Capítulo 13

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**llamada perdida de Penny**
(3)

**mensaje Josh**
(6)

Mi móvil había sonado toda la noche de largo, había tenido la ilusión de que había por lo menos ignorado unas mil notificaciones... Apagué la pantalla del aparato, y me recosté nuevamente.

Estiré los brazos y las piernas bajo las sabanas de una cama que no era mía.

Y entonces me puse tensa de golpe.

Me quité el sueño de los ojos, refregando mis manos sobre mis párpados con fuerza, bostecé y abrí los ojos. Miré la hora en el móvil... las 12 de la mañana, y me di cuenta que el cargador enchufado a mi celular no era mio.

- Buenos días, princesa. - me sonrió un hombre desde una silla al otro lado de la habitación. Me alarmé, sentí mis piernas desnudas contra las sabanas y supe que alguien me había quitado mi ropa. Gracias a Dios seguía con bragas y sostén. Me cubrí con una almohada el pecho y contemplé la sala.

Estaba en un motel. Una habitación de un local de no mas de dos estrellas. La pieza consistía de una sola cama doble plaza, un lavamanos envés de mesita de noche, dos puertas cerradas, una ventana, una silla y mesa donde se hallaba mi acompañante, y un refrigerador pequeño a un lado de donde el hombre sin camisa saco una cerveza. El lugar era pobre y las cortinas abiertas me dejaban ver la arena y la playa a solo unos pasos: estábamos en la zona pobre de la costa, bastante lejos de las cabañas...

¿Como había llegado hasta aquí?

- ¿Te acuerdas de mi nombre, preciosa? Ayer no parabas de gemirlo... - dijo el desconocido.

Mi garganta se cerró. Imposible.

Lo miré con ojos dudosos, intentando ver el rostro detrás de la luz que caía directo sobre su cuerpo semidesnudo y me dejaba ver solo su silueta.

Mis ojos se acostumbraron a la luz, y luego de fijarme en sus desconcertantes abdominales, me fije de quien se trataba: Javier.

- Por supuesto que se tu nombre, aunque no de ningún recuerdo sexual, Javier. - dije con mas confianza de la que sentía. Definitivamente no nos habíamos acostado, el me sonrió: solo jugaba conmigo. Pero nada le impedía intentar algo ahora... me cubrí mas bajo las sabanas.

Analicé mi situación: estaba semi desnuda, con un hombre que apenas conocía quien también estaba semi desnudo, en una habitación que si apenas tenia idea de donde estaba, probablemente tendría la puerta cerrada con llave.

Deduje que no podía andarme con juegos ahora.

Javier sonrió.

- No te preocupes, princesa, no voy a tocarte un pelo. - me aclaró mientras que le daba un fuerte golpe a la tapa de la cerveza sobre la mesa, provocando un sonido estremecedor que me hizo saltar. Con ambos dedos torció la chapa de la botella de vidrio y le dio un largo trago a la cerveza. - ¿Quieres una?

Negué automáticamente. No era una buena estrategia.

- ¡No seas tímida! Alan nos contó que eres una gran bebedora, al igual que otras cosas... - dijo cogiendo otra del refri, abriéndola con el mismo proceso anterior, y arrojándomela.

Solo por mi profesor (#2) PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora