Sin límites. [MINKEY]

19

Capítulo 19.

Habían pasado semanas de la visita de Woohyun a la empresa y Minho no podía sentirse más confundido y eso le estaba afectado porque su relación con Kibum no estaba funcionando del todo bien, no estaba siguiendo su ritmo como antes por el comportamiento que Minho tenía últimamente. Metía excusas todo el tiempo, decía que se la pasaba trabajando y ya ni siquiera pasaban tiempo juntos, Kibum sentía que le había dejado de gustar a Minho porque el mismo se mostraba muy frío con él, apenas lo besaba, apenas lo abrazaba y le irritaba no saber el porqué de su comportamiento.

¿Y si encontró a alguien que le revolvió la cabeza?

¿Y si le gusta alguien más?

¿Y si se enamoró de otra persona que no es él?

Más preguntas como esas se paseaban por la cabeza del rubio, haciéndolo confundir mucho más.

De: Bummie.

"¿Podemos vernos en media hora? Ven a casa si quieres, sabes que mis padres han viajado y creo que necesitamos hablar."

Minho suspiró al recibir el mensaje de Kibum porque mierda, lo sabía, sabía que estaba arruinando todo a medida que iban avanzando los segundos, los minutos, el tiempo en sí. Estaba arruinando todo con su miedo a que algo le pasara a Kibum, a que algo le pasara a Jonghyun. ¡¿Por qué la vida tenía que ser tan injusta?!

Respondió que sí, que para él igual tenían que hablar y sin más apagó su celular tratando de concentrarse en los papeles que le faltaban. En realidad no tendría que estar en la empresa, pero él solo se obligaba a quedarse con total de no pasar tiempo con Kibum y así terminar arruinando lo poco que quedaba de su relación.

Pasó una hora y dejó los papeles de lado, se levantó de la silla y guardó su celular en su saco poniéndose el mismo. Apagó las luces de su oficina, cerrándola con llave. Despidió a su secretaria y todo el personal que quedaba para finalmente salir de la empresa y subir a su auto. Comenzó a dirigirse a la casa de Kibum, quiso ir lo más lento que podía aunque mucho no pudo hacer porque las calles estaban extrañamente vacías y le era inevitable no ir rápido.

Llegó y estacionó el auto, bajó y se dirigió directamente a la puerta, cosa que después de unos segundos Kibum le abrió. Estaba totalmente hermoso, con su sonrisa malditamente angelical recibiéndolo de una manera en la que odiaba sentirse y comportarse de tan mala manera con él.

¿Por qué ahora que me siento así de imbécil te comportas tan bien conmigo y me recibes de esta manera? Pensó Minho al ver a Kibum en el marco de la puerta, vestido con un sweater blanco, unos jeans celestes y unas botas negras con pequeña plataforma. El mismo no lo dejó pensar mucho porque enseguida se tiró a sus brazos, apoyando su mentón en el hombro del contrario, aferrándose con fuerza. Minho se quedó estático, sintió como sus ojos comenzaban a arder pero se aguantó las ganas de que estos comenzaran a lagrimear. 

-¿Por qué no me abrazas? ¿Por qué no me correspondes? –preguntó el rubio y Minho se mordió el labio inferior.

-Perdóname. –fue lo único que pudo contestar abrazando el cuerpo menudo, rodeando su pequeña cintura envuelta en ese sweater blanco que le quedaba hermoso. –Sólo... estoy muy cansado. –se excusó de nuevo.