Hector estaba esperando apoyado en la pared enfrente de la puerta de la discoteca, fumando un cigarrillo, cuando de repente, vió a Tam doblar la esquina, sus ojos recorrieron cada parte de su cuerpo; llevaba unos pantalones cortos de tiro alto azules marinos, con unas medias negras y una camisa de media manga blanca transparente, y en una mano, llevaba una americana negra corta.
Cuando Tam llego a la puerta de la discoteca miró a su alrededor, no le había visto, pero entonces, sintió una mirada detrás de ella, girandose para ver a ese chico de rulos castaños, mirandole con esa intensa mirada verde, mientras le daba una calada a su cigarrillo.
La mirada de Tam comenzó a examinarlo de arriba a abajo, llevaba una camiseta estrecha blanca y unos pantalones pitillos de cintura baja; 'realmente sexy' pensó Tam.
Con una sonrisa instalada en su boca se acercó a él, y cuando llegó a su altura, Hector expulsó el humo por la boca, haciendo cerrar los ojos a Tam, a la cual se le borró la sonrisa de un plumazo.
-Ya pensaba que no vendrías estrecha.- le dijó Hector con una sonrisa autosuficiente.
La mano de Tam se desplazó rápidamente a un lateral de la cara de Hector, el cual giró la cabeza para que el golpe fuera menor, y cuando la mano de Tam estaba situada en su cara debido al impacto, Hector la agarro de la muñeca, sorprendiendo a Tam y atrayendola hacia él, y colocó la mano de ella sobre su corazón.
-¿Notas eso?- le preguntó Hector a Tam apoyando su frente sobre la de ella.
Tam al principió no lo comprendió, pero cuando presto un poco de atención, noto los rápidos latidos de su corazón y asentió a Hector mirando el suelo.
-A cada momento que estoy contigo se me acelera el pulso, y tu eres la única capaz de causar este efecto en mi, Tam- le dijó Hector mientras le agarraba de la barbilla y le levantaba la cabeza para conectar sus miradas.
Lentamente Hector se fue acercando a los labios de Tam, y cuando estaba sobre ellos, agarro el labio inferior de ella y lo mordio suavemente, mientras una sonrisa se escapaba de la boca de Tam.
-Bueno, ¿vamos a entrar ya a la discoteca o esperamos hasta que salga el sol?- preguntó Tam separandose de los labios de Hector.
-Oh no, no pensarias que ibamos a ir a una discoteca llena de chicos salidos que no pararían de devorarte con la mirada- le dijo Hector mientras empujaba suavemente a Tam para que se alejara un poco para poder mirarla - Y mucho menos según lo provocativa y sexy que estas hoy-
La sonrisa de Tam fue creciendo por segundos, y las comisuras de Hector al verla, se curvaron dejando ver sus hoyuelos.
-Vamos estrecha repelente, que al final se van a despertar tus papis antes de que nos movamos- dijo Hector comenzando a reir a carcajadas mientras Tam le daba un puñetazo de broma en el hombro, y el brazo de Hector rodeaba su cintura para que caminara pegada a él.
Nico no paraba de hacer círculitos con sus dedos en el cuello de Mía, mientras esta, respiraba su perfume, y movia de arriba a abajo su mano por encima de la espalda de Nico, el cual solto un largo suspiro.
-Me mata verte así pequeña- le susurro Nico en el oído.
Mía sonrio sobre su cuello, y parando de mover su mano sobre su espalda, se acercó al oído de Nico.
-No sé que he hecho para tenerte, pero tengo muchisima suerte, y no te voy a dejar escapar nunca- le dijó Mía mientras le daba un beso en la mejilla.
Nico cogió a Mía sobre su hombro, de tal forma que la agarraba por las piernas y sus brazos colgaban por su espalda, mientras ella reía a carcajadas.
-Venga, que voy a llevarte a casa, que ha sido un día muuuuy largo, y tienes que descansar- dijo pellizcando suavemente la cintura de Mía. -Además empieza a hacer frío.
-Eso es lo que pasa blandengue, que el niño tiene frío- gritó Mía explotando en una carcajada. -Me lo podrías haber dicho princeso, que nos hubieramos ido antes a casa- le dijo Mía comenzando a llorar de la risa.
-Já, já, muy gracioso eh, ahora te vas solita- dijo Nico bajando a Mía de su hombro y posandola en el suelo mientras se hacía el ofendido.
-Oh, venga Nicholás, que vas a coger frío princeso- dijó Mía volviendo a reir a carcajada limpia.
Nico paso el brazo por encima de sus hombros mientras empezaban a caminar.
-¿Es tuya?- le preguntó Tam acercandose a la moto, a lo que Hector asintió
-¿Me dejas llevarla a mi?- le preguntó Tam poniendo un puchero
Hector frunció el ceño y su gesto se volvió serio, pero segundos después se relajó dejando ver una amplia sonrisa con sus hoyuelos.
-No no, que aprecio mucho mi vida, cielo- le dijo Hector guiñandole un ojo, a lo que Tam resoplo enfadada.
Hector se acercó a Tam la cual se había girado, y desde la espalda le agarro por la cintura y acercó su boca a su oído.
-Si eres buena a la vuelta te dejaré llevarla, pero ahora te quiero llevar yo a un sitio- le susurro Hector con su voz más ronca de lo normal, que hizo que todo el pelo de Tam se erizara y se girara con una sonrisa.
-No se me va a olvidar, rulitos- le dijo Tam mientras caminaba hacia la moto y se sentaba en el asiento.
Hector se quedó sonriendo a la nada y pasados unnos segundos escucho la voz de Tam.
-Venga, o mis papis se despertarán- le dijo riendose mientras le guiñaba un ojo y Hector comenzaba a andar hacia la moto
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-Lo inesperado-
Teen FictionElla; Tam, una chica buena, que nunca haria nada peligroso o imprudente, hasta que lo conoció. Él; Hector, un tipo peligroso, de los que todos recomiendan mantenerse alejado, hasta que la conoció. El complementaba la actitud de chica buena de ella...