Muerte

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Su rostro pálido y el leve tono rosado en sus labios sin dejar escapar un sonido o calor, el cuerpo de Ciel permanecía quieto como si durmiera plácidamente como un pequeño niño.

La llorosa rubia no dejaba de sujetar su mano, se lamentaba tanto el ver sus sueños rotos y un futuro destruido sin dejar de pensar en las palabras que escucho tras la puerta de la pequeña cabaña antes de salir con Ciel. No muy lejos con gran velocidad el demonio furioso se adentraba por los senderos del bosque, con mucha habilidad se abría paso entre ramas y árboles sin detenerse. No faltaba mucho cuando vió las torres del gran castillo y el pequeño pueblo que lo rodeaba, se detuvo con cautela en la entrada y avanzo con paso lento. No sería buena idea alertar a la mujer y que escapara, burlando la seguridad del castillo logro entrar en la parte trasera de aquel gran jardín. Pasando por las grandes puertas de madera y una larga escalera subió con lentitud los escalones.

Ahí estaba ella, mirándose en un espejo de plata y pintando sus labios con un rojo cereza.

- Que bella eres Angelina, ahora tú serás la nueva reina de este lugar, no importa si ese tonto de Vincent no acepta ahora, lograré que se case conmigo por la buena o la mala -

Se acomodaba el cabello con mucha delicadeza casi celebrando con júbilo su ansiada victoria sin sospechar quién estaba detrás.

- Entonces tú fuiste -

Con gran sobresalto la pelirroja se levantó de su silla, dando la cara al dueño de la misteriosa voz.

- ¿Quien eres tú? Cómo entraste !!!-

- Dime que le hiciste a Ciel, como puede despertar -

La mujer se cruzó de brazos y dibujo una sonrisa burlona - ¿Entonces funcionó? Vaya ese estúpido de grell puede ser útil después de todo he? -

- Eso no es lo que deseo escuchar por respuesta, te sugiero me digas cómo hacerlo regresar -

- Lo siento querido pero no tengo idea, mi sirviente es el que lo hizo y pues no tengo la más mínima intención de averiguarlo - se dió la media vuelta caminando al balcón sin darle más importancia.

- ¿Entonces no sabes verdad? -

- No, no lo sé y sabes ? Me alegro mucho, ese mocoso estaba haciendo esto más difícil y lamentablemente ya que sabes que fui yo tendré que eliminarte...Grell !!!!! Te ordeno que vengas y destruyas a este insolente-

La mujer se quedó esperando en el balcón pero no tenía respuesta, se estaba fastidiando al no ver a su sirviente shinigami.

- ¿Buscabas al pelirrojo molesto? Lamento decirte que no vendrá, digamos que se fue muy pero muy lejos de aquí-

Sorprendida buscaba con la mirada fuera del balcón y los nervios la embargaban, como era posible que alguien despachara al shinigami ?

El demonio avanzo lentamente dejando salir su aura maligna, era inútil retroceder no había escapatoria, era el balcón de la torre mayor.

- Espera, podemos llegar a un acuerdo si tú quieres !! Joyas, tierras y poder junto conmigo -

Esas palabras le causaron más molestia, con un paso adelante sujeto del mentón a la mujer mirándola directamente a los ojos. - no tengo la más mínima intención de hacer un trato con una basura como tú -

Con un leve movimiento penetro el estómago de Angelina, su grito fue ahogado con la otra mano del demonio, derramando sangre por el vestido se le escapaba la vida poco a poco. Sus ojos atemorizados lo último que vieron fue la mirada fulminante de ese ser furioso. - no vales ni la pena para devorar tu alma, me das asco -

Tomo su cuello levantando el cuerpo en lo alto, aún con un leve suspiro de vida le reclamaba - Bastardo... Tú...-

No dijo más, el demonio lanzó su cuerpo desde lo alto de la torre, su vida se escapaba con gran velocidad y culminó cuando se dió en seco contra la superficie. Lleno de ira y frustración decidió regresar dónde Ciel.

La pequeña caravana de sirvientes y Vincent llegaron antes al lugar donde se encontraba Lizzy. - ¡¡Su majestad!! Aquí está el joven amo con lady Elizabeth - gritaba emocionada meyrin dejando salir unas lágrimas de emoción.

- Hijo... Lizzy, que hacen aquí ? - con gran alivio el rey se bajaba de su caballo y corrió directo donde los jóvenes, pudo notar el rostro lloroso de la chica junto al cuerpo durmiente de Ciel.

- ¿Qué sucedió Elizabeth? Que le pasa a mi hijo -

- No...No lo se, fue la tía Angelina...Ella lo planeo todo... él ya no despierta!!!-

Soltando un  llanto de dolor la joven se abrazaba al padre de su prometido, con lágrimas amargas llenas de tristeza sabía que el chico ya no respondía a sus llamados.

- Pero...Eso no puede ser, mi hijo no puede estar...-

Bardory se acercó al cuerpo y efectivamente no podía notar calor o signos de vida en él, con un gesto negativo le daba a entender a su amo que no había nada que hacer, meyrin y finnian se abrazaron con mucha tristeza aguantando las ganas de llorar, no podían permitirse esos gestos delante de su rey.

Con mucho dolor el pobre rey cargaba el cuerpo de su hijo y le lloraba desconsolado, acomodando unas mantas para poder llevarlo de regreso al castillo y celebrar el funeral, Lizzy platicaba cómo fue que había quedado envenenado con una manzana y fue en eso que Meyrin pegó un grito fuerte que todos la miraron con algo de molestia.

- Di..Disculpen pero eso es como el cuento, la manzana con veneno y el hechizo, recuerdo que una princesa se quedó dormida con un conjuro y fue despertada por el beso del verdadero amor, quizás si su prometida le da un beso pueda despertar -

Sonaba tonto, pero Vincent recordó las palabras del peliblanco antes de salir del pueblo, ese acertijo que no entendió antes ahora tenía sentido, no perdía nada con intentarlo.

Cerca de unos metros atrás, Sebastian caminaba lentamente, era momento de despedirse de su amado príncipe  antes de que su padre lo llevará de regreso al reino y darle su sepultura.

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Érase Una Vez... Un Príncipe Y Un DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora