Un día nos fuimos a la casa de una tía a pasar unos días, un día fuimos a comer y se quedo la empleada con mi tía, quien le dijo que jamas debería entrar en el último cuarto.
Aun así, la empleada entro en el último cuarto para dormir y como a las dos de la mañana se levanto para ir al baño. Fue allí donde las cortinas de la regadera se le abrieron por lo que se asusto, luego vio a un hombre, pensó que se trataba de un ladrón, pero al verlo bien noto que no tenia pies por lo que salio gritando de susto.
Luego, por su descripción supimos que era mi primo, quien había muerto en esa habitación.