maratón semanal 4/?

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No hubo fanfarria para saludar a la pequeña parte de la comitiva real que entra en el capital de Domino. No hubo cuernos o desfiles o una multitud de aldeanos alegres. La gente del pueblo se encontraba haciendo cada quien lo suyo como era habitual. Estaba vestida con ropa de calle, la capa de su protector echada sobre los hombros para mantenerla caliente. Su cabello era un desastre natural, y ella no se veía como la invitada más amigable para adornar los pasillos del palacio.

Las puertas cerradas le dieron la bienvenida a la fiesta de todos modos, el palacio reconocería el símbolo de uno de los suyos. Cabalgaron a la entrada principal del palacio, los guardias guiaron a Bloom en el interior señalandole donde tenía que estar. El palacio en sí era grande y espacioso, llena de techos altos y grandes ventanales. Las banderas eran del mismo color que los uniformes de los guardias: azul cielo  brillante. Por razones que no se atrevía a admitir, ese color la entristecía.

- Anunciamos la presencia de la princesa Bloom - un sirviente dijo, alertando a todo el pasillo sobre su presencia. Afortunadamente, aparte de unos pocos servidores, el único ocupante de la habitación pasó a ser aquel sujeto sentado en el trono. El hombre se puso de pie ante el anuncio, claramente sorprendido de ver a su hija delante de el.

-¿Qué es lo que significa esto?- preguntó el rey Oritel, sin ninguna indicación que demostrara que estaba feliz de ver a su hija después de tanto tiempo, escondido detrás de su indignación.

-La torre a sido destruida. Era inadecuado para la vivienda, especialmente para alguien de tan alta cuna como ella. Pensamos que la mejor opción era la de llevarla a casa dadas la circunstancias- el guardia que la trajo explicó, inclinándose delante de su rey. Bloom contuvo el impulso de burlarse, sin molestarse en realizar cortesías por un hombre que la encerró en una torre desde que era una niña pequeña. Eso, y que además, no parecía contento de verla allí, así que ¿por qué tenía que finguir que tenía el placer de verlo?

-Ya veo-, reflexionó el Rey Oritel, frunciendo el ceño antes de volver su atención a Bloom. -¿Y supongo que usted sabe por qué la torre fue destruida?-

-Fue un accidente-, dijo Bloom  diplomáticamente como pudo, tratando de sonar ingenua. Sin embargo, esa explicación no se la tragó el rey.

El Rey Oritel resopló, incrédulo. -¿Ha mejorado su condición, en ese caso?-

-Si por "la condición" quieres decir que ya no soy un dragón, entonces voy a tener que decepcionarlo a padre- Bloom respondió bruscamente. -Pero estoy segura de que has oído las historias.-

- Hubiera preferido que fuesen solamente mentiras-

El rey volvió a sentarse en su trono, espantando a los guardias en distancia. No los dejaron del todo, simplemente se movieron a los lados de la sala, dejando el padre y la hija  hablar por sí mismos.

-¿Donde está mi madre?- preguntó Bloom, notando su trono vacío. Aquella mujer era prácticamente un desconocido para ella, pero la idea de que se muriera o que se halla ido le provocaba sentir su sangre fria correr.

-Fuera, en la ciudad baja. Ella estará de vuelta en la cena. Estoy seguro de que va a recibirte con alegría al verte tan crecida, si es que no has quemado todo el reino antes de ese momento- el rey respondió con sarcasmo, mirando hacia abajo a su hija como si fuera a encenderlo a el en cualquier momento y esparcir todas las llamas por el palacio. Tendría que felicitarlo por su duda. Sería una mentira decir que nunca había pensado en hacer eso antes.

-No tengo ninguna intención de causar problemas. Sólo quiero estar sola-  eligió en lugar decir, otra verdad más profunda.

- Pues bien, tal vez vamos a llevarnos mejor de lo que esperaba - el Rey Oritel respondió sin alegría. Luego se dirigió a un servidor colocado a su lado, el hombre listo para llevar a cabo cualquier orden que el rey le diera. - Una fiesta se llevará a cabo esta noche en honor al retorno seguro de mi hija, una fiesta de bienvenida por así decirlo. Yo esperaba que ella se vea presentable. Hasta entonces, escolta a la princesa a su habitación. Si ella desea estar sola, lo hará dentro de la comodidad de su propia habitación-

-Usted es demasiado amable, padre-  Bloom dio las gracias, a pesar de que significaba poco para ella. Hizo una reverencia a lo mejor que pudo con su capacidad y memoria, placentera de saber que salió mejor de lo que esperaba.

Se dio la vuelta para dejarse llevar por el sirviente, pero su padre la llamó, aparentemente olvidando algo.

-Su compañera de torre, la princesa Diaspro, ella se va a casar al final de la semana. Nuestra familia, dada la cercanía que compartimos con la de ella, ha sido invitado a participar. Espero que venga con nosotros también.-

-No tengo ningún deseo de estar allí-  Bloom protestó, utilizando su tono frío. -Diaspro es una malcriada. No deseo pasar más tiempo en su presencia.-

- Tonterías vas a asistir, es una orden. Vamos a mantener las apariencias para mantener la paz entre nuestro país e Isis ¿Ha quedado claro..?-El rey preguntó, su mirada pétrea y peligroso. ¿Esperaba que la intimidara? Tendría mucho que aprender ... pero hasta entonces, Bloom pensó que lo mejor es mantener la cabeza hacia abajo y hacer lo que le dijo.

- Al diablo-

-Piensa bien en lo que dices- el Rey Oritel advirtió. - Yo habia pensado todos esos años en una torre le enseñarían agradecimiento.-

-Me temo que soy una decepción en todos los aspectos, padre.-

El rey Oritel arrugó la nariz, reclinándose en su silla, claramente disgustado. Agitó las manos, en una seña a Bloom para que salga de su vista. Eso estuvo muy bien con ella. No quería hablar más con ese sujeto. Los criados eran una mejor compañía por el momento.

Bloom volvió a pensar en lo que ella había pensado en el viaje rumbo a Domino en cómo que nunca había tenido un verdadero hogar antes. Mirando alrededor del palacio, en las paredes de mármol y suaves detalles de oro, se preguntó cómo podía convertir este lugar en su hogar. Sin duda, tendria que tomarse el trabajo, pero...¿ el trabajo vale la pena por la recompensa? Hasta ahora, había sido ignorada por su gente, quienes ni siquiera la reconocen y habia sido criticada por su padre, que la echó fuera en el primer momento. Tal vez el encuentro con su madre iría mejor. Si no lo hiciera, la casa que quería sólo sería una fantasía.

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Hola!! Siento haberme colgado con los capítulos y si es que no me atraso más con las actualizaciones la historia terminará la semana que viene!!!!

El Cuento De Un Dragón (Bloom)(Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora