Sharon vio a los gatos que estaban en el escenario. Eran unos viejos cualesquiera, que tocaban una música horrible, satánica. Parecía una especie de rito para traer a los muertos, Sharon temía que el diablo se levantase del infierno y viniese a comérsela.
Entonces el horrible sonido detuvo y el cántate de Rata Blanca hablo.
–Bueno Montevideo, ¿ESTAN LISTOS PARA ROCKEAR? –Todo el público gritó. Sharon miró con complicidad. Pobres viejos, ¿Cómo se sentiría que todo el mundo les gritase? Ja, Sharon podía imaginarse lo que seguiría, todos los turros cagando a palo a esos viejos, mientras seguían gritando… ¿SI? No, seguramente Sharon escuchaba mal. Cuando volteó vio a aquel millar de personas gritar “¡Si, si, si, si, si, si!” Sharon no podía creerlo.
–¿¡Quiénes son viejos cualquiera!? –Gritó una voz más linda. Sharon vio a La Zorra que venía caminando de entre el público– ¡Ustedes! ¡Adrián quiero hablar con vos!
El cantante de Rata Blanca vio a La Zorra y se rio.
–¿Puede ser? ¿Jackita La Zorra? ¿En un concierto mío? –Adrián rio a carcajada limpia.
La Zorra chasqueo los dedos y del escenario le lanzaron un micrófono.
–¿Qué hacen acá? ¡Esta noche yo iba a dar un concierto! –Dijo La Zorra
–¿Pero quién va a querer verte a vos? ¿Cuántos lograste juntar esta vez? ¿30? ¿40?
–¡60! –Respondió La Zorra. Los integrantes de Rata Blanca rompieron a reír.
–¿60? –Dijo Adrián cuando logro parar de reír– ¿Qué no ves que tenemos a como 500 personas acá? ¡Haceme el favor de volver cuando tengas página en Wikipedia!
–¡Callate! –La Zorra fue a decir algo más, pero sus palabras se trancaron.
–¡Ay mi vida! –Gritó Adrián desde el escenario–. ¡No, no vayas a llorar, si te digo la verdad! –cantó. Aquella era una de las canciones de La Zorra
–¡CORTATE LA PELUCA VIEJO HIJO DE PUTA! –Gritó otra voz desde el público. Sharon vio a la Cheni caminar entre el público, que la sujetaba–. ¡DECI QUE ME AGARRAN ESTAS GALLINETAS PORQUE SI NO TE CAGO A TROMPADAS MOMIA!
–¡Cállate y adelgaza vaca! ¿¡A cuantos de tus amigos te comiste!? –Gritó Adrián. Sharon agarró a la Cheni y se la llevo de allí.
–Vamos devuelta a Tanpa. No vale la pena –Sharon y la Cheni dejaron el concierto y se fueron de regreso al club de disco.
En el camino, Sharon vio que solo unas pocas personas habían quedado en Tanpa. Sharon siguió caminando cuando vio una figura a lo lejos. La figura estaba encapuchada, y Sharon vio que se venía acercando a gran velocidad.
–Cuidado... –Le susurró Sharon a la Cheni.
La figura encapuchada llegó enfrente de Sharon, y la joven wachiturra se dispuso a atacarla, cuando del tejado del edifico que tenían al costado, cinco figuras encapuchadas se abalanzaron sobre las aventureras. Las agarraron de los brazos y las sujetaron bien fuerte para que no lograsen escaparse.
–¡DEJENME EN PAZ! –Gritó Sharon.
–¡SE VAN A CAGAR EN LA MIERDA! –Gritó la Cheni que daba patadas en toda dirección. Las wachiturras fueron arrastradas hasta un callejón oscuro donde fueron amarradas. Luego las hicieron sentarse de rodillas, y presenciar como de la oscuridad surgían tres figuras con capas y capuchas. Las figuras se pararon frente a las aventureras y al mismo tiempo se sacaron la capucha. El primer joven tenía el pelo negro, rizado y corto, ojos marrones y tenía una mirada sombría. El que estaba en el otro lado del trio tenía el cabello rubio y lacio, peinado hacia abajo como un asqueroso emo, ojos azules y deliñados de negro como un travesti. El que estaba en el medio tenía el cabello negro con reflejos rojos, cortados de forma despareja y muy despeinado. Llevaba un pircing de arito, y Sharon pudo entrever muchos tatuajes en su cuello e incluso en sus manos.
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La Pequeña Sharon Y La Invasión Del Rock
HumorTodo cambió. La profecía de La Ultima Wachiturra De Montevideo le ha dejado claro a Sharon que todo va a terminar en guerra entre el rock y la cumbia. Decidida a ganar la batalla, Sharon y su amiga La Cheni comenzarán una busqueda por la verdad detr...