Capítulo 6.

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Una vez estuvísteis en el porche, Liam buscó en sus bolsillos, suponías que eran las llaves.

Después de unso segundos de rebuscar sacó la mano con las llaves en ella.

-¡Aquí está!.-Diji mientras introducía la llave en la cerradura y abría la puerta.-Pasa, estás en tu casa.-Sonreiste levemente.

El recibidor era bastante grande, no tenia apariencia de ser tan grande desde fuera, pero por dentro era enorme.

-Ven te enseñaré tu habitación, puedes dejar todo allí.-Dijo Liam dirigiéndose a la escalera.

Le seguiste de cerca, era una casa tan bonita, aunque claro, comparada con el cuchitril en el que vivías hasta hace unas horas, hasta una celda era bonita, pero esto era demasiado.

Liam giró hacia la derecha por el largo pasillo que había arriba y se dirigió a la segunda puerta a la izquierda.

-Aquí es...-Dijo mientras abria la puerta para dar paso a una habitación de unos 20 metros cuadrados y verdaderamente bien decorada. Te encantaba el color de las paredes.

-La suelen usar mis hermanas si se quedan a dormir, ahora es toda tuya.-Dijo parándose en medio de la habitación para girarse y observarte parada en la puerta con una sonrisa de oreja a oreja.-Venga! Pasa!-Hizo un gesti con la mano para que entrases.

Depositaste la mochila que llevabas en la espalda cerca de la cama y admiraste una vez más la habitación.

-Liam esto es genial!-Dijiste dando una vuelta para poder tener un plano general de la habitación.

De repente Liam apareció a tu lado para acariciar tu mejilla con una sonrisa.

-Estás helada princesa.-Oh dios! Otra vez! Me ha llamado princesa! ______ contrólate! Deja de sonreir como una loca maníaca!

-Bueno sí, con la lluvia y eso...-Dijiste tímida.

-Puedes darte una ducha si quieres y luego ponerte cómoda.

-Sí, esa es una buena idea.

-El baño es la puerta de enfrente, cuando acabes yo estoy en el piso de abajo, a la izquierda.

Asentiste levemente con una pequeña sonrisa, Liam te dio un corto beso y se dirigió escaleras abajo.

Te sentaste en la cama para buscar un pijama en la maleta que Liam habia dejado allí. Encontraste una camiseta de tirantes y un pantalón largo, pero fino. Cogiste ropa interior y fuiste a la ducha. Decidiste no lavarte el pelo ya que lo habias hecho esa misma mañana, asique no tardaste demasiado. Te recogiste el pelo en una trenza hacia un lado, fuiste a dejar tus cosas en la maleta de nuevo y bajaste hacia donde Liam te dijo.

Allí estaba la cocina, como no, enorme y preciosa, como el resto de la casa, si este chico la habia decorado solo tenía muy buen gusto.

Allí no parecía haber nadie hasta que de repente de detrás de la encimera de la cocina salió Liam.

-Dios Liam!-Dijiste tocando tu corazón.-Me has asustado.-Liam rió, a lo que tú sonreiste.

-Perdona ______, no era mi intención.-Dijo guiñándote un ojo.

-¿Qué es lo que huele tan bien?-Dijiste mirando los fogones que había detrás de Liam. Este se puso en medio.

-Es una sorpresa.-Dijo sonriendo.-Por cierto, bonito pijama.

-Gracias.-Te sonrojaste.

-Ve al salón y ponte la tele un rato si quieres, tardaré unos 15 minutos, no más.

-Esta bien, ¿Hacia donde está el salón?

-Al otro lado de la escalera.-Sonreiste y fuiste hacia allí.

Cuando cruzaste la puerta quedaste con la boca abierta, había una chimenea sobre la cual estaba el televisor. Sofás de cuero en medio de la sala, todo muy bien decorado. Cogiste el mando de la tele y te sentaste en el sofá. Buscaste entre los programas unos minutos, hasta que viste que he haban Bob Esponja. Podia sonar infantil, pero adorabas ese programa. Pusiste el volumen bajo y comenzaste a verlo.

Al cabo de unos 10 minutos Liam entró.

-Ya está listo.

-Genial!

-¿Bob Esponja?-Dijo con una sonrisilla burlona.

Te encogiste de hombros. A lo que él rió.

-Tengo un amigo con el que te llevarías genial, pero vamos, ven aquí.

Fuiste a su lado de inmediato y este te tapó los ojos con las manos.

-¿A qué viene esto?-Preguntaste un poco nerviosa.

-No quiero que veas la sorpresa.-Dijo cerca de tu oido, depositando luego un suave beso tras tu oreja.

Abanzásteis los dos juntos por la casa, no sabías hacia donde, pero supusiste que sería hacia el comedor. Liam paró.

-¿Lista?-Había un olor realmente delicioso en el ambiente. Asentiste animadamente, a lo que él lentamente retiró sus manos de tus ojos.

Os encontrábais en una sala contigua a la cocina, en la cual había una gran mesa de cristal con 8 sillas. Sobre esta había dos platos, con su correspondiente cubertería y copa, perfectamente colocados. En los platos había lo que parecían risottos que olían a gloria.

-Liam! ¿Eso son risottos?-Dijiste emocionada.

-Concretamente, risotto de setas con queso parmesano y finas hierbas.-Dijo con una sonrisa y claramente orgulloso de su trabajo.

-Es mi plato favorito Liam!

-En ese caso me alegro mucho de haber acertado.-Dijo dándote una de sus mejores sonrisas.-¿Nos sentamos?

-Por supuesto.-Liam tomó una de las sillas y la.separó un poco de la mesa, invitándote a sentarte en ella.

-Muchas gracias.-Acariciaste se mano y te sentaste. Él hizo lo mismo frente a ti.

Comenzásteis a comer, y madre mía, aquello estaba delicioso.

-Liam, cocinas genial, en serio.

-Gracias, pero en realidad es una de las pocas cosas que hago bien a la hora de cocinar.-Los dos reísteis.

Durante la comida hablásteis sobre vosotros.

-¿A qué te dedicas ______?

Hiciste una pequeña pausa para tragar.

-Se supone que soy escritora, pero, sinceramente no he tenido mucho éxito.-Te encogiste de hombros.

-¿No te gusta verdad?

-¿A qué te refieres?

-A tu profesión, lo has dicho muy desganada.

-Te has dado cuenta... La verdad esque lo odio. Al principio me encantaba, pero la inspiración murió y con ella mi carrera.

-Lo siento mucho.-Dijo haciendo una mueca de disculpa.-Entonces, ¿Qué es lo que de verdad te gusta?

-Pues la verdad...Siempre me ha apasionado la moda, pero no sé, nunca me he decidido a hacer nada.-Te encogiste de hombros.

-Eso es interesante.-Sonrió.

Aquel chico te conocía demasiado bien para acabar de conocerlo, pero te encantaba que fuese así, era tan atento y cariñoso. Te encantaba ese brillo que había en sus ojos, era muy especial.

Una historia de locos (One Direction y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora