Capítulo 4.

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Hubo un silencio un tanto incómodo después de aquel beso.

-Emm...¿Entramos?-Preguntó Liam.

-C..c...claro.-Sonreiste ligeramente. 

Te quitaste el cinturón y antes de que pudieras hacer nada Liam abrió la puerta y te tendió la mano. La cogiste con una sonrisa de oreja a oreja, definitivamente ese chico se estaba ganando tu corazón.

-Muchas gracias Liam.-Te pusiste a su lado, quedando a la altura de su barbilla. No eras demasiado alta, pero no te avergonzabas de ello. Miraste hacia arriba para encontrarte con su mirada. Sus ojos brillaban. Se agachó un poco y apartó el pelo de tu oído.

-De nada princesa.- Lo dijo tan cerca que podías sentir su aliento caliente contra tu cuello.

Esas palabras te dejaron helada. Un escalofrío recorrió tu cuerpo y una bandada de mariposas despegaron desde tu estómago para dar a parar a tu corazón. Liam volvió a su posición inicial. Le observaste unos segundos para quedar totalmente perdida en sus ojos. Esos ojos que brillaban todavía más intensamente que antes. Lo que ese chico te hacía sentir no te había pasado nunca antes. Era simplemente mágico. Estabas lista para dar tú el paso. Te pusiste de puntillas y te inclinaste hacia él par adepositar un cálido beso en sus labios. Él puso sus manos en tu cintura y, al igual que antes, tú entrelazaste tus dedos sobre su nuca. Con un pequeño movimiento de sus labios sobre los tuyos pidió permiso, el cual tu aceptaste encantada. Su lengua se abrió paso a través de tus labios hasta toparse con la tuya, la cual acarició levemente. Era la primera vez que alguien te besaba así. Le seguiste el juego y vuestras lenguas se abrazaron entre vuestras bocas. Al principio fue muy lento, pere luego se volvió más apasionado, pero claro, no podía ser eterno, y vuestro malditos pulmones pidieron oxígeno y tuvísteis que complacerlos. Quedásteis los dos con vuestras frentes unidas y con la respiración alterada  debido a la deuda de oxígeno que el beso había dejado en vuestros pulmones. 

El momento era perfecto, verdaderamente perfecto. Había silencio pero no era nada incómodo, las palabras sobraban, lo conocías desde hace unas escasas horas pero sentías que lo conocías de siempre. Notaste unas gotas en tu hombro, pequeñas, sin importancia, el porblema llegó cuando aquellas pequeñas gotas se unieron y formaron una especie de cascada entre el cielo y el suelo.

-No puede ser.-Dijiste mientras Liam se apresuraba a cerrar la puerta del coche y bloquearlo con las llaves. Tardó escasos 5 segundos en hacerlo y ya te tenía agarrada por los hombros empujándote a la entrada de la casa.

Ahora mismito la sigo! Ceno y capítulo 5!!!

Una historia de locos (One Direction y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora