Día 7 de febrero. << Como le conocí >>
Bueno, como todos los viernes me desperté temprano, hoy sería mi día diferente. Ya que hoy me iba de excursión y podría librarme de llevar ese horroroso uniforme rojiblanco y podía lucir mi estilo de la moda. Tras un despertar perezoso sonreí por la ventana de mi habitación y luego me encaminé por el corto pasillo con suelo de parqué y paredes amarillas, bajé las escaleras y llegué a la cocina, en la mesa mi desayuno estaba servido, mi zumito de naranja y mi pastilla diaria.
Tras mi pequeño desayuno subí de nuevo a mi habitación, elegí mi ropa; vaqueros ajustados, camisa de baseball –mi favorita-, mis converse, mi gorro naranja –este es porque mi equipo era de ese color- y mi sudadera negra. Me dirigí al baño para cambiarme y cuando ya estaba lista bajé de nuevo a la cocina para encontrarme con mi madre y que planchara mi ondulado y rebelde cabello chocolate. Ella respondió con un sincero sí y comenzó con la sesión de belleza.
Ya había terminado y me tocaba ir a mi colegio, recogí lo necesario a toda prisa, mis cascos, el ipod y los libros de la última hora. Ya lista abrí la puerta de salida y una brisa de invierno azotó mi cara, era suave pero a la vez fría. Corrí pues iba a llegar tarde, ocho menos diez… Llegué por los pelos y tuve que maquillarme en el baño de la escuela. Ya sobre las nueve iba a comenzar mi camino hacia la excursión.
-La srta. Paula, salga al pasillo para poder irse- dijo la profesora entrando por la puerta, cogí mi bolso, le di un beso en la mejilla a mi mejor amiga que estaba triste al no poder vernos hasta la ultima hora del día. Sonreí y salí de mi aula. Frente a mí, el grupo que me iba a acompañar, entre todos los de mi curso encontré a mi amiga Sara, era una amiga de mi mejor amiga pero igualmente me caía bien.
-¡Sara siéntate conmigo en la guagua!- le rogué por tercera vez, ella asintió y sonrió a continuación, gire mi cabeza para poder ver quien estaría en mi equipo, dos de cuarto, uno de tercero, una de segundo y una de primero… Bueno al menos tendría alguien de mi curso ¿no? Me volví a girar y pude ver a un chico que por lo menos me sacaba una cabeza con la camisa naranja, releí la lista y deduje que sería uno de los de mi equipo de cuarto.
En la guagua saqué mis cascos y el ipod conectándolos entre sí para dar paso a escuchar a mis ídolos “5 Seconds Of Summer”. Pasando a la canción HeartBreak Girl empecé a fijarme en el paisaje que se daba en la ventana. Sonreí al oír la canción, me recordaba a como sería si me enamorara, ¿algo cursi y tonto no es así? Bueno ya sonando You make me - Avicii llegamos a mi parada, todos bajamos y respiramos hondo. Bienvenidos al Puerto de la Cruz. Esbocé una sonrisa y caminé al lado de mi amiga.
Al llegar al frente de una pequeña iglesia nos ordenaron colocarnos con la gente de cada equipo y tal y como dije anteriormente el tipo alto de camisa anaranjada estaba en mi equipo, junto con otros dos, uno era de tercero, y otro de cuarto, al verle mi corazón estúpidamente empezó a latir. Y de chicas se encontraban María – primer grado (secundaria) – y Cecilia – Segundo grado (secundaria) mi curso –
-¿Y bien? ¿Por dónde empezamos?- pregunté emocionada, el ‘Group Lider’ me miró con desgana y me miró frunciendo el ceño, creo que su nombre era Daniel.
- Empezaremos por la entrevista a los turista, seguido nos separaremos ¿entendieron?- Dijo Daniel mirando a todos, respondimos a unísono con un radiante sí menos el de tercer grado, Adrián, no habla mucho, creo.
Comenzamos con una pareja británica que andaba en una pequeña plaza al lado de la iglesia, Daniel empezó con las entrevistas, para mi sorpresa, hablaba demasiado bien inglés. Y su sonrisa cuando hablaba… ¡Dios Paula sigue contando no fantasees!
-Bye, and thank you for the interview- se despidió Daniel mientras volvía con el grupo.
-¡Chicos! Tenéis que dividiros en dos grupos, Daniel y Javi serán los mini-capitanes mientras que María, Cecilia, Paula y Adrián tendrán que ser elegidos por ustedes- ordenó la profesora tras nosotros, con una cara seria Daniel me observó de pies a cabeza.- Paula es tu segunda vez, y Adrían lleva tres así que cada uno debe estar en un grupo diferente, María y Cecilia nunca han venido así que también es la misma situación- explicó mi profesora para intentar ayudar a Daniel y a ese tal Javier – el alto que me sacaba dos cabezas –
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Diario de cómo me enamoré de un idiota.
Novela Juvenil–Se que hemos tenido nuestros problemas… – Comenzó a decir, – pero desde el maldito día que te salvé no paras de estar en mi mente. – Esto último sonó tan real… Sus manos estaban apoyadas en el respaldo del banco, rodeando mi cabeza, su aliento roza...
