──── 007.

5.4K 564 74
                                    

Habían pasado unos días desde que se me permitió andar en Konoha bajo la vigilancia de Neji

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Habían pasado unos días desde que se me permitió andar en Konoha bajo la vigilancia de Neji. Desde entonces, Neji y yo pasábamos todo el tiempo posible juntos, pues pronto debería de unirse a las tropas de ninja que enfrentarían la cuarta guerra ninja que declaró Madara.

Estaba por dirigirme a la casa secundaria de los Hyuuga, pero detuve mis pasos y escondí mi chakra cuando oí una conversación que involucraba a Neji.

—¡Por favor, reconsidere su decisión! —suplicó el hombre que acompaña a Hiashi, el líder del clan Hyuuga—. Usted sabe lo duro que ha entrenado la Señorita Hinata en estos últimos años. Ella demostró su valentía cuando enfrentó a Pain por su cuenta.

—No hay duda de que ella tiene posibilidades de desarrollarse aún más.

—Entonces...

—Sin embargo, Hinata no tiene las características que tiene Neji para dirigir a los Shinobi.

—¿Qué quiere decir?

—Hinata, es demasiado amable.

—Pero ella ha demostrado su valentía.

Hiashi suspiró profundamente antes de responder. Su voz era serena pero firme.

—Hinata es valiente, no hay duda al respecto. Su enfrentamiento con Pain lo demostró, pero como líder de los Shinobi, uno debe tomar decisiones difíciles y poner la misión por encima de todo. Neji tiene esa cualidad. Él ha demostrado su capacidad de liderazgo en varias ocasiones.

El hombre que acompañaba a Hiashi parecía comprender su perspectiva, aunque no estaba completamente de acuerdo.

—Entiendo su punto de vista, pero Hinata también ha crecido mucho. Su compasión y empatía pueden ser cualidades valiosas en un líder. No todos los problemas se resuelven con fuerza bruta.

Hiashi asintió lentamente.

—Tal vez tengas razón, pero en tiempos de guerra, la compasión a veces debe dejar paso a la estrategia. No quiero que Hinata se enfrente a situaciones que la hagan cuestionar sus valores y debilidades.

El acompañante de Hiashi no volvió a mencionar nada más, por lo que la conversación terminó allí. Entonces, cuando ellos se alejaron, salí de mi escondite y me dirigí a la habitación de Neji.

Una vez allí, he podido ver a Neji sentado en su cama mientras observaba el techo. Al notar mi presencia, su mirada se apartó del techo y se posó en mí, su rostro mostraba una mezcla de inquietud e incomodidad.

—¿Está todo bien? —preguntó cuando me vio avanzar hasta él.

—Eso me gustaría preguntarte —dije, y me detuve frente a él—. ¿Estás así porque debes liderar a los Hyuuga en esta guerra?

—¿Cómo te has enterado de ello?

—De casualidad escuché una conversación entre tu tío y otro miembro del clan. Estaban discutiendo sobre quién debería de liderar a los Hyuuga.

Neji suspiró y volvió a observar el techo.

—No sé si deba de liderarlos. No es un cargo que deberían de darle a alguien de la familia secundaria.

Neji parecía atrapado en sus pensamientos, y su mirada perdida en el techo revelaba la lucha interna que estaba experimentando. Me senté a su lado en la cama y apoyé mi mano sobre la suya.

—Neji. Tú has demostrado que eres alguien fuerte y determinado, por lo que liderar al clan es algo que te mereces —dije, ocasionado que él me observara fijamente—. Tu tío ha podido presenciar lo mucho que has crecido y es por ello por lo que te entregó esta oportunidad. Así que, no te subestimes.

Neji me sonrió, agradecido por las palabras que le dije. Él apartó su mano de la mía y la acercó a mi rostro para así acortar la distancia que manteníamos. Entonces nos besamos.

El beso entre Neji y yo fue dulce, pero a la vez apasionado. Ambos nos besamos por un momento, luego él se separó y me observó con una sonrisa.

—Te agradezco que estés a mi lado —dijo con gratitud—. No vuelvas a irte.

—Decidí que cuando volviéramos a encontrarnos y tú me permitieras estar contigo... No volvería a irme —dije con una pequeña sonrisa—. Después de todo, eres lo único que me queda en esta vida.

Neji asintió con ternura y acarició mi mejilla con suavidad para luego volver a besarme.

El beso selló no solo nuestro amor, sino también nuestra promesa de estar juntos en los momentos difíciles que se avecinaban.

El beso selló no solo nuestro amor, sino también nuestra promesa de estar juntos en los momentos difíciles que se avecinaban

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
YOU ARE MY DESTINY; Hyuuga Neji. [2] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora