Usagi caminaba apurada, sus tacones creaban pequeños y casi inaudibles golpes en el suelo del castillo. Se veía apurada.
—¡Town, Town!—gritó la de cabellos azules.
Detrás de ella venía Marionette, una simpática y alegre Hope, la cuál siempre se metía en problemas.
—¿Bonbon? ¿Qué altera tu chocolate?—preguntó el leoncito.
—Es Marionette, intento comerse una casa de caramelo.
Towntrap soltó una leve risa. Era la cuarta vez esta semana y ya se estaba acostumbrando a ello, pero claro, nunca se lo diría a su compañera si no quería ganarse un regaño.
—¿Enserio? ¿Cuál era el sabor esta vez?
—Menta.—respondió feliz la albina sin darle mucha importancia al asunto.
-—Town! Eso no puede hacerse y lo sabes. Tendré que mandarla a la cárcel.
—Vamos Bonbon. La cárcel es de caramelo, no duraría ni dos minutos ahí.
—¡Agh!—gruñó Bonbon, para después continuar—: Bien, te dejaremos ir, Solo porque eres nuestra amiga
—¡Si, Gracias!—respondió feliz Marionette, abrazando a la recién nombrada Hope.
—Ok, Basta de abrazos, ya es tiempo de irse —comentó Town con una suave risa.
—¡Nos vemos luego!—dijo feliz la albina, cerro la puerta con cuidado y salió corriendo hacia el mundo Hope.
Al cierre de la puerta, el aire se oscureció levemente y los ojos de los presentes tomaron un brillo de seriedad y preocupación. Towntrap suspiró cediendo al estrés y se sentó en el suelo.
—¿Tienes noticias?
—No, creo qué los rumores son ciertos.
—¿¡Enserio?! ¡Por el Rey!—gritó el recién nombrado—, Está cometiendo un error. Los Ghost no pueden ser salvados, ¡podría morir!
—Créeme, lo sé. Pero contra el amor ¿qué se puede hacer?
—Nada...—respondió buscando una solución lógica a su problema actual.
—Exacto, nada.
—¿Es decir qué dejaremos morir a un inocente?
—Tenle fé, Town, ¿No recuerdas como era estar enamorado de un Ghost?
La de cabellos azules esbozó una sonrisa coqueta y automáticamente las mejillas de Towntrap se tiñeron de un leve color bermellón. Ella sabía muy bien cómo ponerlo nervioso.
—N-no, y-yo...
BonBon soltó una leve risita viendo la reacción de su compañero, adoraba fastidiarlo en sus horas de trabajo, era casi cómo su rutina diaria.
—Sé qué aún te gusta—le dijo ampliando su sonrisa.
—¡Qué no!
—Eso no dice tu cara.
—Como sea, díme cuando tengás noticias de Chica.
La única forma de salir con su moral intacta era retirarse, tomó una pila de papeles, dispuesto a llevárselos al Rey, para después mirar con desaprobación a su compañera de trabajo.
—Bien, carnal.—le dijo recalcando la última palabra con un tono más grave.
—¡Qué no me gusta!
Con esas últimas agitadas palabras, Town partió hacía la oficina del Rey dispuesto a ignorar los vergonzosos comentarios de BonBon.
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•"Gris"•#PremiosFNAFHS
Fanfiction«Por un lado, hay personas qué sufren por las sombras qué los adueñan, los Ghost y por el otro lado, miles de entes conviven en total felicidad, los Hope. ¿Qué pasaría si esos dos mundos, completamente diferentes, se unieran? Eso es exactamente lo q...