Capítulo 16

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Multimedia: Alisson

Cuando entré a la lavandería del hotel, me sorprendí por lo vacía que estaba. Mi estomago reclamó en un gruñido de hambre y decidí que me apresuraría para ir a por algo de almorzar.

Luego de todo el drama con Alan y los sucesos en la noche en el bar de la costa, necesitaba devorar un buffet completo.

Vi la hora en el reloj de pared a la sala con paredes blanca: eran las 4 de la tarde.

Keith apareció en el umbral de la lavandería justo cuando me hincaba hacia la puerta de la lavadora para meter la ropa sucia. Con una cucharita, eché el detergente y cerré la compuerta circular. Inserté una ficha y le dí al botón de encendido. La maquina comenzó a trabajar, y me voltee a enfrentar al muchacho.

Me acerqué a la puerta, con el canasto vacío entre las manos con intención de salir rápido de aquí. Keith seguía en el umbral, y me impedía el paso.

- Escucha. No se que haces intrusiando y preguntando en mi vida,.. pero ni te conozco y apreciaría que me dejaras sola. - dije, golpeándole el pecho contra mi cuerpo, intentado hacer que se moviera, pero ni se inmutó.

- Escucha, -dijo, y me pregunté irónicamente si tenia otra opción.-  ya llamé a Penny y a Josh, y vienen corriendo para acá. -dijo eso y mi corazón latió mas deprisa. Si en realidad Penny venía en camino, estaría furiosa y preocupada: una pésima combinación. - Si en realidad quieres estar sola, te recomiendo que me sigas. - tenía que correr a los estacionamientos y salir, antes de ser acosada en preguntas que no quería contestar.

Pero Keith pensó mas rápido que yo. Entre su dedo indice y pulgar sostenía las llaves del auto, reluciente y tintineantes, pero cuando intenté alcanzarlas me las arrebató.

- ¿Vamos? - preguntó para luego apartarse del umbral, dándome el paso libre: sabia que lo seguiría.

...

[outfit: Alisson]

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[outfit: Alisson]

Ni en un millón de años me hubiese imaginado compartiendo el mismo metro cuadrado que Keith, encerrados en un auto, mientras me "ayudaba" a salir de aquí. Intenté mantener una compostura irritante, dejandole claro a este gilipollas que no estaba feliz de estar aquí.

Yo seguía escapando, y todavía no logro descifrar porque.

Encendí la radio de la camioneta de varios asientos que habíamos arrendado en conjunto con el grupo de amigos para estas vacaciones. Era antigua y de colores llamativos: un celeste verdoso y blanco. Abrí la ventana y subí el volumen mientras tarareaba Iris de Goo Goo Dolls, una de mis canciones favoritas.

Me sorprendí cuando Keith comenzó a cantar la letra.

- ...And I'd give up forever to touch you, 'cause I know that you feel me somehow. You're the closest to heaven that I'll ever be, and I don't want to go home right now... -  cantó al ritmo de la música con suavidad.

Solo por mi profesor (#2) PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora