-Y dime _____, ¿Qué hace una chica por aquí sola?-Esta vez se sentó delante de ti.
-Bueno, yo intentaba despejar mi mente un poco.-Liam te observaba desde la silla de enfrente.-¿Y qué hace un chico famoso como tú por aquí?
-Bueno en realidad...-El sonido de tu móvil le interrumpió.
-Perdona es importante tengo que cogerlo, voy un segundo allí.-Señalaste un espacio que habia cerca de la puerta. Él asintió.
Fuiste rápidamente a aquel lugar, tu casero te llamaba.
-¿Diga?
-¿Cómo que diga? ¿Cuándo piensas pagar? Te recuerdo que hoy es tu último dia.
-Verás Henry, yo ahora no tengo el dinero pero...-Te interrumpió.
-Ni peros ni nada ______, no te molestes en suplicar, cuando quieras pasa a por tus cosas.
-Por favor no puedes dejarme en la calle!- Te diste cuenta de que Liam te observaba desde el otro lado de la cafetería.
-Lo siento, ya me debes 3 meses, no puedes seguir ahí.
-Pero...-Henry cortó la llamada.
"Joder!" Dijiste para ti misma.
Te acercaste a Liam de nuevo.
-¿Ha pasado algo?-Dijo con una expresión preocupada.
-Emm, Liam yo... lo siento pero tengo que irme ahora.
-Te llevaré.-Dijo mientras se levantaba del asiento.
-No es necesario Liam, tampoco está tan lejos.
-No me importa, _____ es de noche y no pienso dejar que vayas sola por estas calles.
-En serio Liam, he hecho este camino mil veces.
-Bueno, pues esta vez ese camino lo haremos los dos juntos, ¿vale?
Lo miraste con resignación y suspiraste.
-Está bien. Antes tengo que pagar el té..-Te dirigiste al camarero pero Liam agarró del hombro.
-Permíteme a mi.
-Liam eso si que no.
-No me cuesta nada _____, por favor.
Volviste los ojos, lo que el interpretó como un sí y salió disparado hacia el camarero.
A los pocos segundos se encontraba a tu lado.
-¿Vamos?- Dijo sonriendo.
-Vamos.
Fuisteis hacia la puerta cuando este la abrió antes de que tú pudieses hacerlo.
-Después de ti.- Dijo con una amplia sonrisa en su cara. Ese chico era puro amor.
-Gracias.-Murmuraste sonriendo.
Caminasteis unos minutos en silencio hasta que llegásteis al coche. Liam te abrió la puerta del copiloto.
-Eres todo un caballero. Muchas gracias.- Sonreiste mientras entrabas.
-La situación y la compañía requieren que me comporte, eres una señorita.- Te guiñó un ojo y tu tte sonrojaste.
Era un chico bastante guapo, quizás la frenética búsqueda habia acabado. ¿Quién sabe? No te precipites ____! Céntrate!
Liam entró al asiento del conductor y abrochó su cinturón.
-Bueno...¿Adonde vamos señorita?-El puso cara seria a lo que tú reiste.
-En realidad son solo unas pocas manzanas hacia allí.-Apuntaste a tu derecha.
-Como mande, señorita.- Arqueó las cejas de una forma pícara.
Por un momento había conseguido que te olvidases de que te iban a echar de la que hasta ahora habia sido tu casa, aunque en realidad era como un zulo. Tu cara cambió radicalmente mientras pensabas donde dormirias aquella noche.
-¿Te encuentras bien?-Dijo un preocupado Liam desde el asiento de al lado.-Tienes mala cara.
-Si es solo que... no tiene importancia. Gira aquí mismo.
Él obedeció y para tú sorpresa en la calle se encontraban todas tus cosas. Tu ordenador, la poca ropa que tenías y demás artilugios.
-No puede ser.- Dijiste mientras Liam aparcaba.
Saliste corriendo del coche hacia aquella pila de cosas.
-_____! ¿Qué pasa?-Preguntó Liam saliendo del coche hacia tu lado.
-Pasa que el asqueroso de mi casero me ha echado, yo... qué vergüenza!-Te sentase en el último escalón de la entrada a quel edificio. Las lágrimas amenazaban con salir. ¿Cómo podías haber llegado a eso? Ah si, no vendiendo un puto libro en siglos. Te lamentabas tanto de ni haber perseguido tu sueño de ser estilista que querías morir allí mismo. Las lágrimas que antes amenazaban con salir cumplieron con las amenazas. Te tapaste la cara con las manos. Sentías tanta vegüenza...simplemente esto no lo habías imaginado nunca. De repente un brazo rodeó tus hombros.
-_______.... Lo siento mucho, hay que ser mala persona para echarte a ti.
-Gracias Liam.-Te destapaste la cara.
Con la mano que Liam tenia libre paso su pulgar con el recorrido que tus lágrimas habian hecho en tu cara.
-No llores por favor. No puedo soportar ver a las chicas llorar.-Aquello último te hizo sonreir.-Mirame ______.
Dirigiste tu mirada a la de aquel chico.
-¿Tienes donde pasar la noche?-Oh dios mio! Un rio de lágrimas recorrió tu cara. Te sentías tan mísera, no tenias ni un duro.
-Por favor no hagas eso! No puedo soportarlo!-Liam te abrazó. En realidad necesitabas ese abrazo asique se lo correspondiste. Poco a poco te calmaste y os separásteis.
-¿Mejor?-Dijo Liam mirándote con esperanza en los ojos.
-Si, gracias Liam.
-Aún no has respondido a mi pregunta anterior.
Tomaste aire y negaste levemente con la cabeza.
-Está decidido, en mi casa hay sitio de sobra, te quedarás ahí hasta que esto se solucione.- Le miraste confundida.
-Liam...pero yo...no me siento bien aceptando todo esto.
-No pienso dejarte en la calle si es lo que insinúas.-Con su mano retiró un mechón de pelo que caía sobre tu rostro.
-Pero yo...-Liam te interrumpió.
-Nada de peros, andando.-Se levantó y te tendió la mano. Al principio la miraste dudosa, pero una mirada suplicante por su parte te hizo aceptarla.
Recogió tus cosas de la acera y las puso en el maletero para luego entrar en el coche.
Después de unos minutos de silencio decidiste romperlo.
-Gracias por todo Liam, eres la única persona que se ha portado así conmigo.
-Eso demuestra que el mundo está loco, dejar a una chica como tú desprotegida, eso tiene delito.-Una sonrisa asomó tu rostro.
-Me gustas más cuando sonríes.-Dijo Liam para tu sorpresa, el cual no quitaba la vista de la carretera. Te sonrojaste.
Si alguien la está leyendo ahora mismo que sepas que te quiero jaja. Tampoco espero lectores, pero no estaría nada mal.
Si la leen simplemente comenten lo que les parece, mañana por la tarde-noche habrá otro capítulo hecho.
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Una historia de locos (One Direction y tú)
FanfictionLa vida de _________ Richards nunca fue fácil, el amor siempre habia estado en un segundo plano en su vida, hasta que un dia conoce a una persona, de esas que sabes que es especial desde el primer momento. A partir de ahí su vida no hizo más que mej...