Érase Una Vez... Un Príncipe Y Un Demonio

Y felices para siempre?

Me quedé dormido en sus brazos, no sentía miedo ni angustia sabía que él me protegería de cualquier enemigo y nunca me dejaria atrás, el poder sentir su agradable aroma era tan exitante, cuando fue que me perdí totalmente con este tonto demonio?

Aún recuerdo como crecí con mi familia, el día que mi compromiso fue anunciado con Elizabeth, me enoje con mi padre porque yo no quería tener nada que ver con niñas, solo recuerdo que mi madre habló conmigo quizás quería solo calmarme porque ese compromiso no podría ser roto "algún día amarás a alguien que te cautivará" no se si se refería a Lizzy o a otra persona, pero se que ahora es Sebastian.

Siento como el viento toca mis mejillas al compás de su caminar, ahora no se a donde iremos o que haremos, quizás decepcione a mi padre pero no podría dejar mi felicidad por unas apariencias, me duele que no lo entendiera pero ahora debo de caminar hacía adelante con él.

- Ciel...Despierta ya llegamos -

Abrí los ojos con algo de cansancio y pude ver un bello lugar que nunca antes había visto en mi vida, los árboles tenían tonalidades violetas y azules en las hojas, la luz se podía ver claramente atravesar las altas copas de los árboles y como las flores cubrían el piso, la vegetación era tan hermosa que el tiempo parecía detenido en ese instante, había una pequeña casa de madera color oscuro, sólo podía ver una ventana en el piso de abajo y una muy pequeña arriba.

Era el típico paisaje de un cuento de hadas, nunca imaginé que un lugar así existiría pero que es? Así que bajé de los brazos de Sebastian y caminé hacía la casa, él abrió la puerta y ví los pocos muebles que tenía adentró, una mesa con dos sillas y un sillón junto a la chimenea.

- Siéntate no falta mucho para que el frío se sienta más fuerte -

- ¿Que es este lugar ?-

- Es el bosque donde todo se detiene, aquí vine a vivir después de salir del Inframundo-

Al parecer lo hice recordar algo triste porque su mirada cambio a un tono melancólico, me senté en el sillón y lo tome de la mano para que me acompañará y decidí preguntarle directamente.

- ¿Me puedes contar ?-

Me miró con sus bellos ojos color carmesí y me acarició mi cabeza haciéndome despeinar mis cabellos.

- Antes de venir a este lugar yo fui un demonio del Inframundo, un lugar para nada agradable para un humano, cansado de vivir devorando almas inservibles decidí abandonar ese lugar y llegué aquí, este bosque es algo así como un rincón donde todo se detiene, el tiempo no existe y sólo un humano podría llegar si es traído por un ser sobrenatural como yo -

- Y entonces, ¿porque tenías una casa en el bosque prohibido del reino? -

- Cansado de vivir solo y aburrido decidí viajar a otros lugares, de ese modo llegue al reino de tu padre y me quedé en el bosque, me dedicaba a cazar y algunas veces observaba a los habitantes del pueblo, pero aquel día por causalidad algo me atrajo justo a la entrada del bosque, un sentimiento fuerte me hizo ir rápidamente a ese lugar y fue donde te encontré -

De algún modo sus palabras me hicieron sonrojar pues ese fue el día que nos conocimos.

- Cuando te ví en ese momento el color azul de tus ojos me atrapó, sin embargo decidí mantenerme alejado hasta saber que pasaba contigo pero una cosa llevo a la otra y ahora estamos aquí -

- Quierés decir que no te pudiste resistir a mis encantos no? -

- Como siempre mi querido Ciel eres tan adorable -

Me tomó de mi barbilla y me regaló un suave beso que me hizo vibrar, aunque aún tenía esa duda el porque viajar tan lejos si el ya tenía un hogar en el bosque, me separé del beso y le  pregunté nuevamente.