YOU ARE MY DESTINY; Hyuuga Neji. [2] ✓

──── 004.

Una voz femenina retumbó por todo el lugar y al mirar en dicha dirección, he podido encontrarme con Sakura Haruno. La chica se encontraba al otro extremo del puente, mirándonos fija y decididamente.

—¿Qué es lo que quieres, Sakura? —preguntó Sasuke, quien se encontraba cerca de Karin.

—¡Sasuke – kun! ¡Voy a abandonar Konoha para irme contigo! —exclamó la Haruno con mucha determinación.

—¿Por qué querrías unirte a mí? —preguntó Sasuke—. ¿Qué es lo que pretendes?

—No tengo ningún motivo oculto. Siempre estuve arrepintiéndome de no haberme ido contigo —dijo Sakura, quien dio un salto para así cruzar hasta el otro extremo de donde nos encontrábamos—. Haré todo lo que tú quieras. No quiero continuar con estos remordimientos.

—¿En verdad harás todo lo que yo diga?

—Sí. Lo haré.

—Entonces demuéstralo —dijo al momento en que miraba a Karin—. Mátala y aceptaré tu oferta.

Sakura pareció dudarlo, pero no tardó en acercarse a la mujer y sacar un Kunai. Por otra parte, Sasuke se colocó detrás de su antigua compañera, la miró fijamente por unos segundos y luego realizó su Chidori con intenciones de matar a Sakura. Sin embargo, en aquel momento, Hatake Kakashi apareció y lo detuvo.

Yo estaba por alejarme, pero alguien me tomó de la muñeca y evitó que me moviera. Todavía me quedaba un poco de fuerza para apartar o matar a la persona que me detenía, pero al ver que se trataba de Neji, me contuve y dejé que siguiera sosteniendo mi muñeca.

—Sakura y Neji. Aléjense de aquí con ellas dos —dijo Kakashi, refiriéndose a Karin y a mí—. Desde este punto, yo me haré cargo.

No hubo tiempo de que pudiera siquiera mencionar una palabra, ya que Neji cargó mi cuerpo entre sus brazos y comenzó a alejarme de allí. Neji me llevó a una parte alejada, pero en ningún momento me soltó, miró o habló.

—No voy a huir —dije.

Sus ojos que podían verlo todo me miraron y en aquel momento, el sentimiento que ocultaba en lo muy profundo de mi interior apareció.

—¿Cómo puedo asegurarme de eso?

—¿No confías es mis palabras?

—No lo sé —dijo sin quitarme la mirada de encima—. Creí que tu objetivo era encargarte de la persona que te quitó a tu hermano mayor.

—Ese fue mi objetivo y lo cumplí.

—¿Entonces por qué te uniste a Akatsuki?

Su penetrante mirada hizo que me inquietara.

—No me uní a ellos.

—Akatsuki capturó al hermano del Raikage y tú participaste de ello. ¿Por qué hacerlo cuando ya cumpliste tu objetivo?

—Eso fue porque necesitaba información... Esa persona no iba a dármela si no hacía lo que me pedía.

—Esa información podría costarte la vida.

—Lo sé.

—Esa información... ¿La conseguiste?

—Sí. Aunque, todavía tengo algunas dudas.

Un pequeño silencio se formó entre nosotros y la inquietud que se plantaba en mi pecho comenzó a hacerse cada vez más notoria, por lo que agaché la mirada en un intento de calmarme.

—¿Qué piensas hacer desde ahora? —preguntó y nuevamente captó mi atención—. Desde el momento en que sostuve tu muñeca podrías haberte liberado de mí, pero no lo has hecho. Eso me da a entender que tienes pensado algo.

—No me sorprende que seas el Genio Hyuuga —dije mirándolo fijamente—. Tienes razón. Podía haberme liberado desde el principio, pero no lo hice porque quería hablar contigo y así poder asegurarme de algo.

—¿De qué cosa?

—Quería ver si seguías mirándome de la misma forma.

Nuevamente, otro silencio se formó entre nosotros y la inquietud en mi pecho se intensificó, pues él me miraba de manera inexpresiva. No obstante, la inexpresiva mirada del Hyuuga comenzó a cambiar y ahora se podía reflejar una pacífica y diminuta sonrisa en su rostro.

—No ha cambiado —confesó al momento en que dejaba que mis pies tocaran nuevamente el suelo—. Si todavía hay algo pendiente que debas hacer con lo de tu hermano... —dijo y me miró con un poco de inquietud—. Vete y hazlo.

—No. Ya he terminado con lo de mi hermano —dije sin despegar mi mirada de él—. Ahora mi único pendiente eres tú.

—Yo no puedo abandonar Konoha sin explicación alguna —dijo y tocó con lentitud su frente, donde la marca de la familia secundaria se encontraba—. Tampoco puedo pedirte venir a Konoha debido a que allí te encarcelarían o tal vez intenten ejecutarte, pues todavía la quinta Hokage se encuentra en coma y la protección que tenías con ella se ha roto.

—Estoy en una situación complicada —suspiré—. Lo único que me queda es confiar en que la quinta Hokage despierte o que vuestro nuevo Hokage se apiade de mí.

—Es posible que Hatake Kakashi sea el nuevo Hokage —dijo al momento en que miraba en la dirección donde se encontraba el nombrado—. Tal vez él tome en cuenta mi apelación por tu vida.

Estaba por mencionar algo, pero el sonido de una repentina explosión hizo que me mantuviera en silencio. Neji activó su Byakugan y miró hasta el lugar donde Sasuke se encontraba, entonces me comentó que Naruto y unos miembros de Akatsuki habían aparecido en el campo de batalla.

En aquel momento, Zetsu blanco apareció en medio de nosotros y eso ocasionó que nos alertáramos.

—¿Qué es lo que quieres? —pregunté con seriedad.

—Madara me pidió que los vigilara —dijo con total tranquilidad—. Él quiere que regreses a la guarida.

—¿Regresar? ¿Por qué tendría que hacerlo? —pregunté—. Yo nunca acepté unirme a ustedes.

—Madara está ahora mismo con Sasuke. No sé lo que podría hacerle si no vienes con nosotros.

—Como si me importara.

Zetsu soltó una risa y luego miró a Neji de una forma que no me daba buena espina, por lo que inmediatamente corté su cabeza para que así desapareciera.

—¿Te encuentras bien? —preguntó Neji cuando me vio tambalearme.

—Sí. Solo he agotado lo poco de chakra que me quedaba.

Neji me miró de manera fija por unos segundos para luego darse vuelta y agacharse. Él quería que me subiera a su espalda y así pudiera descansar hasta que llegáramos a Konoha, donde lo más probable era que me encarcelaran y sacaran información... O tal vez solicitaran mi ejecución.