.

—Me estoy volviendo loca

—Dímelo a mi

Una pequeña sonrisa apareció en mi cara. Estábamos atrapadas hasta que aquello nos dejara de asechar. No es que, no me sienta culpable por haber arrastrado a F3RZ4 hasta aquí, solo es que es mejor pasar los malos ratos en compañía.

—¿Enserio es la última moneda?

— Si lo es

Un suspiro volvió a salir de mi sistema, no tenía nada con que defenderme, solo con que protegerme.  Era sumamente extraño, lo que nos asechaba no quedaba rastro de él. Las sombras del lugar me hacían imaginar cosas inexistentes.

Me senté cuidadosamente para no borrar el circulo de sal que se encontraba a mi alrededor, miré hacia enfrente con la vista perdida.
Recordé tener alcohol en mi bolso interior del chaleco.
Nuevamente mi cuerpo se sentía cansando, mis párpados se cerraban solos.

—No te duermas

La voz de mi acompañante me sobresaltó, obligándome a dar un salto.

—No lo hago

Un pequeño silencio se formo en el ambiente. Ahora me encontraba jugando con las flores secas, las cuales desprendían un olor bastante extraño. Acaso es ¿Azufre?, probablemente, no recuerdo por que estaban marchitas en primer lugar.

—F3RZ4, ¿Sabes el por qué estamos aquí ?

—No lo recuerdo

Claro, ninguna de las dos recordaba nada.

—Hay que terminar con esto ahora. Tenemos invocación dentro de unas horas, debemos de dejar de perder el tiempo— Le propuse.

—Juntalos todos, luego hablamos.

Hice mala cara. Una idea llegó a mi mente, solo saldría del círculo. Lentamente me levanté dispuesta a salir.

—Si muero, será tu culpa.

Cuando salí de mi zona de apoyo, todos los fantasmas y demonios corrieron hacia mí.

Una moneda se escuchó, junto con una luz roja. F3RZ4 realmente estaba utilizando su verdadero poder. El piso se abrió en dos arrastrando a mis agresores, levanté una mano despidiéndoles.

—La próxima vez no hagas nada loco y sin sentido— Una recomendación que F3RZ4 siempre me daba, y que nunca la seguía.

—No te prometo nada.

Soltó un suspiro. Finalmente recogió la moneda del piso, se necesitaba gastar sino pasarían cosas graves.

En cuanto metió la moneda en una máquina expendedora, la máquina dejó de funcionar, y la luz de todo el pasillo se fue.

Un quejido lejano se escucho por toda la habitación.

Sí, sería una noche larga.

Plan GregoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora