CRUCE DE DESTINOS (SungKyu y tú [Yura])

¿Qué, no te gusto no?

- Katie, te he traído aquí no solo porque quiera salir contigo, si no por otra cosa – sonreía tímidamente con la mirada puesta en el suelo

- Dime Channie, sabes que puedes confiar en mí – sonrió

- Katie, desde que te conocí hace tres meses, cada día ha sido una aventura, y eso sin contar que desde que te vi por primera vez en tu clase de moda internacional, voy a parecer un acosador, pero iba todos los días a observarte y a ver si tenía el valor suficiente como para pedirte salir, doy gracias a ese día por haberte conocido y hoy dos de marzo, quiero pedirte que Katie Chen – saco la cajita de la pulsera, y mientras la abro digo – Katie Chen, ¿quieres ser mi novia? –

- Chanyeol... eres el chico más increíble que he conocido nunca... - note que su voz se corto – CLARO QUE QUIERO SER TU NOVIA – dijo de golpe mientras se impulsaba hacia a mí para abrazarme

- Muchas gracias Katie, soy el hombre más feliz del mundo – dije mientras le devolvía el abrazo, cerrando los ojos a la par que la apretaba hacia mí.

- Te quiero Park Chanyeol – se separo de mí y me beso

- Te quiero Chen Yu An – pude decir en cuanto Katie se separo de mi – Toma – le puse su pulsera

- Ohh... Chanyeol, es hermosa no deberías –

- Ninguna joya es comparada con tu belleza – le susurre a dos centímetros de los labios

La noche era preciosa, y más ahora que la proposición había salido como yo deseaba, a diferencia de cómo llegamos al mirador, ahora me encuentro con la que podría ser el amor de mi vida apoyada en mi pecho.

- Bueno parejita, ya hemos llegado – dijo el cochero haciéndonos salir de nuestros pensamientos mientras jugábamos con la pulsera que le había regalado.

Yo baje primero para así poder ayudar a MI novia a bajar, ella me cogió de la mano y se propuso a bajar, primero un pie y ¡PAF!

- AHHHHH – Katie chillo

- ¿Katie qué te pasa? – me agache rápidamente para ver que le ocurría, el cochero llego un minuto más tarde que yo, también preocupado por la situación

- Ahhh... Me duele el tobillo – dijo mientras se sujetaba el tobillo con la mano

- ¿quieren que llame a una ambulancia? – dijo el cochero

- No gracias, tardo yo menos llevándola en coche –

Cogí a Katie en brazos, no es que pesara mucho, pero es que la propia tensión del momento me tensaba los brazos y me hacía más complicado el poder llevarla cómodamente. Casi corriendo llegue al coche, e introduje a Katie con cuidado en la parte trasera de este. Contando entre lo que tarde en meterme yo en el coche y en llegar al hospital más cercano no tardamos ni quince minutos. En cuanto pude aparcar, volví a coger a Katie a peso y entramos los dos por la puerta principal llamando completamente la atención de toda la sala de espera y de la recepción.

- Perdone, la chica se ha torcido el tobillo, nos podría atender –

- Si claro – nos dijo la enfermera, doy gracias a que es simpática, me habré cruzado de veces con enfermeras amargadas que no te hacen caso hasta que les da la gana – El doctor les atenderá en seguida, sala 3 – sonrió

Nada más entrar le hicieron una inspección completa a Katie, le hicieron una radiografía, en donde efectivamente se veía que se había roto el tobillo de la caída, en seguida que lo supieron se lo escayolaron, menos mal que no era una lesión muy fuerte y solo tendría que estar con la escayola unas ocho semanas.