Capítulo 20

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Un comentario para las personas que me han mandando mensajes preguntando porque me demoro tanto en subir capítulos. Antes que nada, les pido disculpas porque es lo que corresponde y lo que me nace hacer, pero también les quiero pedir un poco de comprensión; intento bastante ahorrar tiempo para dedicarme a lo que me gusta -porque sí, me gusta esta historia y me gusta escribir, ¿ustedes creen que no me encantaría mandar a la mierda el cole y pasarme todo el día en el computador?, mis padres me cortan las pelotas si siquiera lo pienso jajajajaj, pero sueño con hacerlo la verdad. Pero yo también pienso que tanto ustedes como yo DEBEN hacer cosas que no quieren, y no quiero dejarlos esperando pero tampoco puedo hacer magia y aparecer tiempo extra. Eso, solo quería hacerles entender un poco mi posición y espero que  comprendan el esfuerzo que le pongo a cada parte de la historia, porque los quiero y les estoy muy agradecida por su apoyo en este camino escribiendo esta novela.

Ojalá disfruten el capitulo!

De camino al yate, podía escuchar la música retumbando desde los parlantes del yate. Las luces del puerto se reflejaban en las olas suaves y espumosas del agua alrededor, y cuando ya íbamos llegando a la puerta del barco, Keith me preguntó lo siguiente:

- ¿Te sientes algo mejor ahora? - me preguntó mirando mi tobillo, el cual se había hinchado un poco pero nada que me molestase demasiado. Me tomé la pregunta un poco mas enserio y le respondí acercándome a su rostro para que escuchara sin importar la música explotando detrás de nosotros.

- Me siento muchísimo mejor, he tenido la mejor tarde desde que salí de clases gracias a ti. Espero que seamos buenos amigos. - respondí, sin pelos en la boca, porque eso era lo que quería. Las aventuras con Drake que Keith me había sometido hace meses y las peleas podían pasar a segundo plano por una confianza tan grande como la que me generaba este moreno risueño.

- Lo somos. - me respondió, y abrió la puerta principal blanca y lisa para dejarme pasar.

...

Adentro habían mas personas de las que esperaba. Imaginé encontrarme con solo mis amigos que habíamos arrendado para viajar a de vacaciones juntos, pero había una buena multitud de personas allá dentro, de todas las edades y estilos. Ese aspecto me hizo inconscientemente considerar que Alan podría haber venido, pero lo descarté de mi mente, solo porque hoy no quería pensar.

Frente nosotros se hallaba un sujeto de hombros amplios e inmensa pansa, tenía un cartón con papeles pegados en la mano y un lápiz.

- ¿Entrada o nombre? - dijo con voz de haber fumando demasiadas calletijas de cigarro.

- ¿Nombre? - contesté dudosa. Miré a Keith y me lanzo una mirada de "supongo". El guardia me miró aguardando que le contestara con mi célula de identidad. Keith no andaba con la suya, pero el guardia nos señaló que yo podía traer un invitado conmigo, por lo que tacho el nombre "Alisson Peters" en su lista y nos ofreció guardar nuestras chaquetas antes de dejarnos entrar.

Luego de eso recién comprendí lo que el guardia se refería con "entrada", en la entrada del bote habían un millón de panfletos y tickets sueltos y usados que decían "fiesta en la costa, hotel Rimond, a las 22.00 para mayores de edad solamente" y al parecer traer uno de esos te dejaba entrar. Los papeles me estorbaban el camino por que se pegaban a mis zapatos, pero luego cuando llegamos al verdadero interior de la fiesta, los carteles se dispersaron y le sonreí a Keith, demostrando lo contenta que estaba por partir y encontrar a mis amigos.

Dentro del yate había varios pasillos angostos que rebosaban en vasos vacíos y gente conversando e incluso algunos chicos calientes intentando jugarse con una chica.

Cuando llegamos al sector abierto del barco, pude ver con mayor claridad el lugar. Habían tres pisos, el primero era subterráneo con sillones largos y una mesa de pingpong, el techo de ese piso era de cristal, por lo que nosotros estábamos sobre ellos (literalmente) ahora, y ese mismo suelo de cristal estaba el bar del piso donde estábamos Keith y yo ahora. Alrededor del bar se acumulaban las personas porque estaba la pista de baile, y en los bordes del barco era el sector fumadores y de parejas.

Solo por mi profesor (#2) PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora