Solo por mi profesor (#2) PAUSADA

Capítulo 3

Alisson's POV

La mañana siguiente desperté sobre el suelo de la habitación de Penny, para mi sorpresa estaba mas que cómoda; con estas montañas de prendas, jeans y sweters que camuflaban el suelo duro y me servían de colchón para mi espalda.

Me estiré un poco, sin cambiar demasiado de posición. Me fije por la ventana de Penny que todavía no amanecía, por lo que me debían quedar al menos un par de horas de sueño antes de partir hacia el aeropuerto.

Me acurruqué sobre una chaqueta y un blusa blanca que me hacían de sabanas y volví a coger la bota de cuero negra de Penny que me había echo algo de compañía por la noche, abrace la bota tal cual como a un peluche antes de pegar un salto que hizo que mi pulso se acelerara.

De un segundo a otro estaba tiesa y cómoda, para el siguiente perder la orientación mientras me deslizaba y seguía deslizándome por el sinfín de ropa desordenada de Penny

Salí rodando por el montón de cosas... alguien o algo había jalado desde debajo de mi cuerpo, una parte de mi adorada e improvisada cama (específicamente la blusa blanca que ahora se perdía entre los dedos nerviosos de lo que logré ver; Penelope Torres). Rodee por el impulso de la fuerza en dirección hacia mi izquierda.

Me enrollé en bikinis y sandalias, vestidos y lujosas pulseras, antes de rebotar contra la pared interna de la habitación celeste de mi amiga.

Solté un alarido. Me voltee y senté con dificultad para visualizar con los ojos aun semi cerrados debido al sueño, a una rubia estresada de unos 1,69 metros que revolvía el suelo y la ropa volviendo todo un completo remolino de tela.

Casi río. Si no fuera por el duro golpe que me había matado el buen humor.

- Dios, Penny... - susurré magullada.

- ¡He buscado esta blusa desde las 3 de la mañana! - soltó de golpe, a lo que reaccioné cerrando la boca al instante. - Quizá si no te hubieses adueñado de ella como un niño a un dulce, ¡no tendría que haberme despertado tan temprano para arrancártela de las garras! - el rostro de Penny se torno rojo. Su cabello despeinado le daba el aura de loca, y sus gritos me tomaron por sorpresa.

Miré la hora. 4:03am...

Dios me salve...

- Penelope, reacciona. - dije todavía desde mi lugar en el suelo. Ella no pareció escucharme, o simplemente no se había molestado en demostrar que lo hacia. Siguió con su numerito de loca.

Ayer nos habíamos quedado hasta las 1 de la mañana vaciando su equipaje, y déjenme decirles que este lado psicótico y punzante de mi amiga no era uno con el cual me agradar lidiar.

Había estado sacando mas y mas cosas de su armario durante toda la noche, 100% segura de que se arrepentiría si no llevaba todo lo que podría encontrar... la cartera morada, y cuando metía la cartera en la valija, entonces veía el encendedor de flores que sabría que no podía dejar aquí, entonces lo metía también, y recordaba donde había dejado sus zapatillas calipso para montar a caballo, entonces hacia un hueco entre las chucherías y mas chucherías que había arrojado dentro del bolso para seguir buscado mas y mas cosas... Y cuando ya no cabían mas cosas en una maleta, sacaba otra, y otra, y otra.

Es oficial, mi amiga esta loca.

- ¿Si quiera conseguiste algo de sueño? - pregunte preocupada. No contesto.

Todavía mas preocupada, conté las maletas que llevaba terminadas. 3, y ahora iba por la cuarta.

Justo cuando cobraba fuerzas que no existían en mi organismo para pararme, la aparición de Josh llamo suficientemente la atención de Penny.