Wolves

Capítulo 23

Abro lenta y complicadamente mis ojos adaptándome a la oscuridad de la noche. El entorno parece el de un bosque denso y sin salida, tenebroso y alarmante. De pronto dos sombras se hacen visibles ante mis ojos, una más alta que la otra.

—Hola – dice la voz de la sombra alta acercándose a mí peligrosamente haciéndome retroceder. De pronto la persona sale del anonimato dejándome ver la psicótica cara de Nathan. —Buen trabajo compañera – continúa agradeciéndole a la desconocida chica que también había dejado ver su rostro. Sin saber que hacer comienzo a gritar pero después de tres segundos haciéndolo mis músculos comienzan a pesar y un extraño sueño me llena de nuevo como hace apenas unos instantes (o al menos ese tiempo fue el que pienso que ha de haber pasado).

—Ni lo intentes – advierte la baja voz de la chica, de pronto su rostro se distorsiona dejando ver una piel negruzca con escamas, el negro domina su ojo entero y una larga y delgada lengua de serpiente sale de entre sus labios sonriéndome burlonamente. Aún más asustada intento pararme y correr pero las sogas a mi alrededor me lo prohíben haciéndome sentir sin escapatoria. Una infinidad de preguntas se formulan en mi mente en cuanto a la chica, Nathan o la razón por la que me encuentro aquí secuestrada en un bosque.

—P-para qué me quieres? – balbuceo haciendo cada vez más fuerte y estricto mi tono, demandando respuestas. Se miran entre ellos y ríen como si hubiese dicho el chiste más gracioso del mundo.

—Oh querida Olivia, no te sientas tan importante. Sólo eres un anzuelo para poder capturar al pez gordo, el cual lleva como nombre Harry Styles. Sin embargo una vez que hayamos asesinado a aquel chico lobo tú estarás a la deriva de la suerte y sin nadie con quien ir, así que podrás vivir conmigo como la pareja feliz que siempre ansié que fuésemos – comenta acercándose a mis labios con demasía. Sin pensarlo dos veces escupo en su rostro antes de tocar nuestros labios haciéndolo enfurecer.

—Creo que tendré que educarte bien, sin embargo creo que comprendo. Tienes un canino de novio, es claro que
no tienes modales con otros chicos preciosa – dice dándome la espalda. —Por cierto; ella es Lufium y gracias a ella y sus preciados ojos pudimos capturarte – prosigue señalando a la chica con apariencias de serpiente. Decido no mirar a ninguno de mis dos secuestradores para evitar llorar o entrar en un trance de nerviosismo, así que vacío mi mente intentando no pensar en nada más que en posibles rutas de escape, todas ellas completamente locas, descabelladas y peligrosas.

—¿Dónde estamos? – me aventuro a preguntar sintiendo mi corazón latir a mil por minuto. Una parte dentro de mí no quiere escuchar la respuesta pero la otra lo desea con anhelo rogando que no estuviésemos muy lejos de donde había estado yo la última vez.

—Lejos, mucho más lejos de lo que crees. Te llevaré a una celda y ahí esperarás a tu amado como una damisela en apuros, la diferencia aquí es que el destino de tu chico no será nada bueno. Sin embargo podrías ser bien acogida con nosotros mi bella Olivia, a fin de cuentas tu único error fue enamorarte de un horrible ser que asesinó a su propio hermano con sus manos – menciona haciendo que un sentimiento de odio crezca en mi ser tras haber dicho esas cosas sobre Harry.

—¡Tú no sabes nada! ¡Deja de decir estupideces pedazo de escoria! – exclamo con lágrimas de desesperación en los ojos recibiendo un golpe de su parte en mi mejilla, muy cerca de mis labios haciéndolos sangrar. El sabor metálico inunda mi boca así que escupo la sangre manchando su camisa.

—Oh, créeme. Yo sé lo suficiente y es por eso que estás aquí como rehén.

—Ni creas que podrás salirte con la tuya, conozco a Harry y no podrás vencerle tan fácilmente – amenazo intentando zafar los lazos de mis manos sin éxito provocando que éstas sólo se irritasen hasta el punto de hacerlas casi sangrar, sin embargo paro sabiendo que el único resultado serían unas sangrientas manos adoloridas que definitivamente no servirían de nada.