Volver a las cabañas parecía mas difícil de lo que debería hacer. Sentía que de pronto todas mis relaciones exitosas en mi vida habían desaparecido. Mi novio, mi mejor amiga y hasta mi hermana y mi madre habían desaparecido.
Decidí que tenia que dejar de sentir lastima por mi misma, porque si no me animaba sola, nadie lo haría por mi.
Cuando me paré de la mesa redonda del café, con la propina junto a la taza vacía de café, el frío no solo me recorrió la piel, sino que también el corazón se me paró en seco.
Al voltear para dirigirme hacia la puerta, logré reconocer unos hombros amplios, el cuello de un sweter gris conocido y la barba cafe acompañada de labios carnosos desde el otro lado del local.
Como rayo, me escondí detrás de una mesa que ocupaba una pareja. Ambos desconocidos me miraron disgustados.
- Me escondo de un ex, ¿si? - me explique ante sus miradas curiosas. Ellos asistieron, susurraron un "Aaah" y volvieron a ignorarme.
El camino devuelta a las cabañas con el resto de los chicos se veía mucho mas despejado ahora.
Tenía todas las excusas para salir corriendo justo ahora.
Pero un interruptor extraño dentro de mi me hizo flectar las piernas, enderezar la espalda y sacar la dignidad que me quedaba para dirigirme justo en dirección donde toda racionalidad indicaba que no debía ir: la mesa de Alan.
...
Me senté tal cual tuviese todo el derecho de irrumpir en su mesa como se me diera la gana.
¿¡Que estoy haciendo?! - gritaba mi cerebro... Tu solo sígueme el jugo- le decía mi corazón.
Alan vestía de chaqueta gris y bufanda negra. Sus ojos se veían extrañamente mas claros de lo normal, como un cafe mas aleopardado y dorado.
Juro que cuando poso su mirada en mi, fue como si me reanimaran el pulso con paletas eléctricas cargadas al máximo. Necesitaba reaccionar.
Me senté obteniendo una respuesta inmediata por parte de Alan. Pegó un brinco y arrojó una maldición.
- ¿No me vas a invitar un café, Alan? - dije, irradiante en seguridad (la cual no tenia idea de donde provenía)
- Soy cortes, pero no imbécil. - contesto, molesto. Eso me bajo el animo de inmediato. Tragué duro y me pregunté por que estaría tan enojado ¿no lo se Alisson? ¿Será por que le rompiste el corazón hace medio año atrás sin jamas dar ninguna explicación?... Mis pensamientos solo me estaban haciendo sentir mas culpable. Bajé la mirada. - Hola... - volvió a hablar, en un tono incomodo, como si lo hubiese pillado tan por sorpresa que se le hubiesen borrado el resto de las palabras en su mente.
- Vengo aquí con un objetivo solamente. - dije, sin dejarlo terminar.
Alan pareció todavía mas sorprendido. Pero para ser sincera, yo también me estaba llevando una sorpresa grata. Hace un poco menos de 6 meses que no le veo frente a frente, y me encuentro con que se ha cortado el cabello largo que llevaba cuando entro por la puerta del hotel del padre de Dion, y que se ha decidido dejar crecer un poco mas la barba.
Le queda bastante bien, al infeliz.
Alan abrió un poco la boca y apoyo su barbilla entre sus dedos: su típico gesto de concentración. Ese movimiento tan clásico de Alan que jamas me había dado cuenta que se había esfumado de mi vida, hizo que se borraran de la misma forma las palabras que de la mente de Alan hace unos momentos.
Alan paró con la mano izquierda a un camarero:
- Un cafe vainilla para la señorita. - pidió, me fijé que el camarero era el mismo hombre que me había atendido antes. Este disimuló un gesto y asintió, evitando las comentarios incomodos. - ¿de que quieres hablar?
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Solo por mi profesor (#2) PAUSADA
RomanceAlisson a dejado detrás los problemas que perseguían a su ex y a su familia en La Ciudad, para aventurarse en unas vacaciones en la Playa al Sur junto con sus amigos mas cercanos y enemigos mas recientes; todos recién graduados y listos para interfe...