Sin límites. [MINKEY]

10

Capítulo 10.

-¿Pero qué mierda te pasa? -dije mirando a Minho seriamente.

-No me hables. -susurró y sin mirarme se fue del jardín entrando de nuevo al salón. La boda siguió su ritmo y yo trataba siendo insistente en que Minho por lo menos me dirigiera la mirada, pero ni eso hacía, solo a veces para simular que estaba todo bien entre nosotros en la boda. Nos tuvimos que quedar hasta lo último, fingiendo que todo era felicidad hasta que la boda terminó. Al despedir a todos los invitados y todos los presentes, nos subimos al auto, donde el chófer nos llevaría hasta el lugar donde pasaríamos nuestra luna de miel.

Todo el trayecto fue silencio y más silencio, totalmente incómodo. Yo no sabía de qué manera empezar a hablarle ya que por una parte igual me sentía culpable, porque sí, había invitado a Jonghyun sin decirle nada a Minho...

Llegamos al lugar realmente hermoso, vimos como el chófer fue bajando nuestras maletas y enseguida sentí un aire fresco venir de aquel lugar, tal y como habían mostrado las fotografías había una playa frente a la casa donde nos quedaríamos. Por otro lado, la casa era realmente hermosa y muy lujosa, tenía grandes ventanales y estaba decorada como si fuera una simple casa de playa, se mostraba muy cálida.

El chófer y los guardias que nos habían traído se fueron y sin dudarlo cerré la puerta, vi como Minho se fue a lo que sería nuestra habitación e inmediatamente lo seguí. Esto no se quedaría así.

-¿Piensas seguir enojado? -pregunté sarcásticamente. Enseguida vi como él se dio vuelta mirándome fijo. ¡Hasta que al fin me había dirigido la mirada!

-No lo estoy.

-Minho, no me jodas, sé que estás enojado. No tienes por qué mentirme.

-Me revienta, juro que me revienta que se crea tal dueño tuyo y se atreva a tocarte.

-¿Es que tu si eres mi dueño, Minho? Que yo sepa nadie puede hacer lo que quiere conmigo. Yo no te he dado ese derecho. -levanté una ceja.

-¿Ah, no? ¿No me lo has dado? Entonces... ¿Porque reaccionas de forma tan sumisa cuando estoy cerca de ti? ¿Por qué hablas tonterías siendo que tu cuerpo me responde de otra forma? -lo miré fijo mientras sentía mi corazón bombear como loco porque sabía que... tenía razón, maldita sea, tenía razón, estaba vuelto loco por él.

-¿Entonces qué harás para que se te quite esa cara?

-Escucha, ojalá esta cara que tengo fuera por nada. Me enloquece que otro te toque. No tienes idea cuánto. -susurró muy gravemente en mi oído mientras acariciaba con su mano mi mejilla.

-Minho... -susurré. -Quiero más de ti, mucho más.

-No me importa qué tipo de pasado o vida hayas tenido con los cuantos amantes que has tenido, me provocas, me seduces y no pararé hasta hacerte mío cuantas veces se me dé la gana, de hacerte gritar mi nombre como tú solo lo sabes hacer, de recorrer cada parte de tu cuerpo con mis labios porque eres mío, solo mío y de nadie más. Me gustaste desde el primer día y ahora no pienso parar. -dijo y yo me mordí el labio al escucharlo de esa forma, tan serio y posesivo.

-Demuéstramelo... -cerré mis ojos mordiéndome con más fuerza el labio.

-Mierda, ven aquí. -dijo por última vez y agarró mi cintura fuerte y me atrajo a su boca, inmediatamente comenzamos a besarnos como locos, enredé mis dedos en su pelo y él comenzó a bajar mi pantalón de vestir, deslizándolo con suavidad por mis piernas. Se separó de mis labios y me dio vuelta con brusquedad haciendo que apoyara mis rodillas en la cama, él bajó mi bóxer despacio y se acercó a mi espalda, acercó su boca a mi oído mientras comenzaba a acariciar mi culo y dios, que bien se sentía. Que bien se sentía que me tocara sin ropa de por medio. -Te has portado muy mal, Kim. -susurró en mi oído y enseguida golpeó mi culo con la palma de su mano.