Decisión

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La luz entraba por la ventana del balcón y Ciel se levantaba  de mal humor,  la pelea de la noche anterior lo dejo con un mal sabor de boca, sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta.

- Buenos días Ciel, vengo por ti -

- ¿Padre? Se puede saber para que...-

- Ciel escucha, no puedes seguir en esa posición conmigo, lo que acabo de decidir es lo mejor para todos y para ti -

De mala gana tuvo que hacerle caso aún no sabía de qué se trataba y bajó detrás suyo por las largas escaleras, se sentía mal, deseaba tanto que no hubiera peleado con Sebastian.

"Porque tiene que ser tan infantil" apretaba sus puños con molestia al recordar su discusión y dudando que fuera a regresar algún día. Su padre le hablaba nuevamente estaban ahora en la sala principal y vió que su prima se encontraba sentada en un sillón y para su sorpresa su madre Frances.

- Ciel, es un placer verte de nuevo -

El chico tenía tiempo que no miraba a su tía, pues siempre estaba viajando y por tal motivo dejo a su hija Elizabeth al cuidado de sus padres cuando era pequeña, el linaje de la familia phantomhive tenía que permanecer intacto, de ahí que fueran comprometidos. Pero si ella estaba en el reino eso no podría significar algo bueno.

- Buenos días tía frances es un placer saludarte -

- Dejemos lo formal, Vincent y yo tenemos que hablar contigo -

Ambos chicos se quedaron sentados en uno de los sillones y los mayores enfrente de ellos. Vincent mando a pedir unos bocadillos y té.

- Bien, debido a ciertas circunstancias que pasaron estos últimos días llegamos a una decisión importante -

Ciel no prestaba mucha atención, sus pensamientos viajaban en dirección a su amante perdido, su mirada triste  era notaba por Lizzy y de cierto modo sabía o podía intuir en quien pensaba su prometido.

- Y por tal motivo decidimos que en 3 días se celebrará la boda entre Elizabeth y tú -

- ¿Qué opinas Ciel ? -

- Perdón...Que decías ? -

- ¡Dios! Debes de prestar atención a tus mayores, no seas tan irrespetuoso-

Vincent con algo de fastidio decidió intervenir - lo que se está diciendo es que en 3 días se va a celebrar la ceremonia entre Elizabeth y tú, sin problemas ni contratiempos -

- ¿Una boda? Eso es muy pronto no lo crees padre ? - tratando de disimular su molestia ante tal decisión sin dejar ver su negativa.

- No hay problema, son hijos de una gran familia, ésto será una ceremonia inolvidable y tú serás el mejor marido y rey de éste reino - hablaba con altivez el rey, la joven miraba con tristeza el rostro de su prometido, ella no se sentía a gusto de celebrar una boda a costa de la infelicidad de Ciel.

A si paso el resto de la tarde, después de comer y arreglar unos documentos el rey se ausentaba con su hermana frances.

Ciel se encontraba en el jardín trasero, sentado en un tronco viejo y con una flor en la mano.

- Me quiere, no me quiere, me quiere...No me quiere... - Cortando el último pétalo de la flor.

- Que estupidez, estas son cosas de mujeres, en todo caso porque lo hago, ya no tiene caso...-

- ¡Ciel! Aquí estás -

Elizabeth se acercaba detrás de él, se sentó en el mismo tronco y miro en el suelo varias flores despojadas de sus pétalos.

- ¿Que haces? -

- Nada interesante Lizzy, tu qué haces aquí ? Se supone que irías con tía frances para medir el vestido de novia-  no volteaba a mirarle a los ojos, se cruzó de brazos sin decir nada más del tema.

- Ciel...Deberías buscar a Sebastian...-

Casi se ahoga con su saliva, el escuchar de la voz de Lizzy el nombre de su ex amante le tomo por sorpresa.

- Que estás diciendo, yo no sé nada -

El rostro sonrojado y de vergüenza en su prometido le dió mucha ternura, tenía meses de no verlo de esa forma desde que falleció su madre.

- Ciel, yo se todo lo que pasó, el día que te encontré yo los escuché hablar y no es todo, el beso de ese joven fue lo que te salvó aquel día no fui yo, un beso de amor verdadero es la cura de todo mal -

No podía ocultarlo más, Lizzy parecía estar al tanto de todo lo sucedido entre ellos y de algún modo sentía necesidad de hablar con alguien.

- Eso no importa, ya se acabó tú y yo nos casaremos en 3 días -

- Pero...No será una boda por gusto, Ciel yo te quiero mucho y siempre soñé con ese momento de ser tu esposa pero... No de este modo, tu debes de ser feliz con quién amas -

No sabía que responder, las palabras de Elizabeth le removieron todo su ser pero no aceptaba por su gran orgullo que él tenía culpa también de esa pelea con Sebastian.

- Déjalo de ese modo Lizzy, tú y yo nos casaremos y es todo, Sebastian no regresara por ahora y dudo que lo haga -

- ¿Estás seguro ? Yo podría ...-

- ¡Ya te dije que si ! Y no quiero hablar más de esto por favor - con gran molestia se levantó de golpe dejando a Elizabeth atrás, ya era demasiado tarde para enmendar las cosas.

La chica se quedó sentada con mucha tristeza, le dolía ver a su prometido tan abatido, era su única familia y no deseaba que las cosas sucedieran de ese modo, de pronto recordó el día que no sabía dónde buscarlo fue un hombre extraño el que la ayudo de la nada, se levantó y salió en dirección al pueblo.

Muy lejos dentro de la profundidad del bosque se encontraba un dolido demonio, recostado en una cama de bellas flores en tonalidades violetas y blancas, miraba hacía el cielo y el azul profundo que se mezclaba con las nubes le recordaba la mirada de Ciel.

- Soy un estúpido...Estamos en un círculo sin fin tú y yo, me pregunto si tú me extrañas en este momento mi querido Ciel - su mirada fija en las nubes reflejaba su melancolía y sufrimiento.

- Tal vez debería dejar de ser egoísta...Y dejarte vivir tu vida como una persona normal con tu familia...-

Cerro los ojos y se quedó en ese lugar sin moverse, al parecer su decisión era dejar que su pequeño amante viviera una vida feliz al lado de su familia y al hogar donde él pertenencia. Mientras tanto una chiquilla buscaba por todos los puestos locales al hombre de cabellos plateados, necesitaba ayudar a su primo costará lo que costará.

 Mientras tanto una chiquilla buscaba por todos los puestos locales al hombre de cabellos plateados, necesitaba ayudar a su primo costará lo que costará

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Érase Una Vez... Un Príncipe Y Un DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora