Narradora:
Maggie despertó en el hospital que tanto conocía. Detrás de la puerta escuchaba gritos desesperados, de una voz entrecortada.-¡Dejenme verlo! ¡Dejenme verlo, por favor!
Sentía los pasos recorrer el pasillo con más agilidad que la normal.
¿Cómo había llegado hasta allí? No tenía idea.
Una albina que ya conocía entro desde el pasillo exterior con una enorme sonrisa-¿Te dormiste esperandome, Maggs?
La otra reacciono como un rayo y se levantó, mirando los orbes lavanda de su amiga
-Eh...si...creo...¿De donde vienen esos gritos?
-En la sala de recepción de emergencias hay un enorme escandalo con un chico rubio.
-Bien...¿nos vamos?
La verdad, Maggie quería averiguar que sucedía en la otra sala, pero contuvo su curiosidad.
Caminaron por las calles iluminadas por el sol, mientras la albina cantaba: "Un mundo ideal...será fantastico encontrar"
La de mayor altura solo sonreía sin levantar las cejas.-¿Podemos tomar una malteada? Quiero hacerlo una vez más antes de que te vallas.
La pelirosada se paró en seco.
-¿Ir-irme...?
-A hacer tu tratamiento.
-Mai, te he dicho que no tengo suficiente para esas cosas.
-Yo lo pagaré
-¿¡Qué?!
La menor solo sonreía, mientras la contraria estaba estupefacta, sin un minimo moviento.
-Mai. Eso cuesta mucho dinero
-No importa. Mira-saco del bolsillo de su sueter un monedero con forma de corazón. Cuidadosamente lo abrió dejando ver una gran cantidad de billetes prolijamente ubicados-Son mis ahorros
-No dejaré que gastes tu dinero por mí
-Lo hago por cuenta propía, es mi decisión.
Parecía más realista que nunca, con paso decidido, se acerco más a su amiga, para rozar sus narices. Dando a entender a Maggie que no cambiaría de opinión.
-Yo...yo...nunca...creí que...alguien hiciera esto por mi
-Pues lo hice, y estoy feliz por ello. Ven, vayamos a tomar una malteada
Sus ojos se volvieron más cristalinos, reflejados en el sol.
De pronto, como si le hubieran tirado un balde de agua fría, volvió a la realidad. No vería más a Mai por mucho tiempo.Pasaron los días más rápido de lo normal. Sin darse cuenta ya había llegado la despedia de las dos.
Los otros Nightmares estaban allí mismo saludando a la pelirosa, hasta que llego el turno de la albina.-No quiero separarme de tí
¿Eso era una confesión?
-Yo tampoco. ¿Pero es por tu bien, no?
-Lo sé. Te voy a extrañar mucho.
-Y yo a ti.
Y así, como si el tiempo se detuviera frente a ellas, se dieron un pequeño beso. Que seguramente las dos recordarían.
La ojirosa subío las escaleras del avión y detuvo su pasó en la entrada de este.-¡Adiós Mai!-Dijo entrecortadamente mientras lágrimas caian por sus mejillas y se incorporaban a aire.
-¡Adiós Maggs!-Respondió con los ojos llorosos, mientras movía su mano izquierda.
Subió las escaleras y le dió a la pelirosa un pañuelo de color morado.-Para que me recuerdes, cuando estés triste.
Bajo una vez más y por última vez, observo esos ojos de los que se había enamorado. Que luego al entrar al avión que estaba despegando, se perdieron en el cielo.
Porque aunque no lo crean. La razón puede enamorarse de la locura. Y la locura de la razón
♡
ESTÁS LEYENDO
•"Gris"•#PremiosFNAFHS
أدب الهواة«Por un lado, hay personas qué sufren por las sombras qué los adueñan, los Ghost y por el otro lado, miles de entes conviven en total felicidad, los Hope. ¿Qué pasaría si esos dos mundos, completamente diferentes, se unieran? Eso es exactamente lo q...